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Movimiento por toallas sanitarias asequibles y accesibles en el sur de Asia

Categorías: Asia del Sur, Bangladesh, India, Nepal, Activismo digital, Ambiente, Buenas noticias, Derechos humanos, Desarrollo, Economía y negocios, Ideas, Juventud, Medios ciudadanos, Mujer y género, Salud, Tecnología
Mass Community Health Teaching in Accham, Nepal - Sunita showing how to make a cloth pad. Image from Flickr by Possible. CC BY 2.0 [1]

Enseñanza masiva comunitaria sobre salud en Accham, Nepal – Sunita muestra cómo hacer una toalla sanitaria de tela. Imagen de Flickr por Possible. CC BY 2.0.

En muchas culturas y sociedades alrededor del mundo, existe un estigma vinculado a la menstruación. Las niñas en países en desarrollo pierden hasta una semana de escuela o trabajo cada mes debido a la falta de productos sanitarios, instalaciones inadecuadas y la verguenza asociada con los periodos.

Las deficiencias educativas y la pobre higiene durante la menstruación pueden llevar a molestias, erupciones e infecciones.

Sin embargo, en Bangladesh, India y Nepal, hay varios esfuerzos en curso para ayudar a hacer que las toallas sanitarias sean asequibles y accesibles a las mujeres del pueblo.

El mensaje se difunde en Bangladesh

En Bangladesh, las toallas sanitarias disponibles en el mercado son costosas. Las que son manufacturadas en el exterior cuestan más de 120 taka bangladesís (US $1.50) ya que hay un impuesto adicional del  60% a las importaciones.

Pero una marca producida localmente llamada Joya, que cuesta 60 taka (US $0.75) por 8 unidades, no cumple con los estándares, de acuerdo a la blogger y activista Marzia Prova [2]:

«জয়া» র এত প্রচারণা দেখে, “দেশি জিনিষ ব্যবহার করব না মানে” টাইপ ভাব নিয়ে জয়া ব্যবহার করলাম। [..] ইউজ করতে গিয়ে দেখি প্যাডের আঠা জাস্ট একটু খানি। প্যান্টির সঙ্গে ঠিক ভাবে এটাচড থাকে না। যেকোনো মুহূর্তে পড়ে যাবার সম্ভাবনা থাকে । তারপর উপরের কভার ভীষণ খসখসে, আমার তিনদিনের মাথায় জঙ্ঘায় লাল র‍্যাশ উঠে পড়ে। [..]

ভাবা যায়, দেশের পিরিয়ড হওয়া নারীর সংখ্যা ৫ কোটির ও বেশী। অথচ এই দেশে “মেইড ইন বাংলাদেশ” স্যানিটারি ন্যাপকিনের সংখ্যা মাত্র দুইটা নিদেনপক্ষে তিনটা, এবং তার একটাও মানসম্মত নয়, কোনদিক থেকেও ! এটা আসলে কার উদাসীনতা ! দেশের সর্বস্তরের নারীদের স্যানিটারি ন্যাপকিন ব্যবহারের প্রতি আগ্রহ তৈরি লক্ষে প্রচারণা চালান হয়, অথচ দামে এবং মানে দেশের একটা প্যাডও ভাল নাই। সব শ্রেণীর মেয়েদের কাছে প্যাড পৌঁছে দিতে কি আসলে কেউই প্রকৃতপক্ষে আগ্রহী নয়?

Luego de ver la gran publicidad con bombos y platillos, empecé a usar «Joya» con el entusiasmo que le reservo a los productos locales. [..] Ví que el adhesivo de la toalla es inadecuado. No se pega a la ropa interior y es proclive a deslizarse. Su cubierta es muy áspera, me salió una erupción en mi muslo sólo en tres días.

Pueden creerlo, en nuestro país deben haber 50 millones de mujeres que menstrúan. ¡Pero sólo dos o tres productos sanitarios femeninos son «hechos en Bangladesh» y su calidad no es lo que se espera!  ¿Quién es responsable de esta negligencia? Vemos campañas por todo el país para sensibilizar más a las mujeres respecto al uso de toallas higiénicas sanitarias, pero no hay toallas asequibles y de calidad en el país. Parece que nadie está interesado en proveer toallas gratuitas o asequibles a cada mujer en el país.

No obstante, hay personas que están haciendo algo al respecto. Las niñas de un centro de acogida (hogar albergue) en Daca, dirigido por la ONG llamada Oporajeyo Bangladesh, están fabricando sus propias toallas [3] a mano con un costo de sólo 4.50 taka (US $0.06).

La organización provee albergue a estas niñas con pasados trágicos, las entrena y rehabilita para que vayan a la escuela o trabajen en diferentes fábricas de prendas de vestir o salones de belleza. En una entrevista con  Feminism Bangla, un blog feminista, el director ejecutivo de la organización, Wahida Banu, explicó [4] su sueño de comercializar el producto:

অপরাজেয় বাংলাদেশ পথশিশুদের নিয়ে কাজ করে। আমরা এখানে প্রত্যেক শিশুকে রিপ্রডাক্টিভ হেলথ, এইচআইভি প্রভৃতি নিয়ে সেমিনার করি, ক্লাস করি, শিক্ষা দেই। বলি ৩ থেকে ৬ ঘণ্টা পর পর প্যাড বদলানোর কথা। এরাই যখন মেইন্সট্রিম স্কুলে যায়, তখন নিজেরাই সে স্কুলে বাচ্চাদের এই বিষয়ে ধারণা দেয়, যেটা টিচাররা পর্যন্ত এড়িয়ে যায়। [..]

