Cuando Estados Unidos invadió Filipinas en 1899, aseguraron que era una misión para introducir civilización y democracia modernas en la antigua colonia de España. Tal vez para convencer al público estadounidense de que había que apoyar el esfuerzo bélico, los filipinos eran representados en la prensa como salvajes que necesitaban ser educados en un gobierno autónomo. La representación racista de los filipinos se reflejaba en varias caricaturas en periódicos y revistas publicadas durante fines de 1890 y comienzos de 1900.
En la década pasada, estudiosos filipino-estadounidenses revisaron estas caricaturas y otro material de propaganda que exponía cómo el gobierno de Estados Unidos trató de ocultar su agenda agenda describiendo la ocupación como una acto de benevolencia.
Lo que las caricaturas no lograron ilustrar es que ya existía una República Filipina cuando los soldados estadounidenses llegaron en 1898. Además, los revolucionarios filipinos ya habían derrotado a las fuerzas coloniales españolas, que gobernó Filipinas durante más de 300 años. Las caricaturas no mostraban que la posterior guerra entre tropas filipinas y estadounidenses mataron a más de un millón de personas en el país. La guerra terminó en 1901, pero fue recién en 1946 cuando Filipinas obtuvo su independencia.
Echemos un vistazo a algunas de estas caricaturas, que están archivadas en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
El texto debajo de la imagen dice:Uncle Sam (to his new class in Civilization): Now, children, you've got to learn these lessons whether you want to or not! But just take a look at the class ahead of you, and remember that, in a little while, you will feel as glad to be here as they are!
El texto debajo de la imagen dice:Tío Sam (a su nueva clase de Civilización): Ahora, niños, deben apernder estas lecciones, ¡quieran o no! Pero echen un vistazo a la clase delante de ustedes, y recuerden que en un momento, ¡estarán tan contentos de estar aquí como lo están ellos!
Uncle Sam — Gosh! I wish they wouldn't come quite so many in a bunch; but, if I've got to take them, I guess I can do as well by them as I've done by the others!
Tío Sam — ¡Dios! Me gustaría que no hubieran venido en grupo, pero si debo aceptarlos, ¡creo que puedo hacerles tanto bien como he hecho con otros!
El líder de la recién establecido República Filipina fue descrito como un dictador:
El gobierno de Estados Unidos insistía en que el fin era educar a los filipinos:
El texto debajo de la imagen dice:
Uncle Sam: You have seen what my sons can do in war — now see what my daughters can do in peace.
Tío Sam: Ya has visto lo que mis hijos pueden hacer en la guerra — ahora mira lo que mis hijas pueden hacer en la paz.
Las dos caricaturas siguientes retratan a los filipinos como bárbaros que necesitaban ser rescatados por la civilización estadounidense: