Las autoridades bangladesíes arrestan a un editor por «ultraje a los sentimientos religiosos»

Eslogan original de la feria del libro, «Ekush significa no doblegarse», en la que se ha tachado la palabra «no». Imagen de la página de Facebook de Souradeep Dasgupta, que simboliza la derrota de la ideología laica en Bangladés

Eslogan original de la feria del libro, «Ekush significa no doblegarse», en la que se ha tachado la palabra «no». Imagen de la página de Facebook de Souradeep Dasgupta, que simboliza la derrota de la ideología laica en Bangladesh.

Las autoridades han clausurado el puesto de un editor en la feria nacional del libro de Bangladesh, y han detenido al empresario y a dos de sus empleados por exhibir un libro que supuestamente ofende los sentimientos religiosos, y publicar parte de su contenido en Internet.

La decisión de clausurar el puesto llega en un momento en el que el pensamiento secular y las críticas a la religión son prácticas cada día más peligrosas en el país asiático.

La policía afirma haber conocido por los medios sociales que el libro Islam Bitarka («Debate sobre el islam»), de la editorial Ba-Dwip Prokashony, podría albergar contenidos que «ofenden al islam», concretamente un capítulo titulado Muslim Manosher Jouna Bikriti («Perversión sexual de la mente islámica»). Aplicando las leyes nacionales, puede procesarse a cualquier persona que muestre intenciones «deliberadas» o «maliciosas» de «ofender los sentimientos religiosos».

La policía informó a las autoridades de la Feria del libro Ekushey sobre los hechos, y el lunes 15 de febrero, a primeras horas de la mañana, los oficiales cerraron el puesto de libros.

La policía cierra un puesto de libros por «ofender a los sentimientos religiosos»

Otra publicación prohibida, esta vez es Ba-Dwip. ¡¡¡Bravo, academia bangladesí!!! (sarcasmo)

«Islam Bitarka» es la traducción de una antología editada por Shamsuzzoha Manik, propietario de la editorial Ba-Dwip. El libro se publicó por primera vez en 2010, y llegó a la feria del libro Ekushey en 2012, donde ha permanecido sin causar problemas hasta este mes de febrero.

Manik, que también es bloguero y escritor, fue detenido más tarde por la policía junto con dos de sus empleados. Se confiscaron todas las copias del libro que había en el puesto, y se están revisando otros cinco libros. Presuntamente, Manik ha publicado algunos de los contenidos del libro en un blog. Se ha abierto un proceso contra ellos en aplicación del controvertido artículo 57 de la Ley de tecnologías de la información y la comunicación, que criminaliza la «publicación de información falsa, obscena o difamatoria».

La sección 13.13 del reglamento de la feria dice que antes de cerrar un puesto, se debe conceder al editor un plazo para retirar todos los libros ofensivos de la feria. Si el editor incumple la orden, las autoridades suspenderán todas las actividades de la editorial en el recinto ferial. No está claro si a la editorial Ba-Dwip se le dio un plazo o se examinaron los contenidos antes de cerrar su puesto.

«Estos sucesos no son nuevos en Bangladesh»

En los últimos años, grupos islamistas han utilizado los medios sociales y tradicionales para predisponer a los bangladesíes en contra de blogueros y escritores laicos y para amenazarles, con resultados letales. Solo en 2015, cuatro blogueros y un editor de libros fueron asesinados.

La constitución de Bangladesh consagra el derecho a la libertad de expresión, y los ateos tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. Pero el gobierno laico de este país de mayoría musulmana ha hecho muy poco por frustrar estos ataques o por llevar a los asesinos ante la justicia.

Haseeb Mahmud comentó en el blog de la comunidad Sachalayatan:

গত দুই দিন সামাজিক যোগাযোগ মাধ্যমগুলো পর্যবেক্ষণ করে এটা পরিস্কার হয় যে লেখক ও ব্লগার শামসুজ্জামান তার একটি বই ব-দ্বীপ প্রকাশনের মাধ্যমে প্রকাশ করেছেন যেটা কোমলমতি নৃশংস ধর্মপ্রাণ ধার্মিকদের মনে আঘাত দিয়েছে। এ ধরণের ঘটনাপ্রবাহ বাংলাদেশে নতুন কিছু নয়। নতুন বিষয়টা হলো কীভাবে সামাজিক যোগাযোগ মাধ্যম ব্যবহার করে এ ধরণের মৌলবাদি কার্যক্রম সংগঠিত করা হচ্ছে সেটা। পুলিশও বলছে তারা সামাজিক যোগাযোগ মাধ্যমে এই “ধর্মীয় অনুভুতিতে আঘাতের কথা জেনেছে।”

