La heridas que dejó el conflicto armado interno, entre 1982 y 1983, siguen abiertas y sedientas de justicia en Guatemala.Foto tomada de la cuenta en Flickr de Surizar. Bajo Licencia Creative Commons.
El pasado primero de febrero inició un proceso judicial histórico en Guatemala, al ser la primera vez que se realiza un juicio por violación y esclavitud sexual en conflictos armados [1] en el país. Mediante dicho proceso, once mujeres del pueblo maya-q’eqchi’ [2] buscan que se condene a los militares responsables de la violencia sexual y tratos inhumanos, crueles y degradantes que se cometieron contra ellas durante el conflicto armado interno [3], entre 1982 y 1983.
De acuerdo con Prensa Comunitaria [4], el Informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de Violaciones de los Derechos Humanos en Guatemala [5] señala que durante dicho periodo:
Las mujeres tuvieron que hacer turnos para lavar uniformes y cocinar a los soldados sin remuneración alguna, además sufriendo violaciones sexuales en repetidas ocasiones. Esta violencia sexual fue usada por el ejército como forma de control de cualquier mujer organizada percibida como “enemiga” o “subversiva”, ya que, según los relatos de estas mujeres, muchos de los esposos, hermanos o familiares suyos estaban organizados y luchando por su derecho a la tierra. Se entiende entonces que a las mujeres se les violó para “castigar a los varones” que reclamaron sus derechos y [para] aterrorizar a la población.»
Tal esclavitud sexual y doméstica se realizó en las instalaciones de un destacamento militar ubicado en la comunidad Sepur Zarco, en El Estor, en la zona de la Franja Transversal del Norte [6]. Los acusados de haber dirigido y consentido los abusos son el coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el ex comisionado militar Heriberto Valdez Asig, quienes están obligados a comparecer por los crímenes de guerra que se les imputan.
En el comunicado [7] emitido por Mujeres Transformando el Mundo (MTM), una de la organizaciones querellantes, se lee lo siguiente:
Gracias a la valentía de estas mujeres y del arduo trabajo que por más de seis años, Mujeres Transformando el Mundo ha llevado a cabo a través de un litigio estratégico, estamos hoy ante un caso emblemático de trascendencia internacional, al ser el primer juicio de esta naturaleza que es presentado ante el sistema de justicia interno. Constituirá también un ejemplo para la aplicación de una justicia con enfoque de género que visibilice las desigualdades históricas y el continuum de la violencia patriarcal contra las mujeres específicamente en un contexto como el conflicto armado interno.”
Desde 2009, Mujeres Transformando en Mundo (MTM) [8], en conjunto con la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (Unamg) [9], y el Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (Ecap) [10], constituyeron la Alianza Rompiendo el Silencio y la Impunidad [10] para acompañar a las mujeres guatemaltecas en su ruta hacia la justicia.
De acuerdo con la página de Facebook Juicio Sepur Zarco [11], las mujeres sobrevivientes de Sepur Zarco “siguen fortalecidas para culminar con este proceso y obtener una sentencia condenatoria”.
Sus voces hacia el final del siguiente video [12] son muestra de su fortaleza y perseverancia:
[…] No podía decir lo que tenía decir.
Pero hoy estoy contenta porque ya estamos en otro proceso.
Pero ahora, ya no es un camino de miedo para mí.
Es momento de decir y hablar. Que se deje de sufrir todo lo que sufrimos.
Que mis nietas, que otras mujeres ya no sufran lo que nosotras sufrimos. Hoy me siento contenta de que el juez haya aceptado la verdad que venimos a contar.
Nos levantamos. Caminamos y fuimos a buscar la justicia.
No cabe duda que este proceso manifiesta la enorme valentía de las mujeres q'eqchie's. Tal como lo señala la periodista guatemalteca y defensora de derechos humanos, Iduvina Hernández [13]:
[…] A pesar del estigma social, a pesar del dolor y a pesar de la vergüenza, estas mujeres, verdaderas orquídeas de acero, se levantan sobre sus endurecidos pies y alzan el rostro en unidad y con dignidad. Habrán de enfrentar cara a cara a dos de sus verdugos. Serán vencedoras porque la violencia que les propinaron fue incapaz de aniquilarlas. Han estado en unidad, van todas juntas como una, con un solo corazón, van a compartir la comida de la fiesta de la justicia y al final se sentarán detrás de un solo fuego (chire jun chi xam) y detrás de una sola taza a compartir la bebida de la dignidad.”
Sigue la transmisión del juicio desde este link [14].
Las actualizaciones del caso también se podrán consultar en la página de Facebook Juicio Sepur Zarco / Alianza Rompiendo el Silencio [15] y en la cuenta de Twitter Caso Sepur Zarco [16].