La próxima vez que vayas a Moscú, no te molestes en buscar shawarma

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No te molestes en buscar un shawarma en Moscú (El alcalde Sobyanin se balancea en una bola de demolición) Imagen editada por Kevin Rothrock.

Moscú se despertó la semana pasada encontrándose con que la ciudad tenía una nueva cara. Antes del amanecer del 9 de febrero, la oficina del alcalde lanzaba una enorme campaña para demoler aproximadamente un centenar de pequeños negocios, que los funcionarios consideran que fueron construidos ilegalmente. Lo que son escombros hoy, fueron tiendas, cafés y quioscos hace solo unos días.

Moscú ha estado en guerra durante años con los negocios que colonizaron los espacios vacíos de la ciudad en los 90. Las demoliciones de este mes son otro episodio de esta larga batalla, pero éstas sobresalen por su magnitud.

Estación de metro Chistye Prudy. Noche de las lasgas excavadoras. [Broma adaptando «Noche de los cuchillos largos»—la purga nazi homicida que tuvo lugar en 1934]

Al menos 104 construcciones han sido puestos en la lista para ser demolidos, la mayoría de ellos en el centro de Moscú, en bien conocidas y turísticas áreas como Chistye Prudy, Kropotkinskaya, Arbatskaya, o la Plaza Pushkin.

Las excavadoras y perforadoras trabajaron durante la noche, con un fuerte apoyo policial y, para el amarecer, las ruinas se esparcían por la ciudad. Dada la velocidad y el secretismo de la campaña, tanto simpatizantes, como críticos y bromistas de Internet por igual lo comparaban más tarde con una operación militar.

Anoche cerca de la estación de metro de Novoslobodskaya, un ataque aéreo de precisión destruye las oficinas centrales de Daesh [ISIS].

En una publicación en un blog de Vkontakte, la red social más popular en Rusia, el alcalde Sergei Sobyanin justificaba las demoliciones por motivos de seguridad pública:

Сегодня снесли строения, незаконно возведенные на инженерных коммуникациях и над технической зоной метро, опасные для москвичей. Объекты возведены, в основном, в 90-е годы при явном попустительстве либо содействии чиновников.
Места, где находились эти объекты, благоустроим.
Прежним владельцам при их желании предоставим возможность построить торговые объекты в других местах и уже на законных основаниях.

Hoy hemos demolido construcciones con acceso ilegal a líneas de servicio público sobre zonas técnicas del metro de Moscú, lo que causaba riesgo para la seguridad de los moscovitas. Las construcciones datan principalmente de la década de 1990 con, obviamente, connivencia o complicidad de los funcionarios. Se les ofrecerá a los antiguos propietarios de estas construcciones la oportunidad de construir sus tiendas en otros lugares, si así lo quieren, esta vez en terrenos legales.

El ultra-nacionalista Movimiento por la Liberación Nacional ofrecía su propia justificación, más bien rara, para las demoliciones:

[…] московское метро, это стратегический военный объект №1 в Москве. В случае ракетно-ядерного удара США/НАТО – подходы в метро должны быть максимально освобождены, чтобы успело спастись максимально большее количество людей. Поэтому, всегда думайте головой, а не эмоциями, когда видите то или иное событие.

El metro de Moscú es el objetivo estratégico número uno de Moscú. En caso de ataque con un misil nuclear por los EE. UU. o la OTAN, las entradas al metro deben ser tan accesibles como sea posible, con el fin de rescatar a la mayor cantidad de personas posible. Así, deberías pensar más con la cabeza que con las emociones, cuando miras a varios incidentes.

Desde el punto de vista estético, las construcciones ahora derruidas fueron casi universalmente vilipendiadas, y la mayoría eran a menudo descritos con términos como «monstruoso» o «funesto». Estos improvisados mini centros comerciales son cada vez más deslumbrantes —especialmente en el centro de Moscú— donde la ciudad ha visto los inicios de la «hipsterización». Empezando por la completa renovación del Parque Gorky y el antiguo centro de exhibición soviético VDNKh, la ciudad ha mostrado su disposición a elevar a los llamados estándares europeos algunos espacios públicos.

