Servidor público mexicano utiliza Periscope para exhibir a infractores, y no todos están de acuerdo

Arne Sydney Aus den Ruthen Haag

Arne Sydney Aus den Ruthen Haag. Foto de perfil de su página pública de Facebook.

En los últimos días en la Ciudad de México se ha suscitado un debate entre ciudadanos e internautas por la utilización de Periscope por parte de Arne Sydney Aus den Ruthen Haag –servidor público de la administración pública local– para evidenciar infracciones cometidas por las personas a la Ley de Cultura Cívica y al Reglamento de Tránsito.

Periscope es una aplicación para sistemas iOS y Android, que permite compartir a través de la red social Twitter, videos o scopes en tiempo real transmitidos por un usuario o scoper. Los demás usuarios pueden ver la transmisión desde equipos de cómputo y dispositivos móviles e interactuar por medio de comentarios.

Arne Aus den Ruthen se ostenta como city manager (una clase de administrador municipal) de la delegación Miguel Hidalgo en la que se encuentran algunas zonas residenciales de lujo y que es encabezada por Xóchitl Gálvez, miembro del Partido Acción Nacional al que él perteneció por 17 años. El city manager se ha dado a la tarea de salir a las calles para transmitir por Periscope las violaciones a la ley in fraganti. En noviembre de 2015 redes sociales y medios masivos de comunicación tradicionales dieron cuenta del caso conocido como #LadySotelo o #LadyBasuras, en el que una mujer fue sorprendida tirando basura en la vía pública, para después vejar y pretender intimidar al city manager, ostentándose ella misma como servidora pública – después se supo que prestaba sus servicios para la delegación Tlalpan. El incidente concluyó con la remisión de la infractora ante el Juzgado Cívico, como ordena la ley.

En febrero de 2016, el city manager ocupó sus transmisiones para evidenciar las múltiples violaciones cometidas por equipos de guaruras (término con el que se conoce en México a los agentes de seguridad pública o privada que protegen a personas de la alta jerarquía gubernamental o de gran poder adquisitivo) que con sus vehículos invaden zonas peatonales y cometen otras violaciones a las reglas de tránsito. Dichos vehículos, cabe mencionar, normalmente cuentan con equipo policial y militar inclusive, lo cual es también ilegal si se trata de cuerpos de seguridad privada. En una de sus transmisiones, el city manager evidenció las infracciones cometidas por los guaruras del empresario Raúl Libien, quien es identificado como amigo personal del presidente Enrique Peña y varios miembros de su equipo.

Libien en una ocasión amedrentó al city manager presumiendo sus influencias y al cabo de unos días, en hechos distintos, uno de sus guaruras golpeó al Arne Aus den Ruthen y le robó el smartphone que continuaba transmitiendo a través de Periscope. A Libien se le identifica desde entonces como #LordMeLaPelas en las redes sociales («Me la pelas» es una expresión vulgar que significa me da lo mismo).

También en febrero de 2016, el city manager dio a conocer las violaciones cometidas por los guaruras de quien resultó ser Francisco Guzmán Ortiz, jefe de la oficina de la Presidencia de la República.

Justo después de que Arne Aus den Ruthen exhibió los casos de #LordMeLaPelas y de Guzmán Ortiz (cercano colaborador del presidente Peña), se avivó el debate sobre el uso que servidores públicos deben o no dar a Periscope y aplicaciones similares. Los derechos fundamentales parecieran ser de los principales tópicos en el debate: ¿Se viola el derecho a la presunción de inocencia cuando alguien es exhibido cometiendo una falta? ¿Hay vulneración a la privacidad, al derecho a la propia imagen? ¿Se está aplicando la pena de infamia pública de manera sumaria por parte de quien exhibe a un ciudadano infractor?

El abogado y conductor de televisión Leopoldo Gómez, uno de quienes discrepan con la forma de trabajar del city manager comentó para Milenio:

Me preocupa más que una autoridad imponga castigos por encima de la ley. Como ha apuntado la CDHDF [el organismo local encargado de la protección a los derechos humanos], al exhibir públicamente a los infractores, la autoridad vulnera su honra y su imagen. Se crean sanciones adicionales y una «violencia innecesaria». En el caso del city manager, con buenas intenciones. Pero ¿queremos que los funcionarios puedan imponer sanciones a partir de sus deseos u ocurrencias? En esa lógica se basa el poder autoritario.

En un corto debate televisivo en el que participó la titular del órgano protector de los derechos humanos en la ciudad, Perla Gómez, señaló:

Debemos darles seguridad a todas las personas sobre lo que puede o no hacer la autoridad. El uso en vivo, la transmisión en vivo y posteriormente subir a redes la información debe tener esa claridad en ley de que va a convertirse en una forma de inhibición de conducta. El hecho de que sea en vivo [permite que] pueden pasar ‘n’ situaciones. ¿Qué pasa cuando hay un error, cuando transitan personas por ahí, si hay niñas, niños y no se puede difuminar la imagen en ese momento?

El poco diáfano discurso de Perla Gómez contrasta con el hecho de que, según reportes, su oficina está dando trámite a tres quejas en contra Arne Aus den Ruthen:

Si bien, señala la CDHDF, de ninguna manera está en contra de que las autoridades cumplan sus deberes, le preocupa que la utilización de herramientas tecnológicas como Pericope, “exhiba a personas que hubieran realizado conductas que probablemente constituían una falta administrativa sin que las autoridades observen las obligaciones que tienen en materia de protección de datos personales, al ser la imagen de una persona un dato personal que la hace identificable por sus rasgos físicos”.

Sobre la postura de la CDHDF, el city manager expuso:

El internacionalista Gabriel Guerra, al defender la postura a favor del uso de Periscope para dar a conocer a los infractores, escribió:

La prepotencia, el desacato y la impunidad no hacen caso de la amable indicación de la autoridad. Se requiere de la voz ciudadana, de la denuncia pública, del escarnio para que cambien sus conductas. En cualquier sociedad civilizada, el escándalo se centraría en quien viola la ley descaradamente y no en quien lo exhibe. Aquí confundimos el debate.

En Twitter, a en respuesta a una pregunta directa que hice sobre el tema, el abogado Rodolfo Herrera Moro dijo estar a favor del uso de Periscope en casos como el mencionado:

En un sentido similar respondió Raúl Morales:

Sobre el hecho de que el órgano local especializado en derechos humanos asevere que las grabaciones implican vulneración a la protección de datos personales, el tuitero Shiva señaló que en la gestión del jefe de gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera, también se hacen grabaciones en las calles:

Usuarios como el estudiante de ingeniería Juan Rafael han expresado así su apoyo al city manager:

Mientras que otros, han manifestado con lenguaje soez su deseo de golpearlo:

Así las cosas, el abuso de influencias, los delirios de grandeza y la prepotencia que se encuentran arraigados en gran cantidad de mexicanos busca derrotar los contrapesos que encuentra a su paso. Las autoridades, indudablemente, deberán blandir las herramientas que tengan a su alcance encontrando la forma de hacer valer la ley sin vulnerar derechos fundamentales ni incurrir en actos que puedan ser interpretados como ilegales. El tema no es de relevancia menor y llama, por lo menos, a una eficaz ponderación de derechos.

4 comentarios

Únete a la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.