Internet ayudó a un desconocido futbolista brasileño a vencer a Messi y ganar un premio de la FIFA

Wendell Lira jamás usó los colores del Corinthians. Tampoco los del São Paulo, Internacional, Flamengo, Cruzeiro, Grêmio o de algún otro equipo brasileño de liga mayor con un título mundial en la repisa. Durante sus nueve años de carrera como jugador de fútbol profesional, Wendell jugó para equipos como Goiás y Fortaleza y, aunque tuvo una oportunidad en la Selección Nacional Sub-20 de Brasil, nunca fue suficiente para hacerse un nombre.

Sin embargo, el 11 de enero del 2016, venció a la leyenda argentina Lionel Messi en el Premio Puskás por el gol más bello del año, que había anotado durante el Campeonato Estatal de Goiás mientras estaba jugando para Goianésia, un equipo nacional de liga en la cuarta división. Wendell fue el único brasileño nominado a esta categoría y el único brasileño premiado durante la ceremonia del Balón de Oro de la FIFA a lo mejor del 2015.

Para noviembre, cuando se conoció la noticia de que se encontraba en el Top 10 de nominados para el Puskás, el contrato de Wendell con el equipo Tombense, al cual se había unido después del Goianésia, había finalizado y él se encontraba viviendo con su suegra.

Para los brasileños, todavía traumatizados por la derrota 7-1 ante Alemania durante la Copa del Mundo que fue organizada en su país, el triunfo de Wendell fue un recordatorio necesario del espíritu que hizo que el mundo reconociera primero a su país como «La Nación del Fútbol». Como lo describió la FIFA en su página oficial:

It may sound like a cliché, but Brazilian football genuinely does combine technique, talent, spectacle and end product. Wendell Lira proved that once again last year with a breathtaking bicycle-kick which has been voted by users of FIFA.com and francefootball.fr as the best goal of 2015.

Puede sonar cliché, pero el fútbol brasileño combina genuinamente técnica, talento, espectáculo y producto final. Wendell Lira lo demostró, nuevamente, el año pasado con una imponente chalaca, que ha sido votada por los usuarios de FIFA.com y de francefootball.fr como el mejor gol de 2015.

El Puskás se votó a través de una encuesta abierta en linea. La jugada de Wendell recibió un 46,7% del 1.6 millón de votos. Messi, del Barcelona, quedó en segundo lugar con el 33,3%, y Alessandro Florenzi, de Roma, en tercer lgar con el 7,1%. Y aquí está la razón por la que Internet aparece en la historia: el desconocido Wendell Lira tuvo la ayuda de un puñado de sitios brasileños para ganar el trofeo, especialmente de un sitio llamado Não Salvo.

Con una pequeña ayuda de mis amigos

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Imagen capturada de un vídeo de la FIFA que muestra el gol de Wendell para Goianésia que le concedió el Puskás.

El sitio es conocido por su contenido humorístico, pero también por ser un maestro de las bromas. En 2014, durante la Copa del Mundo en Brasil, un video burlón creado por Não Salvo se volvió viral y fue republicado como noticia real por varios medios como The Wall Street Journal, Yahoo News y BuzzFeed. ¿La historia? El gobierno de Corea del Norte estaba, supuestamente, editando imágenes y diciéndole a sus ciudadanos que su selección nacional estaba en camino a la final de la Copa del Mundo contra Portugal.

Pero, esta vez, no fue una broma. Cid — el creador de Não Salvo — envió a sus seguidores un real y serio llamado de guerra para ayudar a Wendell Lira, “un jugador brasileño desconocido”, a ganar el premio Puskás de la FIFA y vencer a los gigantes “consagrados” del fútbol como Messi. Pronto, la campaña fue adoptada por otros sitios de deportes y humorísticos en Brasil. Y funcionó.

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Imágen capturada de un video de YouTube de Neymar y Wendell durante la ceremonia.

Durante todo el mes de diciembre, los brasileños votaron incansablemente para llevar a Wendell de los 10 finalistas a los tres finalistas del Puskás. La súbita fama de Wendell le garantizó, inclusive, un traje adecuado para concurrir a la ceremonia, ofrecido por un sastre de su ciudad natal Goiânia, Goiás.

Neymar, del Barcelona, quien también ganó un Puskás cuando jugaba para Santos FC el 2011, elogió el logro de Wendell:

Falei que era meio «karatê kid» (o estilo do gol). Não sei de onde ele tirou a manobra, mas foi golaço. Merecido.

Dije que era como una especie de “karate kid” (el estilo del gol). No se de dónde sacó esa maniobra pero fue un gran gol. Él se lo merece.

Wendell es la realidad brasileña del fútbol

Cuando su nombre fue anunciado, Wendell y su esposa lloraron. Los comentaristas que estaban cubriendo la ceremonia en vivo, inmediatamente remarcaron que “su cuenta bancaria nunca volvería a ser la misma”. Como verán, Wendell no encaja exactamente con el molde de la sociedad multimillonaria que concurre a los eventos de la FIFA.

