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Los medios sociales caribeños analizan el complicado escándalo que rodea al incidente de Chris Gayle

Categorías: Caribe, Australia, Jamaica, Trinidad y Tobago, Deportes, Etnicidad y raza, Medios ciudadanos, Mujer y género, Periodismo y medios

Alrededor de cuatro semanas después del error [1] del criquetista de las Antillas Chris Gayle durante una entrevista en vivo con la periodista deportiva Melanie McLaughlin, los cibernautas caribeños todavía hablan del tema. El incidente desató un debate en línea acerca del sexismo arraigado en la cultura [2], el racismo [3] en el deporte y si Gayle fue convertido injustamente en chivo expiatorio [4].

El debate continúa tan acalorado como siempre. La bloguera Carolyn Joy Cooper, que escribe en Jamaican Woman Tongue [5], exploró la relación entre el (a menudo autoproclamado) atractivo sexual de Gayle y la raza en todo este alboroto.

Durante una entrevista con McLaughlin después de sus entradas en el torneo T20 (partidos de una sola jornada) para el equipo de críquet Melbourne Renegades en el partido de la Liga Big Bash contra los Hobart Hurricanes, Gayle comentó lo atractiva que le parecía la periodista. En una publicación en su blog Cooper señaló [5] que Gayle “no fue el primer atleta que se dejó llevar ante la glamorosa presencia de la señorita McLaughlin”:

In 2012, Australian soccer star Tim Cahill stepped up to the mike to be interviewed by the journalist and gave her a completely unexpected kiss on the cheek. Ms McLaughlin looked flustered. She was clearly taken by surprise. Perhaps she blushed. But she kept her cool. She gave a half-laugh and said, ‘OK.’ But was it?

As far as I can tell, not a bit of a fuss was made about that Cahill kiss. There was no talk of sexual harassment at the workplace. No fine. No call for a worldwide ban on Cahill. No bogus story that Cahill had exposed himself to an anonymous female who wandered into a male dressing room. Cahill is white and Gayle is black. Is that the difference in the treatment of the two athletes?

En 2012, el astro del fútbol australiano Tim Cahill se acercó al micrófono para ser entrevistado por la periodista y le dio un inesperado beso en la mejilla. McLaughlin lucía nerviosa. Ella claramente fue sorprendida. Tal vez se sonrojó. Pero logró controlarse. Le dedicó una media sonrisa y dijo, ‘OK.’ ¿Pero eso fue todo?

Hasta donde sé no le dieron demasiada importancia al beso de Cahill. No se habló de acoso sexual en el trabajo. No hubo multa. No hubo un pedido para prohibir a Cahill a nivel mundial. No hubo una historia falsa acerca de que Cahill se expuso ante una mujer anónima que merodeaba el vestuario de hombres. Cahill es blanco y Gayle es negro. ¿Es esa la diferencia en el trato entre los dos atletas?

Esto no quiere decir que Gayle no estuvo “muy fuera de lugar”. Cooper admitió que el comentario fue inapropiado, y agregó [5]:

What is so puzzling is that the interview started off quite professionally.

Lo que es desconcertante es que la entrevista comenzó con bastante profesionalismo.

Estableciendo una comparación con “la historia de Emmett Till”, un adolescente norteamericano negro que fue asesinado por presuntamente flirtear con una mujer blanca en 1955, Cooper también destacó [5] la arrogancia de Gayle después de que McLaughlin intentó llevar la entrevista a un rumbo más profesional, sugiriendo que pudo haber contribuido a las duras críticas en su contra:

Gayle is lucky. He’s not likely to be murdered for flirting with Mel McLaughlin on national television. But his career might take a hit. The Australian cricketer Ian Chappell is calling for a worldwide ban on Gayle. This punishment seems completely out of proportion to the offence. Gayle made a stupid mistake. But to ban him from cricket forever?

Gayle says it was an innocent joke. I’m inclined to believe him. And he made the pass out in the open on television. It was on show! To me, this makes the flirting less troubling than it might have been in private. But the image of an athletic black man flirting with a white woman remains threatening to ‘the boys’, even in the 21st century. That seems to be the real issue.

