GV Face: Abandonó Brasil para vivir como un refugiado en Europa

Edgard Raoul, brasileño, abogado penalista y de derechos humanos, solía trabajar en un bufete de abogados de la ciudad de Sao Paulo. Sin embargo, tras varios meses sintiendo impotencia al ver imágenes y videos de personas huyendo de Siria y otras zonas en conflictos en un peligroso viaje hacia Europa, decidió abandonar su trabajo y dejar su vida atrás.

Quería vivir en primera persona la situación por la que estaban pasando los refugiados que huían hacia Europa. Para ello, comenzó su viaje en Turquía, y siguió su camino hasta la isla griega de Lesbos, Atenas, a través de Idomeni hacia Macedonia, Serbia, Eslovenia, Croacia, Austria y Alemania, viviendo con refugiados durante todo el trayecto.

Nuestra colaboradora para Medio Oriente y Norte de África, Faten Bushehri, le entrevista en Ámsterdam, ciudad donde Edgard se encuentra descansando para preparar su viaje a Medio Oriente. Edgard comenta que quiere entender de dónde provienen los refugiados.

En este episodio de GV Face, preguntamos a Edgard acerca de los motivos que le llevaron a dejar su vida atrás y qué ha aprendido al convivir con refugiados.

Edgard holding a child refugee who barely made it crossing over turbulent waters from Turkey to Greece. Photo belongs to Edgard.

Edgard sostiene a una niña refugiada que casi no consigue cruzar las turbulentas aguas entre Turquía y Grecia. Foto proporcionada por Edgard. Tomada en Lesbos.

Durante la entrevista, Edgard habló de una de las experiencias más inolvidables de su viaje, el rescate de una niña:

I was carrying a dead child in my arms (thinking) it’s not fair. It’s completely not fair.. it’s a child. I asked please, wake up, wake up, you just made it. It’s not fair to die right now. You arrived in Greece, let’s go. Let’s continue the journey. I put my hand on her chest to try to feel her heart.. and I could feel something. After 5 to 7 minutes, she started to open her eyes. And I took her to the doctors and then I ran to her father to give him the notice.. you know.. your daughter is alive, let’s go.. your daughter is alive! I’m sure it was the toughest moment, I was sure she was dead.

Llevaba a una niña muerta en mis brazos, pensando: no es justo, es completamente injusto, no es más que una niña. No paraba de decirle: ‘Por favor, despierta, despierta, lo has conseguido. Ahora no puedes morirte. Has llegado a Grecia, vamos. Sigamos el viaje.’ Puse mi mano en su pecho para intentar sentir sus latidos y pude sentir algo. Después de 5-7 minutos, empezó a abrir los ojos. Entonces la llevé a los médicos y luego corrí hacia su padre para darle la noticia: ‘tu hija, está viva, vamos, ¡tu hija está viva!’ Estoy seguro de que ese fue el momento más duro, estaba convencido de que estaba muerta.

 

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