El caso de dos jóvenes asesinadas en Ecuador enciende debate sobre violencia de género y transmisión de culpabilidad

María José Coni y Marina Menegazzo. Imagen publicada por el diario digital TN de Argentina.

María José Coni y Marina Menegazzo. Imagen difundida en Twitter por diversas cuentas.

Los cuerpos sin vida de Marina Menegazzo y María José Coni hicieron resurgir en las redes y comentarios de portales de noticias el debate sobre si las víctimas son culpables de las agresiones que sufren.

El 22 de febrero de 2016, una campaña expansiva en redes sociales impulsada por familiares y amigos de Marina Menegazzo de 21 años, y María José Coni de 22 años puso en evidencia la desaparición de éstas dos jóvenes turistas argentinas quienes se encontraban de vacaciones en la playa de Montañita, Ecuador.

Seis días después, el presidente Rafael Correa usó su cuenta de Twitter para responder el clamor Belén Menegazzo, hermana de Marina, con un mensaje de esperanza y apoyo:

Después de este intercambio, en menos de 24 horas el ministro del Interior, José Serrano, confirmó a través de su cuenta de Twitter el hallazgo de los cadáveres de las jóvenes con evidencia de traumas en la cabeza.

El 29 de febrero, el ministro Serrano realizó una rueda de prensa, donde expuso detalles de la investigación realizada y de la aprensión de los dos presuntos responsables del homicidio: Alberto Segundo Mina Ponce., quien confesó el asesinato de María José Coni, y Aurelio Eduardo Rodríguez, alias «El Rojo», señalado por Mina Ponce como homicida de Marina Menegazzo.

Según Serrano las argentinas habrían abandonado la casa hostal donde se estaban alojando el 22 de febrero a las 14h00 y ese mismo día, en horas de la noche, conocieron a los dos implicados en el crimen en la barra de uno de los bares de Montañita. El asesinato se habría realizado a las 03h00 de la madrugada del 23 de febrero, en la casa de uno de los hombres.

Mina Ponce relató en su declaración que quiso abusar sexualmente de María José Coni, y que la golpeó con un palo cuando intentó huir y eso le causó una herida mortal. Después, al escuchar ruido en otra habitación de las habitaciones de la casa se acercó y observó que ‘El Rojo’ estaba apuñalando a Marina Menegazzo. Ambos estaban en estado etílico. Ponce también dijo que llevó los cuerpos en una carretilla a unos 400 metros de su casa, que dejó un cuerpo abandonado y trató de ocultar el otro. Así lo reporto diario El Comercio.

Las reacciones iniciales

En declaraciones al canal Todo Noticias (TN) Gladys Stefaní, madre de María José Coni, mostró su impacto por el doble asesinato e inconformidad con los informes que dio el ministro del Interior ecuatoriano sobre la investigación del homicidio. En ellos se sostiene que las víctimas se fueron por decisión propia a casa de los atacantes, algo que Stefaní califica como falso.

Las condolencias en redes de Argentina y Ecuador no se hicieron esperar:

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, en su cuenta de Twitter se solidarizó con los familiares de las jóvenes mendocinas asesinadas y les ofreció toda la asistencia legal que necesitaran.

La pintora y modelo ecuatoriana Susana Rivadeneira comentó con tristeza:

Fabián Gustavo, padre de familia argentino, respondió con un mensaje de solidaridad a la declaración del presidente Macri:

Pero no sólo hubo mensajes de solidaridad, también hubo quien se cuestionó la seguridad de viajar a Ecuador. Como el medio digital argentino Infobae que en su cuenta de Facebook publicó un video donde preguntaba a ciudadanos argentinos: ¿irías a Ecuador después de lo sucedido con las jóvenes argentina? ¿Dejarías que tus hijos viajen solos a Ecuador? A lo que el último entrevistado respondió:

No, de ninguna manera. Solos no. Menos siendo mujeres. Mucha desventaja física. Solos no. Solas no.

¿La culpa es de ellas?

Pronto, la polémica sobre la razón de la muerte de María José y Marina se instaló en las redes, donde el arraigado problema de culpar a la víctima salió a relucir. Uno de esos comentarios fue el del psiquiatra Hugo Marietán, quien en entrevista con el portal BigBang aseguró:

La víctima propiciatoria es la que asume un alto riesgo y de alguna forma parte de lo que moviliza el crimen. Con facilidad ocupa el lugar de víctima.

Puede resultar odioso decir que se pusieron en riesgo, pero seguirán muriendo mujeres si no toman precauciones. Seguro se toparon con gente que los ayudaron y no les pasó nada y luego se confiaron. Pero se cruzaron con personas que se abusaron de esa confianza.