Durante su discurso recordó el pasaje bíblico de David enfrentándose al gigante Goliat y bromeó:

Queria primeiramente agradecer a Deus por este momento único na minha vida. E poder estar aqui conhecendo grande jogadores, que são meus ídolos, e que eu conheço só de videogame. Hoje estou aqui, podendo conhecer pessoalmente.

Primero, quería agradecer a Dios por este momento único en mi vida. Y por poder estar aquí y conocer a grandes jugadores, mis ídolos, que solo he conocido por video juegos. Hoy estoy aquí, conociéndolos en persona.

Wendell, ahora de 27 años, era uno de los típicos niños brasileños que sueñan con jugar al fútbol y convertirse en uno de los ídolos que imitan en la PlayStation. Sin embargo, la dura realidad de ese sueño romántico, es que la mayoría de estos niños terminan soportando pobres condiciones de trabajo para “no abandonar el sueño» — como hizo Wendell.

Mientras jugaba para Goianésia, el equipo con el que estaba cuando hizo el gol con el que ganó el Puskás, Wendell recibía 3.000 reales por mes (cerca de 750 dólares americanos) para mantener a su familia. Casi tres veces el sueldo mínimo en Brasil, pero menos que lo que la estrella de fútbol brasileño Neymar ganaba por hora cuando llegó al Barcelona en 2014.

Su camino al premio Puskás no fue fácil precisamente. Previamente en su carrera, sufrió serias lesiones mientras jugaba, y en un momento, tuvo que permanecer 10 meses fuera de la cancha para recuperarse de una lesión de rodilla. En 2012, su contrato con el equipo Goiás no fue renovado, y Wendell tuvo que trabajar como camarero en la cafetería de su madre para pagar las cuentas. Casi abandona el fútbol, pero sus amigos y su familia lo alentaron a no perder la esperanza.

Jugó para diferentes equipos en los años siguientes, y recibió ofertas de otros equipos de bajo nivel antes de su nominación al Puskás. Pero su triunfo ha impulsado su carrera a nuevas dimensiones — ha recibido una oferta para jugar el 2016 en un club nuevo de la segunda división de Brasil. Sin embargo, si una oferta de un equipo europeo llega hasta él, Wendell dijo que podría cambiar sus planes.

En una entrevista para un diario local de Goiânia, Wendell explicó lo dificil que puede ser ganarse la vida con el fútbol:

Essa vida de jogador é muito difícil. Eu sempre falei que se eu tivesse uma profissão que eu tivesse a certeza de que todo final do mês eu ia ter o meu salário, seria muito mais fácil. Mas, quando eu estou desempregado, eu tento me virar. Porque, tendo emprego ou não tendo, minha filha tem que beber leite, eu tenho que comprar fralda.

La vida del futbolista es realmente dura. Siempre dije que si tuviera una profesión que me garantizara el salario al final de cada mes, sería mucho más fácil. Pero cuando estoy sin trabajo trato de arreglármelas. Porque, con o sin trabajo, mi hija aún tiene que beber leche, tengo que comprarle los pañales.

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«Soy el verdadero futbolista brasileño: gano poco pero lucho un montón». Imagen tuiteada por @BomSensoFC.

La mayoría de los futbolistas profesionales en Brasil se encuentran en esta misma situación.

Ésta es una de las causas que el movimiento de atletas Bom Senso FC ha destacado en los últimos dos años, como Global Voices informó en 2013. Pero, hasta ahora, ha cambiado poco o nada. Citado por el movimiento, Wendell dijo:

Soy como el 90% de los futbolistas del país que tienen que entrenar en malos campos, sufrir para encontrar un equipo, luchar para pagar las cuentas» – Wendell Lira

En una época en la cual las transacciones millonarias, la corrupción y el merchandising se roban la atención, la victoria al estilo Rocky Balboa del desamparado Wendell, ayuda a recordarle a los fans del fútbol de qué se trata el juego, como el comentarista de fútbol Douglas Ceconello escribió en su blog:

Apesar da mania de grandeza, da hipnose quando toca a música da Champions League, nós não vivemos o futebol pela final da Copa do Mundo, não vivemos nem para ver Messi e nem para ter a sorte de torcer pelo maior esquadrão de todos os tempos. Na verdade, nós vivemos o futebol esperando por um Wendell Lira.

A pesar de nuestra manía de grandeza, de la hipnosis cuando suena el tema de la Champions League, no vivimos el fútbol por la final de la Copa del Mundo, ni siquiera lo vivimos para ver a Messi o por la suerte de alentar al mejor equipo. De hecho, vivimos el fútbol esperando a un Wendell Lira.

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