Todos sabían que el fenómeno El Niño venía, pero pareciera que pocos recordaron su anterior paso por América Latina, en el año 1997, cuando «dejó grandes pérdidas económicas en varios países de la costa pacífica sudamericana y tuvo efectos a nivel global», como en su momento escribimos en Global Voices.
A pesar de que varios gobiernos de la región aseguraron tener estar listos para enfrentar el fenómeno, las lluvias y posteriores inundaciones hicieron que se declarase el estado de emergencia en algunos países. Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil, han estado entre los más afectados.
#ElNiño | Historico 180 mil desplazados por inundaciones en Cono Sur. #Uruguay #Argentina #Paraguay #Brasil pic.twitter.com/d8z6DS1FN9
— Met Uy Estacion bcp (@Estacion_bcp) January 2, 2016
En Paraguay, las lluvias registradas en diciembre pasado superaron ampliamente el promedio. Julián Báez, director de Meteorología e Hidrología (Dinac), dijo al diario La Nación lo siguiente:
El nivel normal de lluvia anual es de 1.240 milímetros, pero en diciembre cayó un 40% de la cantidad de lluvia que debería caer en un año”.
La Municipalidad de Asunción reconoció el 11 de enero de 2016 que «los recursos de los que dispone para atender a los cerca de 100.000 desplazados por las inundaciones en la capital no bastan y pidió apoyo de organismos y entidades internacionales», de acuerdo con el portal NTN24.
Para el pasado 4 de enero, el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) en Uruguay situaba la cifra de desplazados en las cuatro provincias más afectadas (Artigas, Paysandú, Río Negro y Salto) en 13.848 personas, según el portal Vistazo. Dos personas murieron por causa del desastre.
Situación complicada luego de las inundaciones en Salto, #Uruguay contaminación, destrozos, mosquitos, etc. pic.twitter.com/YBOTs0c2O8
— Met Uy Estacion bcp (@Estacion_bcp) January 10, 2016
Inundaciones en #Uruguay dejan 13.848 desplazados. https://t.co/bKY0TDLwux pic.twitter.com/NhLctnw64k
— Revista Vistazo (@revistavistazo) January 4, 2016
En Argentina, la provincia de Entre Ríos ha llevado la peor parte con miles de evacuados, a lo que hay que sumarle el calor del verano austral y el temor a que se desate una epidemia de dengue. Esta zona, de especial atractivo turístico durante las vacaciones, corre el riesgo de verse perjudicada por la falta de visitantes. Sin embargo, las autoridades locales han asegurado que dichos lugares no se han visto afectados.
El gobernador de Entre Ríos tuiteó:
Por eso invitamos a los argentinos a visitar #EntreRíos ¡Naturaleza, el mejor descanso y tranquilidad los esperan como siempre!
— Gustavo E. Bordet (@bordet) January 12, 2016
Para el pasado 2 de enero, en Concordia, más de 10.000 personas permanecían en diversos centros de evacuación. En la región, las lluvias, 250 % superiores a lo normal para este mes, según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), desbordaron los ríos Paraguay y Paraná y afectaron la agricultura de la zona.
A pesar del desastre, la solidaridad se hizo presente y las etiquetas #Inundados y #NoEstánSolos han desbordado las redes sociales.
#Inundaciones ¡Ya salieron 23 camiones desde Plaza de Mayo! Hoy estamos hasta las 20hs #NoEstánSolos pic.twitter.com/FLsxjADq6u
— Red Solidaria (@RedSolidariaOK) December 28, 2015
Para algunos esta situación no es necesariamente producto del fenómeno climatológico. Un artículo publicado en El País recoge la posición de la organización medioambiental Greenpeace al respecto:
El aumento de las precipitaciones y la significativa pérdida de cobertura boscosa en Argentina, Brasil y Paraguay, que se encuentran entre los 10 países con más deforestación de todo el mundo, no permitió la natural absorción del agua».
De acuerdo con esta nota, «diversos expertos atribuyen la gravedad de las inundaciones a la deforestación que en los últimos años ocurrió en Paraguay, el sur de Brasil y el norte de Argentina para plantar soja transgénica».
El País cita a Benjamín Grassi, profesor de meteorología de la Universidad Nacional de Asunción, en Paraguay, quien explica que «El Niño es un fenómeno cíclico, forma parte de la naturaleza, pero sus efectos pueden verse agravados por la deforestación”.
Me da asco la deforestacion en Brasil
— LUQUΞT (@MatiasLuquet) January 11, 2016
EN EL SUR DEL SUR: ARGENTINA, PARAGUAY, URUGUAY, BRASIL https://t.co/yjUMF1NomF
— palosanto (@PaloSantoGye) January 7, 2016
El programa de radio La Mar En Coche conversó con Enrique Viale, de la Asociación de Abogados Ambientalistas, quien explicó que en Argentina ya se desmontaron 9 millones de hectáreas y que los bosques nativos, derribados por la cosecha sojera, tienen el rol de contener los desbordes hídricos.
“Lejos de enfrentar al cambio climatico hacemos algo peor: desmontar” aseguró. “La empresa (agroquímica) Syngenta bautizó como la República Unida de la Soja a Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay; y el mapa de la deforestación coincide con el mapa de las inundaciones”.
Gonzalo Gutiérrez Nicola explica en su artículo «Inundaciones sudamericanas: ecología política del caos hídrico» lo siguiente:
La irrupción de estas grandes inundaciones y sus miles de evacuados dejan muy en claro la gravedad del problema. Pero también muestra que hay muchos factores intervinientes, y se vuelve muy difícil indicar si uno fue el más importante.»