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Activistas buscan disipar el estigma del aborto alimentado por las políticas del gobierno macedonio

Categorías: Europa Central y del Este, Macedonia, Activismo digital, Derecho, Derechos humanos, Educación, Juventud, Medios ciudadanos, Mujer y género, Política, Protesta, Salud
"My body, my rights!" - protest against anti-abortion law in Skopje, Macedonia, May 29, 2013. Photo by Vanco Dzambaski (CC BY-NC-SA). [1]

«¡Mi cuerpo, mis derechos!» Protesta contra la ley antiaborto en Skopie, Macedonia, 29 de mayo de 2013. Foto de Vanco Dzambaski (CC BY-NC-SA).

Las jóvenes activistas de la ONG H.E.R.A, que promueve la educación sanitaria, aprovecharon que el 10 de diciembre era el Día de los Derechos Humanos para lanzar en Macedonia una campaña [2] que desafía las restricciones del derecho de la mujer a decidir. Esta campaña, llamada «Se trata de ti», se compone de varios vídeos subtitulados en inglés [3] que ofrecen una amplia visión de los esfuerzos antiabortistas de la historia reciente del país.

El derecho de la mujer a decidir se estableció durante el periodo socialista y no fue un tema polémico durante aproximadamente medio siglo, hasta que el actual gobierno de derechas llegó al poder en 2006. En 2013, aprobó una nueva Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Según la publicación activista «Choice» [4] la ley anterior de 1972:

…was providing significantly broader protection of women’s reproductive rights. This Law did not include a mandatory written request, a mandatory and biased consultation, a mandatory 3-day waiting period, or any other administrative and procedural barriers that would have violated women’s reproductive rights or would have jeopardized women’s health and life.

… protegía significativa y ampliamente los derechos reproductivos de la mujer. Esta Ley no precisaba una petición obligatoria por escrito, una consulta obligatoria y tendenciosa, un periodo de espera obligatorio de tres días ni ningún otro tipo de barrera administrativa o procedimental que habría violado los derechos reproductivos de la mujer o habría puesto en peligro su salud y su vida.

Hacia el año 2008, una ONG desconocida hasta ese momento inició una campaña de «No al aborto» («Абортус не» [5]) con carteles que presentaban imágenes de fetos muertos. Poco después, el gobierno lanzó campañas oficiales antiaborto que incluían vallas publicitarias, carteles y costosos anuncios de televisión [6] que se mostraron a lo largo de varios años y que, básicamente, copiaban muchos de los tópicos usados por los antiabortistas de Estados Unidos. Por ejemplo, comparaban el aborto con el asesinato o difundían el miedo sobre riesgos médicos prácticamente inexistentes.

Un anuncio está protagonizado por una joven pareja embarazada. El futuro padre adolescente se muestra reacio hasta que la futura madre le dice que es un niño y, aparentemente, conocer el sexo del bebé le convence de que no deben abortar.

Otro de estos anuncios se centra en el compositor alemán Beethoven. De acuerdo con el anuncio, su madre quería abortar cuando estaba embarazada de él pero, como no lo hizo, la humanidad ha podido disfrutar de su talento.

En el primer vídeo de la campaña antiestigma lanzada el 10 de diciembre, las activistas comentan los efectos negativos de las campañas antiaborto del gobierno [7]en la opinión pública sobre el aborto. La experta en género Marina Trajkova señala: «El elemento sintomático es que una parte de la población masculina se ha llegado a crear una opinón basándose en los mensajes difundidos en esos vídeos».

El segundo vídeo trata sobre las protestas [8]de 2013 [9] contra los cambios de la ley que dificultaron la obtención de abortos legales y contra la manipulación mediática que los acompañó. El Parlamento adoptó estos cambios durante las vacaciones. La activista Ana Vasileva comenta: «Supongo que se eligió ese momento para la derogación porque gran parte de los activistas que expresarían su descontento estaban fuera… es decir, que no habría nadie para protestar o alzar la voz».

El tercer vídeo aborda los efectos de la ley derogada. En pocas palabras y tal y como dice la voluntaria Maja Mrmova: «Tras la adopción de la ley, a muchas mujeres macedonias se les negó el derecho a abortar».

Algunas mujeres que han sufrido los efectos de la nueva ley antiaborto se han atrevido a hablar sobre ello en público. En uno de los casos, una mujer embarazada cuya vida estaba en peligro por malformaciones del feto tuvo que suplicar nueve días [10] a las instituciones de salud estatales que le permitieran abortar. H.E.R.A. y otra organización, Reactor, han documentado casos de mujeres obligadas a mantener fetos muertos dentro de ellas [11] durante muchos días mientras sufrían las esperas obligatorias.

Los activistas están usando la etiqueta #АбортусСтигма [12] (Estigma del aborto) para encender el debate público a través de las redes sociales. Un usuario de Twitter recordó su reacción a uno de los anuncios de televisión del estado:

Me dan ganas de gritar cuando la enfermera del anuncio del gobierno dice: «Felicidades, acaba de matar a un niño».

Durante la proyección del anuncio [16] citado arriba, el organismo regulador de los medios de comunicación del país intervino y censuró el «acaba de matar». Por lo tanto, el anuncio ahora dice: «Felicidades, el aborto se ha realizado con éxito. –BEEP– un bebé sano que podría haber sido un niño o una niña preciosa…»

Como se trata de mí, la decisión de abortar o no debe ser mía, es mi derecho.

Limitar el derecho al aborto aumenta la violencia contra la mujer.

En lugar de campañas antiaborto, deberían dar una educación sexual completa en los colegios.