Este artículo apareció originalmente en iranhumanrights.org y está publicado aquí en colaboración con la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán (ICHRI).
Primero lo llamaron «matrimonio blanco». Ahora «unión en negro». Pero no importa de qué forma prefieran calificar los funcionarios iraníes esta creciente tendencia de parejas jóvenes (y no casadas) viviendo juntas, se está volviendo más y más frecuente.
Este fenómeno está directamente relacionado con las desigualdades económicas entre los hombres y las mujeres iraníes, declaró un sociólogo anónimo a la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán.
Por ejemplo, cada vez más mujeres prefieren convivir con sus parejas fuera del matrimonio ya que hombres y mujeres no disfrutan del mismo estatus bajo la ley iraní.
«La mayoría de condiciones recogidas en los contratos matrimoniales son favorables para los hombres», comenta el sociólogo, especializado en estudios de la mujer. «Los hombres tienen más derechos en cuanto al divorcio, o a la hora de fijar el lugar de residencia, y para controlar los viajes de sus esposas, además de su educación y su empleo».
Los hombres y mujeres iraníes tampoco gozan de muchas oportunidades para interactuar unos con otros a lo largo de su crecimiento debido a la segregación por género—impuesta a nivel tanto estatal como familiar—por lo que los «matrimonios blancos» son considerados una forma de que las parejas estén juntas sin necesidad de líos burocráticos.
«Este tipo de estilo de vida permite a las mujeres y a los hombres disfrutar de su convivencia bajo un techo sin ninguna clase de complicación», especialmente cuando las estadísticas oficiales muestran que muchos matrimonios acaban en divorcio, explicó el experto.
Pero el sociólogo advirtió que la creciente oposición del gobierno a los denominados «matrimonios blancos» podría poner en peligro a las mujeres en Irán, que ya cuentan con menos derechos que los hombres según la constitución de la República Islámica.
«Si una mujer es agredida por su pareja, no tendrá protección legal», comentó el sociólogo a la Campaña. «En su caso, la policía y las autoridades judiciales la interrogarán sobre su estado marital, y si no está casada legalmente, tendrá muchos problemas».
Dado que la convivencia fuera del matrimonio suele llevarse en secreto, oculto para los padres iraníes tradicionales, las mujeres podrían estar también menos dispuestas a buscar apoyo familiar incluso en el caso de estar sufriendo abuso físico o psicológico por parte de sus parejas.
Bajo la Sharia, los hombres y las mujeres deben registrar su unión marital. El Estado considera que aquellos que optan por no hacerlo están viviendo en pecado y cometiendo adulterio, un delito que se castiga con la pena de muerte.
Pero cada vez más jóvenes iraníes están eligiendo correr ese riesgo.
Considerando esta creciente tendencia como una amenaza para los ideales revolucionarios, los funcionarios del Estado están condenando esta elección de estilo de vida a través de palabras y acciones. «La disminución de las estadísticas de matrimonio es una seria amenaza y, lamentablemente, muchos jóvenes se han apuntado a estos «matrimonios blancos», que son un nuevo mal y un duro golpe para la familia», declara Seyed Reza Salehi Amir, un consejero del presidente iraní Rouhani.
Añadió que, en comparación con el año anterior, los matrimonios han disminuido un 6,5% y los divorcios han aumentado un 4,5%.
«La República Islámica de Irán es una de las pocas sociedades en las que los cambios son muy rápidos, y estos cambios tan vertiginosos son preocupantes», comentó.
El Club de Jóvenes Periodistas, asociado a la organización estatal de medios de comunicación, ha atribuido el aumento de parejas no casadas a la infiltración de «las libertades y la modernidad de occidente» en la sociedad iraní.
El portavoz de Asuntos Culturales del Poder Judicial ha instado también a los medios de comunicación a «dejar de referirse a este fenómeno inapropiado como «matrimonio blanco» y, en lugar de eso, llamarlo «unión en negro»».
Durante el verano de 2015, el gobierno anunció la puesta en marcha del proyecto «Promoción de la Familia Estable» en la provincia de Teherán, que pretendía combatir los «matrimonios blancos», descritos como un «concepto importado e incompatible con la armonía y la felicidad de la familia iraní».
Mientras tanto, algunos académicos iraníes están insultando y humillando públicamente a las mujeres que eligen convivir con sus parejas.
«Las mujeres involucradas en esos «matrimonios blancos» solamente permanecen en la relación mientras son jóvenes y guapas», declaró el sociólogo Amanollah Gharaee Moghaddam en el diario conservador Entekhab.
«Después de eso se convertirán en prostitutas», concluyó.