Por su lado, la tuitera Stefanía García opinó:

Este tipo de comentarios, hicieron que la red se encendiera con reacciones en contra de la culpabilización de las víctimas.

La paraguaya María Guadalupe Acosta escribió una carta en primera persona como sí ella hubiese vivido el asesinato de María José Coni y Marina Menegazzo. Esta carta, que lleva el título “Ayer me mataron”, ha recibido miles de «me gusta» y ha sido compartida ampliamente en Facebook.

Ayer me mataron.

Me negué a que me tocaran y con un palo me reventaron el cráneo. Me metieron una cuchillada y dejaron que muera desangrada. […]

[…] Pero peor que la muerte, fue la humillación que vino después.
Desde el momento que tuvieron mi cuerpo inerte nadie se preguntó donde estaba el hijo de puta que acabo con mis sueños, mis esperanzas, mi vida.

Acosta continuó refiriéndose a la transmisión de la culpa:

Cuestionaron a mis padres, por darme alas, por dejar que sea independiente, como cualquier ser humano. Les dijeron que seguro andábamos drogadas y lo buscamos, que algo hicimos, que ellos deberían habernos tenido vigiladas.

Y solo muerta entendí que no, que para el mundo yo no soy igual a un hombre. Que morir fue mi culpa, que siempre va a ser.

Y concluyó haciendo un llamado a todas las mujeres:

Te pido que por mí y por todas las mujeres a quienes nos callaron, nos silenciaron, nos cagaron la vida y los sueños, levantes la voz. Vamos a pelear, yo a tu lado, en espíritu, y te prometo que un día vamos a ser tantas, que no existirán la cantidad de bolsas suficientes para callarnos a todas.

El bloguero ecuatoriano Ricardo Zevallos Repetto haciendo una referencia a la campaña de Project Consent escribió un artículo titulado «La campaña que llegó tarde para los asesinos de las argentinas en Montañita» donde sentenció:

Porque casos como el de las argentinas sugieren que uno de los problemas es que el consentimiento no es bien comprendido. La gente cree que usar falda es darle permiso a la otra persona para que toque tu cuerpo y eso, considero muy pero muy anticuado, irracional y egoísta.

La página de Facebook de la organización por el trabajo y contra la violencia «Soy Nosotras» reflexionó:

Cada día ese SOY NOSOTRAS se llena de sentido. Porque en cada una de las mujeres que mueren por día en manos de la violencia machista, morimos todas.

Sobre la culpabilización de las víctimas comentó:

Y en el mientras tanto, todas, tenemos que vivir con la carga de soportar los comentarios de una sociedad que avanza pero que por momentos parece no entender nada. ¿Cómo somos capaces de cuestionar sus edades para viajar «solas»? ¿Qué hacían en Ecuador? ¿Por qué deciden ir de mochileras como están las cosas? ¿Por qué las familias «las dejan» viajar? ¿Qué se le cruza a una MADRE para permitirle ir de mochilera?

Juan Pablo Torres, ecuatoriano y docente de la Universidad de SEK Ecuador, resumió en Facebook muchos de los puntos de vista compartidos en las redes en torno al caso:

Me parece terrible la manera en la que el cobarde asesinato de las dos turistas mendocinas ha explotado lo peor de los seres humanos en redes sociales:

Machistas: «Eso les pasa por andar en Montañita en tanga»

Patriarcas: «Eso les pasa por andar solas»

Fervientes correistas: «El Ministro del Interior solucionó el caso más rápido que en cualquier país».

Fervientes opositores: «La inseguridad es culpa del gobierno»

Racistas: «Esas chicas tan guapas nunca se hubiesen quedado en la casa de esos»

Clasistas: «Eso es culpa de la pobreza y miseria del sector de Montañita»

Xenófobos: «Por qué tienen que venirse a quejar de la seguridad acá, sino les gusta regresen a Argentina»

Teorías de conspiración: «Les pagaron a dos para que se hagan pasar por los asesinos, porque encubren una red en la que está involucrado el Presidente»

Ultraconservadores: «Eso les pasa por andar drogadas»

Estúpidos (no encuentro una categoría para calificarlos): «Si van a Montañita corren el riesgo de que pase eso»

Estos son comentarios leídos en mi red social, por lo cuál me siento más avergonzado, como es posible que sigamos pensando de manera tan retrograda. […]

Faltaría agregar un punto de vista, el más simple: fue un feminicidio.

Tenemos derecho de ir tenemos derecho de volver. Ilustración de la página pública de Soledad Voulgaris en Facebook.

«Tenemos derecho de ir tenemos derecho de volver.» Ilustración publicada en la página de la ilustradora uruguaya Soledad Voulgaris en Facebook. Usada con permiso.

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