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Una estudiante india bloguea sobre ser excluida y amedrentada tras denunciar abusos sexuales

Categorías: Asia del Sur, India, Derecho, Derechos humanos, Desarrollo, Educación, Medios ciudadanos, Mujer y género, Protesta
Screenshot from the cover of the free e-book: Sexual Harassment at Workplace in India : Let’s Stop it Together by LawSikho.com (Click on the image to read the e-book on Slideshare) [1]

Imagen de la portada del libro electrónico gratuito, «Sexual Harassment at Workplace in India: Let’s Stop It Together» (El acoso sexual en el lugar de trabajo en India: acabemos con ello juntos) de LawSikho.com (Haga clic en la imagen para leer el libro en Slideshare).

«El acoso sexual es como Dios, está en todas partes», dijo una activista india en broma sobre los continuos problemas del abuso de la mujer en India.

Y no termina con el acoso inicial. Un incidente reciente en el Instituto de Televisión y Cine Satyajit Ray [2] (SRFTI), un instituto de televisión y cine localizado en Kolkata, Bengala Occidental, India, ilustra cómo alzar la voz contra el abuso puede abrir la puerta a incluso más acoso a las víctimas.

El mes pasado, tres miembros del profesorado del SRFTI fueron expulsados temporalmente [3] debido a quejas de acoso sexual contra ellos. Las alegaciones se produjeron en una reunión en noviembre de 2015 de un número de estudiantes junto al presidente del Comité de Quejas Internas sobre Acoso Sexual. Los cargos incluían formar parte de humillaciones al aspecto de estudiantes en clase y hacer comentarios de naturaleza sexual. Otro profesor fue acusado de apoyar el acoso de un estudiante a sus compañeras.

Una estudiante del SRFTI que escribe bajo el nombre de Kunjila [4] reveló que era una de las denunciantes y que había acusado a su profesor de «forzarle a tener relaciones sexuales con él». Describió cómo la comunidad estudiantil se puso en su contra después de que se divulgase su identidad:

I am writing this blog post to update on the developments that have happened after i came out as the complainant who lodged the complaint against a professor in SRFTI who forced me to have sex with him. On 25th December 2015, Sri, whom i used to consider a friend, a student from the same batch as i, called up a meeting of all girls of the institute. The messages were on the whatsapp group which is called SRFTI General Body of which i am a member too. She had given the link to my blog post [5] and the report [6] in TOI (The Times of India). Another male batchmate remarked in the group that the last line of the report was ‘atrocious’.

Estoy escribiendo esta entrada del blog para actualizarles en los acontecimientos que han sucedido después de revelar que era la demandante que puso la queja contra un profesor en el SRFTI que me forzó a tener relaciones con él. El 25 de diciembre de 2015, Sri, a quién solía considerar una amiga, una estudiante de la misma promoción que yo, convocó una reunión de todas las chicas del instituto. Los mensajes estaban en el grupo de Whatsapp llamado Órgano General del SRFTI del que también soy miembro. Ella había dado el enlace a mi entrada del blog [5] y al artículo [6] en TOI (The Times of India). Otro compañero de mi promoción comentó que la última línea del artículo era ‘atroz’.

Y empeoró, como escribió en otra entrada del blog [7] el 3 de enero de 2016:

Meanwhile in SRFTI, where the crimes took place, people were busy ganging up against me. The first problem, as always, was that the reputation of the institute was getting tainted. On social media a few girl students put up posts saying they have never felt that SRFTI was unsafe for women. [..]

Some ex students took those posts as a good opportunity to judge my character and say that i was lying. One said that i was an ‘ugly woman’, another that i was a ‘psychiatric case with a history of suicide attempt’, a post by a female ex student suggested that this was probably personal vendetta. Another female student said that it was the classic case of boy calling ‘tiger tiger’ twice when there was no tiger.

Mientras tanto en el SRFTI, donde sucedieron los delitos, la gente estaba ocupada poniéndose en mi contra. El primer problema, como siempre, era que se estaba jugando con la reputación del instituto. En las redes sociales unas cuantas estudiantes pusieron entradas diciendo que nunca habían sentido que el SRFTI fuera inseguro para las mujeres. [..]

Algunos exestudiantes vieron esas fotos como una buena oportunidad para juzgar mi persona y decir que estaba mintiendo. Uno dijo que era una ‘mujer fea’, otro que era un ‘caso psiquiátrico con un historial de intento de suicidio’, una entrada de una exestudiante sugería que esto era probablemente una venganza personal. Otra estudiante dijo que era el clásico caso del chico diciendo ‘tigre tigre’ cuando no había ningún tigre.

‘A menudo este tipo de acoso no es visto como comportamiento ofensivo’

Entre abril de 2014 y marzo de 2015, había 75 casos documentados de acoso sexual [8] en institutos educativos superiores registrados en India.

La exjueza del Tribunal Supremo de India Sujata Manohar explicó en un seminario [9] que no existen leyes efectivas en India para abordar el acoso sexual en el lugar de trabajo, y que las guías del Tribunal Supremo son muy generales y por tanto se pueden interpretar de muchas maneras. Dijo [10] (archivo pdf):

One of the hurdles in dealing with this problem is that often such harassment is not recognized as offensive behaviour which can cause trauma and distress to the victim. Another myth is that the seriousness of sexual harassment has been exaggerated; most so-called harassment is actually trivial and harmless flirtation.

Uno de los obstáculos de lidiar con este problema es que a menudo este acoso no es reconocido como comportamiento ofensivo lo que puede causar trauma y angustia a la víctima. Otro mito es que se ha exagerado la seriedad del acoso sexual; la mayor parte de lo llamado acoso es realmente flirteo trivial e inofensivo.

