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Cómo compartir pornografía se ha convertido en un delito en Rusia

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Arte y cultura, Censura, Derecho, Medios ciudadanos, Tecnología, RuNet Echo, GV Advox
Image edited by Kevin Rothrock.

Imagen editada por Kevin Rothrock.

Durante los últimos años, Rusia se ha convertido en el lugar en donde todo tipo de actividades online son prohibidas y reguladas por la policía, incluyendo convenciones tradicionales de Internet como pornografía habitual. Aunque los usuarios comunes de internet en Rusia hasta la fecha no han tenido problemas para encontrar contenido para adultos, la policía ha empezado a monitorear individuos que comparten porno en los medios sociales y en las redes peer-to-peer.

De acuerdo a un informe [1] escrito por Nikita Sologub y publicado en MediaZona, un sitio independiente de noticias que monitorea las prisiones y el sistema judicial ruso, una nueva tendencia ha emergido. Las agencias encargadas de hacer cumplir la ley, más específicamente el “Departamento K” del Ministerio del Interior, el cual lucha contra crímenes en el área de informática; ahora están apuntando a hombres jóvenes que publican material pornográfico en sus páginas de Vkontakte y que suben dichos videos cuando descargan torrents. MediaZona dijo que la campaña está más enfocada en aumentar las estadísticas policiales que en proteger al público. Con autorización, RuNet Echo tradujo el informe al inglés y a continuación publicamos la versión en español.

Mientras los oficiales de policía del departamento “K” aumentan sus tasas de condenas buscando pornografía en las redes sociales de Vkontakte, los ciudadanos rusos continúan sus intentos de diseminar contenido adulto, a pesar de la ausencia de una definición legal clara de pornografía.

“¡Hola! En mis videos publicados en Vkontakte, hay algunos clips pornográficos (sin embargo, no contienen pornografía infantil). Agregué el video de un grupo de Vkontakte a mi página con tan solo presionar un botón. El video provino de una fuente de código abierto, de la cual, yo nunca había bajado nada. Tres meses después, la policía se presentó en mi puerta con una orden de cateo, confiscaron mi laptop, y me informaron que había violado el artículo 242 del Código Penal (que reprime la distribución ilegal de objetos y material pornográfico). ¿Acaso la policía tiene derecho a hacer esto?”

Los foros legales en la internet rusa están llenos de mensajes como el anterior, mientras los foros técnicos están llenos de preguntas acerca de cómo borrar ventanas emergentes que publicitan a estafadores que cobran 1,000-rublos en “Qiwi-wallet” para hacer desaparecer los cargos criminales por distribución de pornografía. MediaZona está investigando la razón por la cual los jueces están dictando solamente condenas en suspenso por este delito y también por qué el artículo 242 se ha vuelto tan popular entre los agentes del departamento “K.”

Condenas en suspenso

El artículo 242 apareció por primera vez en el código penal ruso en 1996. Consiste tan solo de una línea y permite enviar a alguien a prisión por dos años por “producir ilegalmente con el propósito de distribuir o publicitar” o simplemente por distribuir “materiales u objetos pornográficos.” Por más de una década, los legisladores no habían modificado la ley.

Sin embargo, en el 2012, como consecuencia de una campaña estatal contra la inmoralidad que eventualmente resultó en la adopción de una lista negra de recursos de internet prohibidos, el artículo 242 fue enmendado para prohibir “la producción y circulación ilegal de objetos y material pornográfico” (enfásis agregado).  Este es el texto en vigor hasta la fecha.

En las enmiendas, los legisladores dividieron el artículo 242 en tres partes. La primera parte repite los textos originales de las primeras provisiones convirtiéndolas en penas de hasta dos años en prisión por la “producción y distribución ilegal de objetos y material pornográfico.” En la segunda parte de las modificaciones, los legisladores le otorgan a los jueces el poder de encarcelar individuos hasta por 10 años si son atrapados distribuyendo dicho contenido a menores. La tercera sección introduce circunstancias agravantes cuando la distribución “ilegal” de pornografía es realizada por un grupo de personas actuando en base a un acuerdo previo, o por un grupo organizado cuyas ganancias sean mayores de 50,000 rublos. Una tercera circunstancia agravante se aplica a la distribución ilegal de pornografía “usando medios de comunicación masivos, incluyendo internet.” Bajo dichas circunstancias, un individuo pueden recibir sentencias de hasta seis años de cárcel.

