La premiada periodista estadounidense Anna Therese Day fue arrestada en Bahréin, junto con tres miembros de su equipo, también estadounidense, por cubrir las protestas que marcan el quinto aniversario de las protestas al estilo de la primavera árabe, que aún continúan hoy en día.
Ella fue deportada el 16 de febrero, junto con su equipo, luego de pasar un día detenida. El equipo fue arrestado durante una manifestación en Sitra, y acusado de tomar parte en una protesta ilegal y entrar en el país bajo un pretexto falso.
Bahréin habitualmente niega la entrada al país a periodistas extranjeros (Bahrain Watch's Access Denied tiene un informe más detallado aquí), junto con trabajadores de ONG y activistas de derechos humanos — básicamente cualquier persona que criticaría al país por sus medidas enérgicas contra las protestas, libertades civiles, libertad de expresión y derechos humanos.
En una serie de tuiteos, el Ministro del Interior bareiní acusó a Day y su equipo de tomar parte en protestas «ilegales»:
القبض على أربعة أشخاص يحملون الجنسية الأمريكية إثر ضبط أحدهم ملثما خلال مشاركته مع عناصر تخريبية في سترة..يتبع
— Ministry of Interior (@moi_bahrain) February 15, 2016
Cuatro estadounidenses han sido arrestados luego de que uno de ellos fue encontrado con su rostro cubierto durante su participación con alborotadores en Sitra
تم ضبط الآخرين بإحدى نقاط السيطرة الأمنية بذات المنطقة..يتبع
— Ministry of Interior (@moi_bahrain) February 15, 2016
El resto fue arrestado en un puesto de control de la policía en la misma área
المذكورين دخلوا البلاد بتاريخ 11 و12 فبراير وقدموا معلومات مغلوطة للجهات المعنية حيث ادعوا بأنهم قد قدموا إلى البحرين بغرض السياحة..يتبع
— Ministry of Interior (@moi_bahrain) February 15, 2016
Aquellos que fueron arrestados, entraron a Bahréin el 11 y 12 de febrero y presentaron información errónea a las autoridades correspondientes diciendo que venían a Bahréin por turismo
المقبوض عليهم زاولوا نشاط إعلامي دون تصريح بالإضافة لارتكابهم أعمالا مخالفة للقانون،وتم اتخاذ الإجراءات القانونيةوإحالة القضية للنيابةالعامة
— Ministry of Interior (@moi_bahrain) February 15, 2016
Aquellos que fueron arrestados trabajaron en medios de comunicación sin permiso además de cometer actos que quebrantan la ley. Acciones legales han sido tomadas contra ellos y han sido remitidos al fiscal.
Acusar a periodistas de quebrantar la ley por cubrir noticias no es nuevo en Bahréin. Más recientemente, el fotoperiodista Ahmed Al Fardan fue sentenciado a tres meses en prisión por tomar fotografías de las protestas. Fue culpado de tener «intención» de protestar. Acusar a periodistas de tomar parte en las protestas no pasó desapercibido para activistas y amigos quienes dieron la voz de alarma luego del arresto de Day.
En Twitter, el periodista C. Robert Gibson exhortó a sus seguidores a quejarse:
Bahrain detained my friend and colleague @ATDLive for the crime of journalism. Share this far and wide: https://t.co/bZbN5m5qXz#FreeAnnaDay
— C. Robert Gibson (@crgibs) February 16, 2016
Bahréin detuvo a mi amiga y colega @ATDLive por el crimen de periodismo. Compartan ampliamente:
Otros, como Sally Kohn, pidieron la liberación de Day bajo la etiqueta #JournalismIsNotACrime:
Sad & angry to learn my friend @ATDLive arrested in Bahrain w/ her crew. @BahrainEmbDC#FreeAnna NOW! #JournalismIsNotACrime
— Sally Kohn (@sallykohn) February 16, 2016
Triste y molesta al enterarme que mi amiga @ATDLive fue arrestada en Bahréin con su equipo.
Pero el periodismo es un crimen en Bahréin. La periodista bareiní Nazeeha Saeed lo debe saber. No sólo fue torturada por hacer su trabajo, si no que sus torturadores fueron absueltos. Así de simple.
Beaten,punched,kicked while blindfolded.Nazeeha's story of injustice 1 of many in #Bahrain: https://t.co/MgHKJCqwiDpic.twitter.com/ltdqybS5Xf
— Amnesty Bahrain (@aibahrain) February 15, 2016
Golpeada, dada de puñetazos, pateada mientras tenía una venda en los ojos. La historia de injusticia de Naseeha, 1 de muchas en Bahréin:
De acuerdo al Comité para la Protección de los Periodistas, Bahréin es «uno de los peores carceleros de periodistas en el mundo árabe»:
At least 6 other journalists are currently imprisoned in Bahrain in addition to the 4 Americans arrested today https://t.co/U0mNZD4X2k
— CPJ (@pressfreedom) February 15, 2016
Al menos otros 6 periodistas se encuentran actualmente en prisión en Bahréin además de los 4 estadounidenses arrestados hoy
El pequeño país insular de 1.3 millones de personas (de los cuales cerca de la mitad son trabajadores extranjeros) ha sido testigo de represión brutal luego de levantamientos populares que empezaron el 14 de febrero del 2011. Los activistas han sido torturados, asesinados o encarcelados.
Amnistía International, una entidad líder que vigila los derechos humanos, emitió varios informes antes del aniversario del 14 de febrero, y atrajo atención a la peligrosa realidad para los disidentes en Bahréin. James Lynch, subdirector del Programa del Medio Oriente y Norte de África, dijo:
Today in Bahrain, anyone who dares to criticize the authorities – whether a human rights defender or political activist – risks punishment […] Despite pledges from the authorities to prosecute security forces responsible for human rights violations in 2011, the Bahraini people are still waiting for justice. Institutions set up to protect human rights have not only failed to independently investigate or hold perpetrators to account, but now increasingly appear to be used to whitewash continuing abuses.
Hoy en día en Bahréin, nadie se atreve a criticar a las autoridades – ya sea un defensor de los derechos humanos o activista político – se arriesga a ser castigado […] A pesar de las promesas de las autoridades de procesar a las fuerzas de seguridad responsables de violaciones de derechos humanos en el 2011, la gente bareiní aún espera justicia. Las instituciones creadas para proteger los derechos humanos no sólo han fracasado en investigar independientemente o llevar ante la justicia a los responsables, si no que ahora parece que cada vez más son usadas para encubrir los continuos abusos.
Cinco años después, las protestas continúan, pero son más pequeñas y más pacíficas. Hoy en día, protestar o mejor dicho “reunirse”, está penado por la ley y los pueblos están bajo vigilancia día y noche.