আমার মেয়েগুলো ক্লাসে যাচ্ছে, ফ্রেন্ডদের বলছে, ওরা আগ্রহ পাচ্ছে। এখন এসে বলছে ওদের ফ্রেন্ডরাও প্যাড চায়। [..] অনেকের কাছে অফার পেয়েছি এক টন তুলা, বা এক টন ইলাস্টিক তারা কিনে দিতে প্রস্তুত। লটে যখন তুলা বা ইলাস্টিক কেনা হবে তখন প্যাডের দাম আরও কমে যাবে। মরার আগে বাংলাদেশে আমি ৪ থেকে ৫ টাকার প্যাড করেই যাব।

Oporajeyo Bangladesh trabaja con niñas de la calle. Enseñamos a cada niña sobre salud reproductiva, VIH, etc. Les decimos que se cambien la toalla cada tres o seis horas. Cuando van a una escuela convencional, transmiten este conocimiento a otras niñas, aún si los profesores no les enseñan esto. [..]

Nuestras niñas le cuentan a sus amigas en la clase, y ellas también están interesadas. Entonces vienen a nosotros diciendo que sus amigas quieren las toallas. Recibimos un ofrecimiento de otros, que están dispuestos a ayudar con la compra de las materias primas en grandes cantidades  — 1 tonelada de algodón o 1 tonelada de gomas elásticas. Cuando podemos comprarlos en grandes cantidades, el costo será menor. Antes de morir, quiero producir toallas sanitarias que cuesten 4 o 5 taka.

Una ‘revolución’ en India y Nepal

En Nepal, hay un número [5] de proyectos de toallas sanitarias [6] que capacitan a mujeres locales para coser kits de toallas sanitarias. Un enorme problema al usar los métodos tradicionales es lavar los paños para reusarlos y secarlos de una manera higiénica sin demasiada exposición. Estudiantes del Art Center College of Design en California han construido [7] una herramienta de bajo costo y de fácil uso para lavar y secar paños sanitarios reusables.

Y en India, Arunachalam Muruganantham [8], un desertor escolar de una familia pobre del sur de India quien se volvió emprendedor social, ha ‘revolucionado’ [9] la salud menstrual para mujeres de áreas rurales al inventar una simple máquina que fabrica toallas sanitarias baratas. Sus máquinas han sido instaladas en más de 1,300 aldeas en 23 de los 29 estados en India. Una máquina manual cuesta alrededor de 75,000 rupias indias (US $1100) y puede proveer empleo a 10 personas. La máquina puede producir hasta 250 toallas al día, que cuestan cerca de 2.5 rupias (US $0.04) cada una.

Según una encuesta del 2011 [10] hecha por AC Nielsen, sólo 12% de los 355 millones de mujeres indias que menstrúan  — comparado con el 88% en Japón, 64% en China y cerca de 100% en Singapur y Japón — usan toallas higiénicas, y un 70% de las mujeres dicen que las familias no tienen dinero suficiente para comprarlas. El resto recurre a alternativas antihigiénicas como paños con algodón no higienizados, que algunas veces combinan cenizas y cascarillas de arena.

Muruganantham, quien fue reconocido en el 2014 entre las 100 Personas más influyentes en el mundo por la revista Time, compartió en una charla en TED [11] cómo comenzó su movimiento por toallas sanitarias en India.

Su máquina fue supuestamente replicada [12] en Jordania para ayudar a los refugiados sirios.

El impacto en el ambiente

Inspirados por Muruganantham, más y más empresas sociales [13] han sido lanzadas en India para manufacturar toallas sanitarias más baratas. Sin embargo, también hay críticos que dicen que centrarse en toallas sanitarias e ignorar los tradicionales paños usados para la higiene menstrual no es sostenible. Sinu Joseph [14], un educador sobre salud menstrual de India, comenta:

The hypocrisy is such that while foreign organizations are promoting the need to introduce sanitary napkins in India by saying that 88% of Indian women are using cloth, in their own country they are promoting reusable cloth pads and menstrual cups, citing environmental reasons. If that is the case, then India is far ahead of the rest of the world in being environment friendly. [..]

What we do need is a simple solution of providing information in schools and communities on maintaining menstrual hygiene, be it with cloth or pads. And leave it to women to decide what they wish to use.

La hipocresía es tal que mientras organizaciones extranjeras están promoviendo la necesidad de introducir toallas sanitarias en India al decir que 88% de las mujeres indias usan paños, en sus propios países están promoviendo los paños de tela reusables y copas menstruales, citando razones ambientales. Si ése es el caso, entonces India está por delante del resto del mundo en ser respetuoso con el medio ambiente [..]

Lo que necesitamos en realidad es una solución simple para proveer información en las escuelas y comunidades sobre mantener higiene menstrual, ya sea con paños o toallas. Y dejar que sean las mujeres quienes decidan qué desean usar.

Luego, también esta la pregunta de cómo deshacerse de las toallas. Pensar en una manera higiénica para deshacerse de las toallas sanitarias, llevó a Kathy Walkling al negocio de fabricar toallas sanitarias biodegradables [15] como parte del grupo indio formado sólo por mujeres Ecofemme que produce y exporta toallas sanitarias de tela de comercio justo de India a 14 países alrededor del mundo. Otras organizaciones en India han empezado a producir toallas transformables en abono [16] como las toallas Azadi y Anandi.

La salud e higiene menstrual no son sólo un tema de mujeres. Si una gran parte de la población está siendo frenada por un problema que usualmente es ignorado, entonces afecta a la población en su totalidad. Si tan sólo los hacedores de política pudieran reconocer y aceptar esta verdad.