Aunque se elevaron las penas por la distribución “ilegal” de pornografía, la definición para el código penal de lo que constituye pornografía no fue aclarada, según declaraciones del Abogado Pavel Domkin. “Todavía no contamos con una ley, métodos, o prácticas legales para regular la circulación de pornografía. Todos los casos criminales relacionados con pornografía han sido fundados en las opiniones de ciertos críticos, quienes simplemente declaran que este o aquél material tiene contenido pornográfico basándose enteramente en su propia opinión. No existe un criterio legal claro para definir lo que realmente es [pornografía]. Segundo, no hemos establecido ninguna regulación coherente acerca de este tema, lo que quiere decir que no está claro cómo podemos vender pornografía legalmente, ni siquiera si está permitido o cuáles son las condiciones legales,” explicó Domkin.

Es un delito reprimido según las circunstancias agravantes del artículo 242. En el 2014, las cortes rusas condenaron a 148 personas por la circulación ilegal de pornografía en internet. A pesar de la gravedad de dicho delito, solo cinco de estos individuos fueron a prisión. El resto permaneció libre: 126 de las causas terminaron con suspensión del juicio a prueba, 14 fueron condenados a pagar una multa, 1 de los condenados fue sentenciado a trabajos correccionales y a otro se le otorgó amnistía. Solamente un acusado ganó una apelación logrando así que su sentencia fuera revocada.

‘Mis videos’

De acuerdo al foro en línea Rospravosudie.com, las condenas según la sección III del artículo 242 pueden ser separadas en dos grandes grupos. El primer grupo pasible de persecución criminal, está conformado por los usuarios de Vkontakte que agregan contenido pornográfico a la sección “Mis Videos” de sus cuentas, y que no aplican restricciones para que el público tenga acceso a sus páginas. La “Información de inteligencia” sobre dichas páginas de Vkontakte “llega” al departamento “K” del Ministerio del Interior y allí los agentes obtienen autorización para realizar “cateos para recolectar muestras para estudios comparativos.” En otras palabras, ellos guardan los videos en un disco duro. Después expertos en arte examinan el material para decidir si clasifica como pornografía. Si este es el caso, los oficiales de policía deben redactar un informe para dejar registro de que existe evidencia de que un delito ha sido cometido y enviarlo a la policía municipal, la cual procede a abrir un caso criminal. Para averiguar la identidad de los dueños de las cuentas de Vkontakte, los oficiales mandan una petición a Vkontakte, quien suministra los números de teléfono y otros datos del usuario vinculado con la cuenta.

En el 2013 un residente de un asentamiento pequeño en la región del Volga creó una cuenta en Vkontakte. De acuerdo con la corte que lo condenó, “actuando intencionalmente, […] él empezó a buscar videos de pornografía subidos por otros usuarios, los miró para asegurarse de su contenido pornográfico. Entonces, “consciente de su culpabilidad,” él deliberadamente agregó éstas cuentas no identificadas a su propia páginas, haciendo accesible, para ver o bajar, más de 30 archivos audiovisuales. Un juez lo sentenció a dos años de libertad condicional por violar las disposiciones del código penal ruso y de la Convención de Ginebra para la represión de la circulación y el tráfico de publicaciones obscenas de 1923.

Este tratado de 93 años también ha servido como base para la sentencia de dos años y medio de libertad condicional asignada a un hombre llamado Ustinov que vive en la región de Penza. De acuerdo con la corte, Ustinov agregó a la sección “Mis Videos” de su página de Vkontaktepage tres videos, a sabiendas de que contenían “demostraciones de desviaciones sexuales y perversión, […] causaban excitación sexual, [y así] incentivaban una actitud cínica e inmoral en contra de la sexualidad.” Uno de los amigos de Ustinov, un hombre llamado Yurkin, cuya cuenta fue registrada bajo el nombre de “Denis Batonov,” fue sentenciado a dos años de libertad condicional por publicar los tres videos en los cuales la atención de la audiencia “es dirigida a los órganos y a caricias de los genitales, con el fin de excitar sexualmente, sin ningún objetivo artístico o educacional.”

De acuerdo con la información estadística de Vkontakte, los videos en discusión han sido vistos seis, nueve y siete veces respectivamente.

P2P y torrents

La segunda clase de casos criminales relacionados con la Sección tres del artículo 242, se refiere a usuarios de internet que obtienen material pornográfico a través de redes peer- to-peer [redes entre iguales] y seguidores de torrent, que infiltran fragmentos de dicho contenido a otros usuarios cuando estos descargan el material. De acuerdo con los investigadores, esto califica como distribución de pornografía. Un hombre que responde al nombre de Borisov  y que vive en Murmansk fue sentenciado a dos años de libertad condicional porque copió cinco videos pornográficos en su disco duro y olvidó remover la carpeta de una red de archivos compartidos. De allí en adelante el caso fue simple: un agente del departamento “K” hizo una búsqueda de la palabra “porno” en las redes de archivos compartidos, la búsqueda lo llevó a los archivos de la computadora de Borisov, luego el oficial copió los archivos al disco duro de la policía y la información fue transferida a un experto para su revisión.

