Periodistas ciudadanos de Rusia: ¿mercenarios detractores o investigadores intrépidos?

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Imagen editada por Kevin Rothrock.

Tres blogueros han pasado los últimos dos meses del 2015 en pleno ocio en un centro de detención previo a realizarse un juicio en Samara (casi 1046.08 km al sureste de Moscú). A Dmitri Begun, Natalia Umyarova y Oleg Ivanets se les acusa por tratar de extorsionar a Sergei Shatilo, un negociante local, por tres millones de rubros (casi 42 000 dólares) a cambio de la promesa de no dar a conocer cierta información incriminatoria sobre sus operaciones. Ya que los tres fueron detenidos el 30 de octubre, sus historias de escándalos y chantaje han puesto en riesgo el futuro de los blogs investigativos, al igual que la administración de Nikolai Merkushkin, el gobernador de la provincia de Samara.

La trama

Previo a que fuese arrestado, presuntamente por intentar chantajear a Sergei Shatilo, el bloguero Oleg Ivanets se encontraba ocupado filtrando documentos de una revisión tributaria que aparentemente demostraban cómo Shatilo incumplió con el pago de impuestos en el año 2011 y 2012, defraudando aproximadamente 225 millones de rubros (3,2 millones de dólares) al Estado. En setiembre, los investigadores abrieron un caso tributario en contra de Shatilo (aunque fue solo por una fracción de los impuestos no declarados que Ivanets reveló), no obstante, los cargos fueron desestimados al día siguiente.

Ivanets escribió también sobre la forma en que Shatilo monopolizaba los contratos de adquisición por licitación locales para los proyectos de salud con la ayuda del ministro de salud de Samara, Gennady Gridasov, quien presuntamente intimidaba a los doctores de la región para que favorecieran a las compañías de Shatilo. En diciembre de 2014, por ejemplo, Shatilo presuntamente logró que el gobernador Merkushkin aprobara la inversión para un centro de cardiología. De acuerdo con Ivanets, 2,5 millones de rubros (aproximadamente 35 000 dólares) fueron asignados para la compra de equipo médico nuevo, sin embargo, la compañía de Shatilo invirtió únicamente 500 000 rubros ($7,000) y se embolsó la diferencia. Al parecer, Shatilo por lo general cobraba de más por el equipo médico y los insumos quirúrgicos al Estado, de manera que explotó su monopolio en varios acuerdos de adquisición.

A principios de noviembre, el concejal de esta misma ciudad, Mikhail Matveyev, salió a defender rápidamente a Ivanets, exhortando al público a acudir a la policía solicitando que investigaran la supuesta actividad criminal que se expuso en el blog de Ivanets. De acuerdo con la policía, el público nunca se involucró en esta causa; Sin embargo, Matveyev ha continuado la labor de Ivanets publicando los documentos filtrados, que aparentemente muestran la forma en que la administración de Merkushkin aprobó un contrato con la compañía de Shatilo, en el que se compromete a cancelar a este la cifra de 27,5 mil millones de rubros ($388 millones) por concepto de inversión gubernamental durante la década siguiente para la construcción y funcionamiento de ese mismo centro de cardiología.

Matveyev, quien advierte a sus lectores que él no puede verificar la fuente o la veracidad de la información, especula que el dinero que se le adeude a Shatilo inevitablemente será redirigido de los fondos que son destinados para las clínicas públicas. Matveyev argumenta también que, según el memorando filtrado, la compañía de Shatilo puede rescindir el contrato con el Estado y darle otro uso al inmueble, si este alguna vez incumple con un pago.

El ingreso del «odioso»

Esta historia sería el cuento trágico, y familiar, de un valiente cibernauta que es aplastado por un tirano en el área rural más remota de Rusia, si no fuera por Dmitri Begun, a quien Katerina Gerasimova (la dirigente del partido político no inscrito de Alexey Navalny en Samara) describe como «una figura odiosa» y ex sicario del gobernador Merkushkin. Por razones que aún se desconocen, Begun se unió a los esfuerzos de Ivanets a principios de este año, cuando este comenzó a publicar la documentación de la auditoría fiscal filtrada.

Dmitri Begun es un analista político consumado y asesor, especialista en las denominadas «relaciones públicas negativas» y «kompromat» (calumnias). Alcanzó su popularidad como bloguero por una mezcla agresiva de comentarios políticos, chismes y observaciones profanas sobre las vías de la ciudad, que realizó mientras conducía su automóvil. En el momento que lo arrestaron, Begun confesó sobre la extorsión a Shatilo y comenzó a cooperar con la policía. Él informó a las autoridades que conoció a Merkushkin en el año 2012, pues presuntamente se quejó de la cobertura poco favorable en Samara.ru, donde Begun trabajaba en ese entonces.

Natalia Umyarova (left) with her illicit cash. Dmitri Begun's loot (right) is removed from an envelope in his car and laid out for cameras. Image: YouTube

Natalia Umyarova (izquierda) junto a su efectivo ilícito. Sacan el botín (derecha) de Dmitri Begun de un sobre en su automóvil y lo presentan ante las cámaras. Imagen: YouTube.