Defensores de tal transformación urbana han reformado estos engendros de negocio en símbolo de algo que fue mal en la ciudad en el periodo post-soviético: la anarquía, pobreza y corrupción del anterior alcalde Yuri Luzhkov.

Entre estos defensores se encuentra Ilya Varlamov, un popular bloguero y fotógrafo y quizá el más arduo partidario en Rusia del carril bici, zonas peatonales y cualquier cosa que pueda hacer la ciudad «civilizada». La nueva página web de Varlamov, Moslenta.ru, dedicada enteramente a Moscú, ha llevado a cabo reportajes en vivo desde el lugar de las demoliciones, documentando qué ha sido reducido a escombros.

Mientras que muchos consideran los improvisados mini centros comerciales de la ciudad como odiosos, no todos los moscovitas aplauden su destrucción. Las tácticas del alcalde Sobyanin (equipo nocturno de demolición, actuando rápido y libremente con documentación legal y procesos judiciales) ilustran muchos de los dilemas con la jurisprudencia rusa.

Maxim Katz, un activista liberal en el campamento de Varlamov, resumía la situación como sigue:

1. Строения сейчас находятся в собственности, их постройка с властями была согласована и это никакой не самострой, конечно,
2. Согласования эти получены в нарушении действующих тогда правил с помощью заноса мешков с наличными в кабинеты тех людей, которые отвечают за выдачу согласований (и в более высокие кабинеты),
3. Мэрия придумала сложную юридическую закавыку позволяющую ей снести эти объекты без решений судов так как они находятся рядом с коммуникациями.

1. Estas construcciones tienen dueño legal y su construcción obtuvo la aprobación de la ciudad. Difícilmente eran «construcciones sin autorización» o algo parecido.
2. Obtuvieron este consentimiento violando las leyes que existían en aquel momento, llevando bolsas de dinero a las oficinas de las personas que daban estos permisos (incluso a personas de alto rango).
3. La oficina del alcalde llegó con un complicado esquema legal permitiendo que estas construcciones fueran derribadas con una orden judicial, centrándose en su proximidad a las líneas de servicio.

El activista anti corrupción Alexey Navalny (quien desafió a Sobyanin en la carrera por la alcaldía de Moscú en 2013, y casi forzó una segunda vuelta electoral) pide proceso en contra de los responsables que entregaron los permisos a los negocios en un primer momento:

Заявлено, что снесут 104 объекта. Мне дайте, пожалуйста, 104 уголовных дела или административных дела или хотя бы дисциплинарных дела против бывших и нынешних чиновников, разрешивших или «не заметивших» строительство.

[La ciudad] anunció la demolición de 104 construcciones. Así que me gustaría, por favor, 104 casos criminales, o administrativos, o al menos faltas disciplinarias contra los anteriores y actuales oficiales del estado que permitieron o «no se dieron cuenta de» estas construcciones [ilegales].

Mientras que la discusión ha tocado muchos problemas políticos importantes, los moscovitas también muestran una cierta nostalgia por una deteriorada era de shawarmas baratos y vulgares tiendas que brotaron desde los vestigios de la URSS.

“La próxima vez que vayas a Moscú, prueba el shawarma”

Sea lo que sea que venga después para la ciudad de Moscú, es incierto. Los dueños de los negocios muy difícilmente conseguirán una compensación, aunque ya han prometido denunciar. El jefe de despacho del presidente Putin ha recomendado dejar los espacios cercanos a las estaciones de metro vacíos, para devolver la grandeza de la era soviética. Algunos sospechan que los funcionarios de la ciudad venderán nuevos permisos fraudulentos a una nueva ola de empresarios, volviendo a empezar el ciclo de ilegalidad y corrupción. Hasta ahora, sólo una cosa es segura: el alcalde Sobyanin sigue comprometido con más demoliciones.

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