Críticas a la cobertura mediática de las protestas laborales en Túnez

A Tunisian protester holding up a sign which reads: Five years after the revolution!!! Tunisia??? Photo credit: Nawaat

Manifestante tunecina levanta una pancarta que dice: ¡Cinco años después de la revolución! ¿Túnez? Foto:Nawaat.

La cobertura mediática de las recientes protestas laborales en Túnez está bajo crítica.

Las protestas pidiendo trabajo y el desarrollo de las regiones empobrecidas comenzaron el 17 de enero en Kasserine, en el centro oeste del país, antes de extenderse por otras provincias diversas. El lunes, las manifestaciones continuaron dándose en varias regiones del interior, incluyendo Kasserine y Sidi Bouzid, donde comenzó el levantamiento que hizo caer al dictador Zine el Abidine Ben Ali en 2011.

A pesar de que se desarrollaron de forma pacífica la mayor parte del tiempo, hubo actos de saqueo y vandalismo que dieron pie al gobierno para imponer un toque de queda nocturno a partir del 22 de enero. Aunque los manifestantes se distanciaron de estos actos, los medios de comunicación se centraron en ellos, en lugar de dar suficiente cobertura a las demandas de los manifestantes, como apuntan los críticos.

La periodista Wajd Bouabdallah, que tuitea como Tounsia Hourra (tunecina libre), comenta a sus 113 mil seguidores de Twitter:

Los medios masivos tunecinos ya no cubren las demandas de los manifestantes, sólo el número de gente que rompió el toque de queda y el vandalismo y el pillaje. Esto es exactamente lo que algunos quieren.

Más adelante continúa, enlazando una publicación en su página de Facebook que dice:

Hace dos días, los medios tunecinos dejaron de cubrir las demandas de los manifestantes y comenzaron a cubrir noticias sobre el número de gente que rompió el toque de queda, y el vandalismo y el pillaje. Esto es exactamente lo que algunos quieren.

Es alucinante cómo las masas caen en la trampa.

Sí, hay saqueos y vandalismo, pero las protestas sociales no tienen ninguna relación con las bandas que son bien conocidas por el Ministerio del Interior. Ocurrieron saqueos la noche en la que Ben Ali escapó: todos vimos los diferentes tipos de tunecinos: los honestos y revolucionarios, y los maliciosos y ladrones, que se apresuraron a saquear los centros comerciales y las tiendas cuando desaparecieron las fuerzas de seguridad. Incluso vimos amas de casa haciéndolo. Vimos lo peor de los tunecinos. Los desempleados buscan un modo de vida digno, no un destornillador para desgoznar la puerta de una tienda.

Hay personas desempleadas y hambrientas en Túnez, no sólo en las zonas del interior sino también en la capital. A los redactores jefes de los periódicos: las noticias sobre la gente desviada deberían ir en las páginas de noticias judiciales. Las noticias sobre los desempleados y sus protestas deberían estar en las portadas.

Mientras tanto, Raja añade:

A nuestros hermanos árabes: no crean la exageración de los medios de comunicación. Sí, hay toque de queda en Túnez pero nuestra situación no es tan peligrosa como imaginan.

Moez Benja, activista de Redeyef, una ciudad empobrecida a pesar de sus ricos recursos mineros, tuiteó el 22 de enero:

Los medios tunecinos ignoran completamente las demandas de la juventud, centrándose en los daños de los locales vandalizados. Bien jugado.

En otro tuit, compartió el siguiente dibujo del caricaturista e ilustrador italiano Marco Marilungo. La caricatura muestra a los equipos informativos centrando su cobertura en un vándalo, mientras ignoran a una gran multitud de manifestantes pacíficos.

Todo está dicho.

Los informativos de la televisión nacional que se emiten a diario a las 8pm, hora local, también fueron criticados.

El periodista francés afincado en Túnez, Benoit Delmas, apunta:

Mirando los informativos de la televisión pública, no hay paro y no hay pobreza. Sólo vándalos. Un triste revés.

Escribiendo para Nawaat.org, el periodista Thameur Mekki analizó la cobertura de las protestas en Kasserine por los informativos de la televisión nacional el 19 de enero. Concluye:

Durant les 13 minutes consacrées aux contestations à Kasserine, les pouvoirs législatif et exécutif se sont exprimés alors que les principaux acteurs, les diplômés chômeurs, sont restés en sourdine. De quoi rappeler que les médias du service public, la Watania 1 en l’occurrence, ne se sont toujours pas débarrassés des séquelles de la mainmise du pouvoir politique sur les rédactions tout au long des décennies de la dictature. Du moins, ils n’ont toujours pas coupé le cordon ombilical qui les lie au  et à la bâtisse grise de l’avenue Bourguiba.

Durante los trece minutos dedicados a las protestas en Kasserine, se expresaron los poderes legislativos y ejecutivos, mientras que los actores principales, los graduados desempleados, quedaron enmudecidos. Hay que recordar que los medios de comunicación públicos, Watania 1, en este caso, no se han deshecho de los efectos secundarios de la dominación del poder político sobre las salas de prensa durante las décadas de la dictadura. O al menos, no han cortado el cordón umbilical que les conecta con el Palacio de la Kasbah [oficina del Primer Ministro] y el edificio gris de la avenida Bourguiba [Ministerio del Interior]

Las críticas llegaron cuando el presidente Beji Caid Essebsi acusó a los medios tunecinos y extranjeros de «inflamar la situación» al dar voz a aquellos que «empeoran la situación». Aunque no lo mencionó explícitamente, se estaba refiriendo a la aparición del oponente político y ex presidente interino Moncef Marzouki en el canal de noticias internacionales France24. En esa entrevista, Marzouki pidió elecciones legislativas anticipadas y la formación de un gobierno de unidad nacional.

Rana Jawad añade:

El presidente tunecino en televisión esta noche: dice que los medios de comunicación y algunos partidos políticos «echan leña al fuego» y llama a la gente a respetar la situación

Y algunos medios locales respondieron a la llamada de Essebsi. La edición del 24 de enero del periódico La Presse incluyó noticias sobre el partido en el poder Nidaa Tounes y el encuentro entre los partidos en el gobierno de coalición para apoyar al gobierno, y llama a los medios de comunicación a «preservar la estabilidad del país».

La Presse en morado para gloria del partido, del hijo [hijo de Essebsi] y del gobierno (el morado es el color de la bandera del partido de Ben Ali y es utilizado con frecuencia para describir a los medios de comunicación pro-gubernamentales).

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