Más adelante ese mismo año, el equipo de Merkushkin supuestamente contrató a Begun para fomentar apoyo hacia el gobernador en los medios sociales. Él afirma que ganaba 300 000 rubros ($ 4200); los pagos se realizaban la tercera semana de cada mes y provenían de una fábrica inscrita en Novoulyanovsk. Entre sus otras responsabilidades presuntamente se incluían: evitar que el contenido hostil apareciera en los medios locales y eliminar los reportajes negativos sobre Mordovia, donde Merkushkin estuvo a cargo anteriormente.

Lo más escandaloso es que Begun afirma que le entregaron una lista de enemigos con al menos 100 nombres, entre ellos: figuras nacionales y muchas personas cercanas al círculo interno de Vladimir Putin, como el director general de Rosneft, Igor Sechin, el primer subdirector de personal del Kremlin, Vyacheslav Volodin, el presidente de Rusnano, Anatoly Chubais, entre otros. Las instrucciones que giró Merkushkin con respecto a la lista de enemigos aparentemente fueron bastante matizadas. Por ejemplo, Begun afirma que le dijeron que evitara la crítica severa de varios individuos en la lista (como Volodin y Sechin), pero no significaba que los «dejara en paz» por completo.

En ocasiones, Begun no prestaba atención a sus instrucciones – inclusive una vez le obligaron a borrar una publicación de un blog acerca de Sechin, pues había sido basado en reportajes falsos sobre unos comentarios que Sechin presuntamente realizó acerca del líder checheno Ramzan Kadyrov.

Es un asunto serio

A pesar que varios funcionarios locales en Samara apoyan a Merkushkin, rechazando los alegatos de Begun como disparates de un mentiroso y deshonesto periodista ciudadano, existen señales que la policía está tomando su testimonio seriamente. De acuerdo con el periódico Kommersant, los investigadores ya han interrogado a más de 20 individuos relacionados con la confesión de Begun y la documentación tomada de sus computadoras.

Algunas personas que aparecen en esta lista, tal es el caso del exalcalde de Samara, Dmitry Azarov, y el legislador del Duma, Alexander Khinstein, han aseverado públicamente que el problema con los blogueros en Samara ha proporcionado evidencia de un esfuerzo coordinado para empañar sus reputaciones políticas.

Y, talvez, la evidencia más condenatoria para Merkushkin es que Vladimir Putin canceló de último minuto un viaje a Samara a principios de diciembre, citando como causa el clima, aunque el aeropuerto estuvo funcionando con normalidad. El sitio web de noticias Znak.com cita dos fuentes anónimas que afirman que tres diferentes departamentos de la polícia federal – el fiscal general, el Comité de investigación y el Servicio de Seguridad Federal – han iniciado las auditorías a gran escala de la administración de Merkushkin, como resultado de la confesión de Begun.

Lo que está en juego

Begun, Umyarova e Ivanets tienen mucho que perder pues afrontan cargos que conllevan una sentencia en prisión de un máximo de 15 años. Merkushkin y su séquito perderían millones de dólares en contratos corruptos, sin mencionar sus empleos y podría decirse que también su libertad, si los investigadores descubren un complot que se extiende hasta la elite que controla el Kremlin.

Además, podrían existir consecuencias más extensas. Inmediatamente después que interrogaran a Begun con respecto al trabajo con Merkushkin, el jefe de la policía de Samara emitió una advertencia, que pareció estar dirigida a los blogueros en todas partes:

Я хочу предупредить всех: каждый должен понимать, что нужно делать свое дело профессионально, а не быть проходимцами в журналистском сообществе. Хотя я подозреваемых журналистами не считаю. Но если уж ты решил посвятить свою жизнь блогосфере, то делай это порядочно и честно. И выдавай истинную информацию, понимая, кому и о чем ты пишешь.

Quiero advertir a cada una de las personas: todos necesitan entender que es necesario que realicen su trabajo de manera profesional y no ser impostores dentro de la comunidad periodística. Aunque no considero a esos sospechosos [Begun, Umyarova e Ivanets] como periodistas. Sin embargo, si han decidido dedicar su vida a la blogósfera, háganlo de manera honorable y honesta. Compartan información verídica, comprendan a quién se están dirigiendo y qué es lo que están escribiendo.

Cualquiera que sea la conclusión en Samara, se puede decir con certeza que los blogueros se han convertido vitalmente relevantes para crear y destruir las reputaciones políticas en Rusia. Durante los últimos años, y consciente de ello, el Estado ha instituido nuevas leyes sobre los medios sociales. A medida que los blogueros, como Oleg Ivanets y el activista anticorrupción Alexey Navalny, prueben ser plataformas efectivas para distribuir documentos filtrados y reveladores, es probable que los legisladores y la policía redupliquen sus esfuerzos para predominar sobre estos intrépidos «impostores».

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