
Musulmanes chiitas marchan para protestar contra la ejecución del clérigo chiita Nimr al-Nimr en Arabia Saudita, en Hyderabad, Pakistán. Imagen por Rajput Yasir. Copyright Demotix (3/1/2016).
La reciente ejecución en Arabia Saudita de 47 personas acusadas de terrorismo, entre ellas el prominente clérigo chiita Jeque Nimr al-Nimr derivó en la ruptura de relaciones diplomáticas con Irán, su rival desde hace décadas. Nim al Nimr había apoyado las protestas en contra del gobierno en la región de Qatif, hogar de una gran población chiita que durante años se ha quejado de ser dejada de lado por la familia real sunita.
Irán es un país mayoritariamente chiita, y como respuesta a la ejecución, los iraníes salieron a las calles de Teherán para protestar y atacaron la embajada saudita. Con anterioridad a estos acontecimientos, las dos teocracias no eran precisamente los mejores amigos, sino adversarios en guerras y conflictos políticos en todo Medio Oriente.
¿Entonces, qué tienen para decir los paquistaníes sobre este asunto?
‘Se avecinan días curiosos para Pakistán’
Miles de musulmanes chiitas se manifestaron pacíficamente por todo Pakistán el 3 de enero condenando que Arabia Saudita haya ordenado la ejecución de Nimr al-Nimr. En Quetta, capital de la provincia paquistaní de Balochistán, así como también en Lahore y Karachi, los manifestantes llevaban carteles con consignas antisauditas y que llamaban a la ejecución de Nimr una «violación grave de los derechos humanos».
La composición religiosa de Pakistán es mayoritariamente sunita, con una minoría chiita, similar al caso de Arabia Saudita, aunque, a diferencia de lo que ocurre en Pakistán, en Arabia Saudita predomina un brazo del Islam sunita llamado Wahhabismo. La libertad religiosa en Arabia Saudita tiene fuertes limitaciones, y el país ha encarcelado a una gran cantidad de activistas chiitas que reclamaban igualdad de derechos.
En los medios sociales, muchos paquistaníes se preguntaban cuál sería la posición de su país en el conflicto, si asumiría el rol de mediador o permanecería por completo fuera del problema. Pakistán tiene una relación de amistad de larga data con Arabia Saudita, y también está en buenos términos con Irán.
Curious days ahead for Pakistan: between the Scylla of sugah-daddy Saudi Arabia and the Charybdis of neighbour Iran
— Omar Waraich (@OmarWaraich) January 4, 2016
Se avecinan días curiosos para Pakistán: entre Escila, el protector Arabia Saudita y Caribdis, el vecino Irán
In the Iran vs Saudi debate we should side with New Zealand. Be as far away from it as possible. — asad (@AsNr80) January 4, 2016
En el conflicto entre Irán y Arabia Saudita debemos estar del lado de Nueva Zelanda. Tan lejos como sea posible.
Bad start to 2016 https://t.co/KOpAWlsAax
— SenatorSherryRehman (@sherryrehman) January 3, 2016
Mal comienzo para el 2016
El lunes, Pakistán condenó el ataque a la embajada saudita en Teherán y llamó al incidente «lamentable». Pakistán, en una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, hizo un llamado para lograr una «solución pacífica» del asunto, aunque debemos señalar que no hizo referencia a la decisión de Arabia Saudita de ejecutar a cerca de 47 personas.
El propio Pakistán puso fin a la suspensión que había decretado sobre la pena de muerte luego del atentado talibán contra una escuela del ejército en Peshawar en diciembre de 2014, que dejó un saldo de 140 muertos, en su mayoría niños. Desde entonces, más de 300 personas fueron ejecutadas.
El 5 de enero, el Ministro de Relaciones Exteriores pakistaní Sartaj Aziz declaró en el parlamento que Pakistán está «preocupado» por las tensiones entre Arabia Saudita e Irán. En su opinión Pakistán «intentará acortar la distancia» y mejorar la relación entre los dos países.
#BoycottHajj
En 2015, Arabia Saudita llevó adelante más de 157 ejecuciones. Se prevé que las cifras de Irán para 2015 sean incluso más altas: entre enero y mediados de julio del año pasado, Amnistía Internacional registró 694 ejecuciones (en comparación con el total oficial de 246). Según Amnistía Internacional, Arabia Saudita ha superado su nivel más alto desde 1995, cuando se registraron 192 ejecuciones.
La animosidad en materia diplomática entre los dos países condujo al resurgimiento en los medios sociales paquistaníes de la etiqueta #BoycottHajj, que se había usado por primera vez en setiembre de 2015 luego de la muerte de más de 2,000 personas como consecuencia de una estampida durante la peregrinación anual por Hajj en Arabia Saudita.
Algunos en Twitter plantearon que fueron los iraníes los que popularizaron la etiqueta, pero vale la pena recordar que Twitter, Facebook y muchos otros medios sociales están bloqueados en Irán.
#BoycottHajj. Also start praying in direction of North Pole.
— Murtaza Hussain (@MazMHussain) January 3, 2016
También empiezo a orar en dirección al Polo Norte.
Muslims of all stripes (not just Shias) started hashtag #boycotthajj & now it has tons of Wahhabis making apologetics & shaming them.
— Kiran Opal (@KiranOpal) January 3, 2016
Musulmanes de todo tipo (no solo chiitas) iniciaron la etiqueta #boycotthajj y ahora tiene montones de wahhabíes elaborando justificaciones y avergonzándolos.
Hajj, uno de los cinco pilares del Islam, es muy importante en el Islam. La etiqueta para boicotear la peregrinación generó mucho enojo entre la población, luego que la etiqueta se convirtiera en tendencia en Pakistán: #لبیک_اللھم_لبیک (Labaik Allahuma Labaik – «Aquí estoy a tu servicio Alá, aquí estoy» – como se recita durante Hajj y Umrah).
Every Muslim wants to visit Holy Place #لبیک_اللھم_لبیک Only Shaitan can say #BycottHajj — Sadaf Abbas (@Sadafabbas25) January 4, 2016
Todo musulmán desea visitar el lugar sagrado #لبیک_اللھم_لبیک solo Shaitan puede decir «boicot a Hajj»
«Shaitan» significa demonio.
Los tuits no solo apoyaron a los musulmanes, sino también a chiitas y sunitas, dejando de lado las diferencias entre ellos.
Hajj is a pilgrimage which shows we are one nation, bound by religion. (Hajj 5th pillar of Islam) #لبیک_اللھم_لبیکpic.twitter.com/2j1fydrdfo
— R. Nadeem Yousuf (@RNYousuf) January 4, 2016
Hajj es una peregrinación que muestra que somos una nación, ligada por la religión. (Hajj es el quinto pilar del Islam)