En una página de opinión para la plataforma de comentarios en línea Daily O, Edmond Fernandes, el Director Ejecutivo del Centro para la Salud y el Desarrollo, Mangalore y Homolata Borah, una investigadora en el Centro para el Estudio del Desarrollo Regional en Nueva Delhi, sostuvieron [11] que ahora era el momento para el cambio:

It is time research scholars and post-graduates became very vocal about any untoward incident, be it inappropriate touch, a stare, sexual abuse, threat or bribery and immediately report the issue not only to the university authorities, but also the police, their family and friends so that it builds a cumulative pressure on the culprit to be brought to book and not let the case be hushed up.

It is also time that we witnessed institutional reforms and ensured that the promise of safeguarding women employees against sexual harassment is delivered.

Es hora de que los investigadores y posgraduados sean muy vocales sobre cualquier incidente inadecuado, sea un tocamiento inapropiado, una mirada, abuso sexual, amenazas o soborno e informen de la situación inmediatamente no solo a las autoridades universitarias, sino también a la policía, a sus familias y amigos para que se forme una presión acumulativa en el culpable para que rinda cuentas y que el caso no se silencie.

También es hora de que presenciemos reformas institucionales y aseguremos que la promesa de salvaguardar a las empleadas contra el acoso sexual se cumpla.

‘La víctima sigue siendo la excluida’

En Facebook, Gagan Judge [12] criticó la falta de apoyo a Kunjila que comprobó en el SRFTI:

I am amazed at SRFTI's women students who have extended almost no support to their fellow student. Some of the arguments I have heard from your male and female students are equally ugly and bunch of baloney. The saddest part in a sexual harassment case is what happens to the victim after she complains and I can see all the classical reactions here. «We are all safe. Our institute is being insulted!». No one is insulting your institute and good that you and many others are safe as you claim. That is how institutions survive. Some people are always safe but what about that one girl who has spoken against sexual harassment. Why aren't you girls holding her hand?

Estoy impresionado con las estudiantes del SRFTI que han mostrado casi ningún apoyo a su compañera. Algunas de las razones que he oído de estudiantes son desagradables y estúpidas. La parte más triste en un caso de acoso sexual es lo que le ocurre a la víctima después de denunciar y puedo ver todas las reacciones clásicas aquí. «Estamos todas seguras. ¡Están insultando a nuestro instituto!». Nadie está insultando a su instituto y al hecho de que ustedes y muchas otras chicas estén seguras como manifiestan. Así es como las instituciones sobreviven. Algunas personas siempre están a salvo pero qué pasa con la chica que ha alzado la voz contra el acoso sexual. ¿Por qué no están sosteniendo su mano?

Subal Kr. [13] comentó:

Does everybody seriously believe this will hurt SRFTI ‘image’? What is SRFTI image? Since we are all students of cinema, before jumping and judging, at least wait for the truth to come out. Because your dirty comments not only hurt the girl, but also will scare other human souls to speak out their sufferings.

¿En serio todo el mundo cree que esto perjudicará la ‘imagen’ del SRFTI? ¿Cuál es la imagen del SRFTI? Ya que somos todos estudiantes de cine, antes de saltar y juzgar, esperemos al menos a que salga la verdad a la luz. Porque sus sucios comentarios no solo harán daño a la chica, sino que también harán que otras almas humanas no expresen sus sufrimientos.

La galardonada directora de documentales Nishtha Jain, que dirigió el documental «Gulabi Gang» sobre un grupo de activistas indios contra la violencia sexual, habló sobre la doble moral que existe en una entrada de Facebook [14]:

The fact is that most women don't even realize that they are being sexually assaulted or coerced, they take it in their ‘stride’. Most women don't report and that's actually a disservice to other women. I myself have not reported several such incidents, including those that took place in [Film and Television Institute of India]. I regret that now because I know these men are serial violators. There should be a ‘violator list’ that women should circulate so that their fellow students/colleagues/friends can be made aware about the violator. [..]

I think Indian men need to learn to hear the NO. And women need to say the NO louder and clearer. This is not to say that there are no false cases filed against men. There are, but these are much less in number because it takes huge courage for a woman to register a complaint even today in 2016. It's still the victim who's ostracized, largely by the society while the men are usually forgiven and accepted by their girlfriends/wives/families/ friends/colleagues.

El hecho es que la mayoría de las mujeres ni si quiera se dan cuenta de que están siendo acosadas sexualmente o coaccionadas, lo toman con ‘calma’. La mayoría de las mujeres no denuncian y eso realmente es un perjuicio a otras mujeres. Yo personalmente no he denunciado varios incidentes de este tipo, incluyendo aquellos que ocurrieron en el [Instituto de Televisión y Cine de India]. Ahora lo lamento porque sé que esos hombres son violadores en serie. Debería existir una ‘lista de violadores’ que circulase entre las mujeres para que sus estudiantes/compañeras/amigas fuesen conscientes del violador. [..]

Considero que los hombres indios deben aprender a escuchar el NO. Y las mujeres necesitan decir que NO más alto y más claro. Esto no quiere decir que no existan casos falsos archivados contra hombres. Los hay, pero son mucho menores en número porque hace falta mucha valentía para que una mujer ponga una queja incluso hoy en 2016. Sigue siendo la víctima la que es excluida, en mayor medida por la sociedad mientras que a los hombres sus novias/esposas/familias/compañeros les suelen perdonar y aceptar.