Gayle tiene suerte. No es probable que lo asesinen por intentar seducir a Mel McLaughlin en la televisión nacional. Pero su carrera podría resultar afectada. El criquetista australiano Ian Chappell está pidiendo que sea prohibido a nivel mundial. Este castigo parece completamente desproporcionado en relación a la ofensa. Gayle cometió un error estúpido. ¿Pero prohibirle jugar al críquet para siempre?

Gayle dice que fue una broma inocente. Tiendo a creerle. Y la hizo en la televisión abierta. ¡En un show! En mi opinión, esto convierte al incidente en algo menos problemático que si hubiera sucedido en privado. Pero la imagen de un hombre negro y atlético coqueteando con una mujer blanca sigue siendo una amenaza para ‘los muchachos’, incluso en el siglo XXI. Ese parece ser el verdadero problema.

Cada vez más esa parece ser la tendencia de la conversación. En el grupo de Facebook Wired868, el periodista deportivo Lasana Liburd criticó un [6]video [7] de varias personalidades del deporte haciendo avanzes a reporteras en entrevistas al aire, insinuando que Gayle no tuvo tanta suerte porque es negro:

…Did you realise that is a video of [Spanish footballer] Iker Casillas kissing his wife?! She was his girlfriend at the time.
Yes, he probably should not have kissed on air and she was embarrassed. But I think there is a pretty big difference to that and Chris Gayle's unwanted flirtation.
The caption under the video is startling ignorance. Mind numbing.

…¿se dieron cuenta que hay un video de Iker Casillas [futbolista español] besando a su esposa?! Ella era su novia en aquel entonces.
Sí, probablemente no debió besarla al aire y ella estaba avergonzada. Pero creo que hay bastante diferencia entre eso y el coqueteo no deseado de Chris Gayle.

El texto del video es de una ignorancia sorprendente. Abrumador.

Liburd continuó y etiquetó a su colega en este post [4], Rhoda Bharath, y a mí, que los entrevisté a ambos por el tema de Gayle. Él nos preguntó si habíamos “visto el video y cómo lo estaba interpretando la gente”. Bharath contestó:

how long and loudly am I allowed to steups? [teeth sucking, usually to express annoyance] Gayle did something that was stupid, sexist and unprofessional. Arguments based on moral relatavism not going to change that.

¿qué tan extensos y enérgicos se me permiten los comentarios? [dicho entre dientes, generalmente para expresar fastidio] Gayle hizo algo estúpido, sexista y poco profesional. Los argumentos basados en relativismo moral no van a cambiar eso.

Jamaica Woman Tongue estuvo de acuerdo, pero también señaló que debería existir un estándar general:

Of course, sexual harassment on the job is no laughing matter. And it’s not only women who are harassed. Men are also harassed by both men and women. The workplace ought to be a safe environment in which both men and women can work in peace without fear of unwanted sexual advances.

Por supuesto, el acoso sexual laboral no es un tema divertido. Y no solo las mujeres lo sufren. También los hombres son acosados tanto por hombres como por mujeres. El lugar de trabajo debería ser un ambiente seguro en el que hombres y mujeres puedan trabajar en paz sin temor de avances sexuales no deseados.

Para terminar con un comentario malvado, Cooper bromeó [5]:

Though the global condemnation of Chris Gayle’s flirting with Mel McLaughlin on the job seems over the top, the controversy over the incident is a welcome reminder that there are lines of propriety that should not be crossed.

I’m sure Chris Gayle will now think at least twice, if not more, about inviting any woman to have a drink with him. And certainly not on TV! But, hopefully, he will continue to enjoy the pleasures of appropriate flirting. After all, if he stopped, it would be such a waste of a deliciously sexy man.

Aunque la condena global al coqueteo de Chris Gayle con Mel McLaughlin en el trabajo parece exagerada, la controversia generada por el incidente es un grato recordatorio de que existen límites para lo que es apropiado que no deberían cruzarse.

Estoy seguro de que Chris Gayle ahora lo pensará dos veces, o más, antes de invitar a una mujer a tomar algo. ¡Y seguramente no lo hará en TV! Pero, espero que él siga disfrutando los placeres del coqueteo apropiado. Después de todo, si dejara de hacerlo, sería una pérdida considerando que se trata de un hombre exquisitamente sexy.