En un caso similar, un hombre llamado Perevalov, residente de la ciudad de Yakut en Neryungri, fue sentenciado a dos años de libertad condicional cuando en una distracción dejó una aplicación de archivos compartidos abierta y corriendo, permitiendo así que otros bajaran los archivos de pornografía guardados en su computadora. Perevalov fue acusado de “distribución deliberada e ilegal de material pornográfico y de permitir la reproducción masiva de material pornográfico al público en general por medio del internet,” antes de ser interceptado por oficiales del departamento “K.”

“Plenamente consciente de la responsabilidad criminal de sus actos, Perevalov diseminó pornografía, poniendo sus propios intereses comerciales sobre los intereses de la sociedad. La corte consideró dicho caso como una ofensa a los principios morales de número indefinido de personas, incluyendo niños. Esto constata el nivel de peligro social del delito cometido, dejando sin justificación cualquier reducción de la condena,” La sentencia que condenó a Perevalov no será modificada.

Pericia forense

En todos estos casos, el trabajo de los agentes de policía se redujo un par de clics de un mouse de computadora, ni siquiera se hizo uso de programas especializados. A juzgar por los procesos legales descritos en Rospravosudie.com, los agentes a menudo usan el motor de búsqueda Opera para ver los videos y un plug-in llamado “VKMusic” para bajar los archivos. A partir de ahí, las causas penales bajo el artículo 242 dependen de los investigadores y de expertos en arte, quienes, en la ausencia de un concepto formal de “pornografía”, tratan de producir definiciones más elegantes.

Por ejemplo, un experto en Yakutia escribió en un informe: “Los materiales son considerados pornográficos en base a los siguiente: su contenido intenta mostrar escenas sexuales en forma cruda y natural, con la finalidad de excitar instintos básicos. Los actos sexuales son mostrados en forma obscena, con el foco en los genitales, como un fin en sí mismos. Además, estos archivos carecen de valor literario, artístico o científico, su finalidad no es artística, y su trama se refiere solamente al acto reproductivo.”

Otros críticos de arte son aún más elocuentes. Uno de ellos en Khakassia escribió: “[Los archivos] contienen imágenes indecentes, vulgares-naturales, de relaciones sexuales entre adultos, ofendiendo así la moral pública, […] y  carecen de mensaje artístico, psicológico, estético o significado reflexivo. Se basan en representaciones naturalistas de la vida íntima, cuyo tema principal es mostrar relaciones sexuales en grupos y mostrar órganos sexuales. Los actos sexuales entre humanos son presentados de manera repetitiva, tanto en forma normal como en forma pervertida. Estos videos son diseñados para incitar la lujuria (deseo sexual lascivo) y muestran el comportamiento sexual de una forma cínica y obscena.”

Para complicar más el problema, prácticamente cualquiera que posea un grado universitario en arte puede actuar como experto en pornografía, de acuerdo al abogado Pavel Domkin. “Dichos expertos son simplemente exhibicionistas, cada año surgen más y la lista se agranda. Anteriormente dos agencias realizaban estas revisiones para la totalidad del país. Hoy en día cada región cuenta con sus propios expertos. Actualmente existen miles de ellos,” declaró Domkin.

Intención dolosa

Después de que las investigaciones de un experto confirman que los archivos de la computadora de una persona contienen material pornográfico, los investigadores que desean presentar cargos criminales y buscar una condena, deben probar que existió la intención de distribuir dicho material.

Cuando se trata de pornografía descubierta en Vkontakte, la intención dolosa es establecida automáticamente, en la medida en que todos los usuarios han aceptado los términos de servicio de la red social, que prohibe la distribución de pornografía. Ante los ojos del sistema legal ruso, no hay forma de que los usuarios de Vkontakte ignoren que están violando estas normas cuando comparten pornografía, lo que significa que lo hacen intencionalmente.

No existen reglas uniformes en cuanto a los archivos compartidos provenientes de torrent  o de peer-to-peer, pero, según Domkin, esto no detiene a los investigadores. “En estos casos, el dolo queda establecido en el interrogatorio del sospechoso. El investigador usualmente le pregunta al sospechoso, ‘¿Ha usted instalado un cliente de torrent en su computadora?’ El sospechoso contesta, sí. ‘¿Puede explicar como funciona?’ El sujeto explica el funcionamiento. Eso es todo lo que se necesita para establecer la intención dolosa. Si una persona admite que conoce el funcionamiento de torrent, esto quiere decir que está consciente de que cuando baja pornografía, también la comparte con otros usuarios y así es que se puede verificar que intenta distribuirla,” explicó Domkin.

Sentencias

Domkin sostiene que hay dos razones por las que las cortes casi siempre dictan suspensión de juicio a prueba en casos de distribución ilegal de pornografía, a pesar de que la acción es clasificada como un delito. Ninguna de estas razones tiene que ver con la noción de sentido común y compasión de los jueces, Domkin declaró.