De la lectura de los medios sociales estos dos últimos días se desprende que el autor y bloguero Shamsuzzoha ha herido los sentimientos religiosos de ciertos creyentes impresionables con un libro de su editorial Ba-Dwip. Estos hechos no son nuevos en Bangladesh. Lo que sí es nuevo es el uso de los medios sociales para instigar estas actividades radicales contra los editores. Hasta la policía reconoce que ha sabido de las ofensas a los sentimientos religiosos gracias a los medios sociales.

En los últimos tiempos, en Bangladesh se aprecia un alarmante uso de los medios sociales para incitar al odio y tomar represalias contra escritores, activistas y minorías. En 2012 se publicó la imagen de un Corán quemado en una cuenta falsa de Facebook que decía representar a una minoría, lo que enfureció a los habitantes de Ramu, una zona al sur de Bangladesh, donde ardieron siete templos budistas como consecuencia del malentendido.

A la pregunta de BBC Bangla de si el libro Islam Bitarka había sido prohibido con anterioridad o si era desconocido para la gente, Shamsuzzaman Khan, director general de la Academia Bangla, la autoridad del lenguaje bangladesí que organiza la feria del libro, respondió:

If I say this and if you publicize it, the possibility of a riot is imminent. Do you want that? I can read it to you. This should be definitely banned.

Si lo digo y usted lo difunde, la posibilidad de que haya disturbios se hace inminente. ¿Es lo que quiere? Puedo leérselo. Debería prohibirse definitivamente.

«Una revolución desde dentro contra las creencias religiosas»

No es la primera vez que un puesto de libros se clausura con la excusa de la ofensa a los sentimientos religiosos. El año pasado, Rodela Prokashani, de la editorial Rodela, se enfrentó al mismo problema por su traducción de un libro sobre la vida del profeta Mahoma. La web de la publicación fue pirateada y el editor sufrió amenazas de muerte por publicar dicho libro.

Hace tres meses, dos editores bangladesíes de libros laicos sufrieron sendos ataques el mismo día. Una de las víctimas, Faisal Arefin Dipon, de 43 años, resultó muerto como consecuencia de las heridas infligidas con un machete en su oficina de la editorial Jagriti Prokashoni de Daca. Entre febrero y abril de 2015, cuatro blogueros fueron asesinados a machetazos, entre ellos Avijit Roy y Oyasiqur Rahman Babu, atacados en plena vía pública.

Shamsuzzoha Manik escribió hace un tiempo en un blog sobre los ataques a laicos y librepensadores en Bangladesh:

নিরীশ্বরবাদী এবং মুক্তচিন্তার মানুষরা কেন জিহাদীদের প্রধান টার্গেট হল। [..] প্রকৃতপক্ষে অন্ধ ধর্মবিশ্বাস থেকে মুক্ত, যুক্তিবাদী এবং মুক্তচিন্তার মানুষরা লোকবাদী বা প্রকৃত সেকিউলার বাংলাদেশের আদর্শিক ভিত্তি নির্মাণে একটি ইতিবাচক ভূমিকা রাখছে। ইসলামী পৃথিবীর কোথায়ও অলোকবাদী ধর্ম এবং ইসলামের বিরুদ্ধে এভাবে ভিতর থেকে বিদ্রোহ হয় নাই। এ ক্ষেত্রে বাংলাদেশ ব্যতিক্রম। এর তাৎপর্য অপরিমেয়।

¿Por qué se han convertido los ateos y los librepensadores en objetivo de los yihadistas? (…) Esos librepensadores, que piensan con lógica, libres de supersticiones religiosas, están haciendo una contribución positiva y real en todos los ámbitos en pro del desarrollo de una auténtica ideología secular en Bangladesh. En ninguna parte del mundo islámico ha habido una revolución así, desde dentro, contra las creencias religiosas. Bangladesh es una excepción. Eso es muy significativo.

Estas últimas noticias, combinadas con los recientes ataques a blogueros y editores, muestran lo alto que sigue siendo el precio de la laicidad en Bangladesh.

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