“En la medida en que no contemos con una definición legal de pornografía y que los oficiales de policía continúen abriendo casos penales, los investigadores sigan aceptándolos, y los fiscales hagan la vista gorda en relación a los mismos, los jueces seguirán obligados a hacer concesiones para no estropear las cuotas de convicciones. De esta forma la gente no va a prisión, pero tampoco plantean recursos para intentar apelar a la Corte Suprema. La solución son las condenas en suspenso,” dijo Domkin.

La segunda razón es que la mayoría de los acusados, bajo el artículo 242, son jóvenes que no soportan la presión de los interrogadores. “He observado los interrogatorios de hombres de entre 16 y 25 años,” declaró Domkin. “Un joven publica algo en su página de Vkontakte que parece pornografía, entonces es señalado por las autoridades, después ellos van a su casa y realizan un cateo. Todo el procedimiento se realiza con mucha seriedad, como en un delito grave. Luego lágrimas empiezan resbalar por la cara del muchacho, y así sigue. Ellos le dicen, ‘Bueno, podemos arreglar todo de manera que no tenga que recibir una sentencia muy severa, pero para eso deberá confesar.’ Él admite su culpabilidad y consigue una orden especial de la corte en la cual el juez, de buena fe, lo sentencia a libertad condicional. Esto le sucede principalmente a muchachos jóvenes ya que hombres mayores, digamos de unos cuarenta años, no permiten este tipo de basura. En dichos casos, existe la posibilidad de que ellos se traten de defender a sí mismos, desafiando a los investigadores a que prueben su culpabilidad, mientras los más jóvenes se quiebran psicológicamente más fácilmente.”

Solo dos de los clientes de Domkin que fueron acusados de distribución ilegal de pornografía se negaron a confesar, eligiendo llevar el caso a la corte. Sin embargo, a estos hombres se les acusó de violar el artículo 242.1 del código penal ruso, el cual prohibe la producción y distribución ilegal de pornografía infantil. Domkin declaró que pasaron 18 meses antes de que los casos, que nunca llegaron a la corte, fueran retirados por la policía debido a la falta de pruebas. “Ellos fueron tenaces en su defensa, impugnando las acusaciones una por una y declarando ante las autoridades, ‘Ustedes dicen que esto es pornografía, entonces pruébenlo, explíquenlo, e indiquen precisamente las leyes que han sido quebrantadas. Expliquen detallada y exactamente cuáles fueron las leyes que me acusan de haber violado cuando compartí dicho contenido. Brinden explicaciones.’ Sin embargo, dicha ley no existe por lo que los investigadores simplemente se dieron por vencidos,” recuerda Domkin.

El éxito del departamento K

Formalmente hablando, los agentes de la policía del Departamento «K» actúan dentro de la ley cuando abren causas penales bajo el artículo 242 y cuando buscan usuarios que comparten material con contenido pornográfico en los medios sociales y en sitios en donde se comparten archivos. Sin embargo, todo este trabajo significa que no tienen tiempo o no necesitan perseguir a los verdaderos distribuidores de material ilegal, dijo Domkin.

“No tengo conocimiento de ningún caso en el que la policía haya perseguido ni a los creadores de este material, ni a los verdaderos distribuidores’. ¿Y qué pasa con los propietarios de los sitios pornográficos? No, en cambio se dedican a perseguir jovencitos que están pasando por la pubertad y que están experimentando con todos los intereses que ésta les despierta. No he visto que hayan traído a ninguna persona que esté realmente vinculada con la producción o la distribución de estos materiales a escala industrial, probablemente debido a que nadie necesita buscarse ese tipo de problemas,” especuló Domkin.

Según Domkin, un gran cantidad de condenas dictadas en conformidad con el artículo 242, no reflejan el número real de delitos. Esta tendencia, añadió, es simplemente una forma conveniente de inflar la tasa de condenas.

Albert Iskhanov, un abogado de Izhevsk, también está de acuerdo. “En lugar de investigar delitos graves, es más fácil husmear en Vkontakte, redactar un informe y detener a alguien, a un chico cualquiera. Este tipo de cosas no toma mucho tiempo. No se necesita más de un mes para cerrar el caso. Realizar la búsqueda y establecer el tipo de contenido toma un día como máximo, o tal vez tan solo un par de horas. Los investigadores trabajan durante un mes, y luego se lleva a cabo una sesión especial en la corte, tan solo una audiencia. Entonces, se resuelve un delito y se dicta una sentencia. En lo que se refiere a estadísticas no podría funcionar mejor,” dijo Iskhanov.

Este texto es la traducción al español de la traducción completa al inglés de un artículo de Nikita Sologub publicado en ruso en el sitio web MediaZona el 3 de enero de 2016. El texto original está disponible aquí [1].