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Por qué la televisión rusa no dijo nada cuando una niñera decapitó a una niña de cuatro años

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Censura, Etnicidad y raza, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Periodismo y medios, RuNet Echo
Gulchekhra Bobokulova. Image: YouTube [1]

Gulchekhra Bobokulova. Imagen: YouTube.

Una niñera asesinó a una niña de cuatro años a finales de febrero en Moscú. El lunes 29 de febrero, Gulchekhra Bobokulova apuñaló a la niña en el cuello, la decapitó y luego incendió el departamento de la familia. Había cuidado a la niña, que se llamaba Nastya, durante más de un año. Luego salió, vestida de negro, detuvo un taxi y fue a la estación de metro más cercana. Ahí, sacó la cabeza de Nastya de su mochila y la sostuvo en alto gritando “Allahu Akhbar” y amenazó con hacerse estallar. Terrible material captado por cámaras de vigilancia se difundió viralmente en internet. Durante 24 horas, las cadenas de televisión nacional de Rusia no dijeron nada.

¿Por qué? Podría ser porque las amenazas de Bobokulova de un ataque terrorista llevaron a la policía a ejercer cuidado extremo, pero algunos de los más severos críticos del Kremlin han señalado que a la policía le tomó cerca de una hora detener a Bobokulova. El activista anticorrupción Alexey Navalny comparó este tiempo de respuesta con la rapidez con que a menudo se moviliza la polícía para combatir las protestas políticas:

Parámetros de servicios especiales rusos:
– párate al lado de una estación de metro con un cartel contra Putin —cinco minutos antes de que te detengan;
– párate al lado de una estación de metro con la cabeza de un menor y grita ¡Allahu Akbar! —una hora.

El silencio de las principales cadenas de televisión sobre el incidente ofendió no solamente a los liberales rusos que habitualmente lamentan el control del Kremlin sobre los medios, sino también a varios nacionalistas, que sostuvieron que el gobierno estaba tratando de esconderle al público la amenaza inmigrante. El medio de comunicación nacionalista “Sputnik & Pogrom” coronó a Bobokulova como la “Mary Poppins uzbeka”, y publicó un gráfico que apareció [3] primero en el sitio web del periodista Oleg Kashin que demuestra la completa falta de cobertura de la historia por parte de las cadenas de televisión controladas por el estado.

[4]

Título de la imagen: “(Cobertura de) la nana asesina en los principales canales de televisión rusos”.

29 de febrero, día en que la Máquina de Propaganda del Estado se detuvo.

Al comienzo de la semana de los hechos, los boletines de noticias de la televisión rusa cubrieron varias noticias, que incluían los mineros muertos en un accidente en Vorkuta, la actual crisis de los refugiados en Europa, la guerra en Siria y los Premios de la Academia. El martes 1 de marzo, al día siguiente del arresto de Bobokulova, dos periodistas que trabajan para cadenas de televisión nacional confirmaron [8] anónimamente a la agencia de noticias RBC que el Kremlin ordenó a los canales que ignoraran el asesinato. El secretario de prensa de Vladimir Putin, Dmitry Peskov, negó luego las acusaciones de presiones a las cadenas de televisión, y agregó que el Kremlin apoyó la decisión “de no volver loca a la gente”. Peskov también agregó [9] que el incidente no debía vincularse ni confundirse con el “asunto de las relaciones interétnicas”.

Muchos usuarios de internet dejaron constancia de la repentina aversión de las cadenas de televisión rusas a transmitir noticias sobre hechos sangrientos y matanzas, que en años anteriores destacaron de manera tan prominente en informes sobre el conflicto en Ucrania.

A la izquierda: «Artículo noticioso sobre el niño de tres años crucificado por soldados ucranianos en la plaza principal de Slovyansk (en realidad nunca ocurrió)».

A la derecha: «Artículo noticioso sobre la niña en Moscú decapitada por una migrante ilegal que exhibió su cabeza cortada cerca de una estación de metro».

El inexistente niño crucificado en Ucrania se ha convertido en una mayor sensación en las noticias rusas que la verdadera cabeza cortada de una niña en el centro de Moscú.

No están mostrando la noticia de la nana en televisión. Porque no es Ucrania, Siria ni Alemania, donde una niña huyó de una casa durante un día y luego regresó.

La renuencia de los canales a cubrir esta historia cuando era noticia de último minuto tiene sentido: la noticia de una nana uzbeka que sacrifica a una niña rusa podría iniciar una ola de odio y hasta violencia contra millones de migrantes de Asia Central que viven en todo Moscú y el resto del país. Después de todo, la mayoría de rusos se entera de las noticias por la televisión.

Aunque no decir nada puede tener sentido, la ética de mantener al público ajeno a los hechos es otro asunto. Los críticos dicen que las noticias de televisión rusas son responsables por cultivar elevados niveles de violencia en Rusia. Según Yulia Muchnik [14], periodista en Tomsk, “la actual televisión federal, construida con funciones puramente propagandísticas, olvidó cómo funcionar profesionalmente como distribuidor de información”.

Los canales de televisión rompieron su silencio un día después del asesinato, cuando Canal Uno transmitió un segmento de 30 segundos [15] sobre el crimen, diciendo que una ciudadana uzbeka era sospechosa de asesinar a una niña en Moscú. El presentador de noticias señaló que la sospechosa tenía un historial de enfermedad mental, incluido un tratamiento por esquizofrenia. La transmisión nunca mencionó el nombre de Bobokulova ni otros detalles.

En línea, los periodistas rusos debatieron la decisión de esperar tanto en televisión para informar cualquier noticia sobre el asesinato. No ha habido consenso, y hasta algunos críticos del Kremlin apoyan la decisión de los canales de no decir nada durante todo el tiempo que quedaron en silencio. El periodista Anton Dolin, escribió [16] en Facebook, y llamó al caso una manera de referirse a un todo a partir de una de sus partes, que podría llevar a peligrosas generalizaciones y estereotipos.

Какой вывод из этого случая сделает массовый зритель […]?
– няни это опасно; чужой человек в семье – это зло;
– малообразованные и низкооплачиваемые няни особо опасны;
– няни из Средней Азии это жуть;
– мусульмане это кошмар;
– «трудные» или не полностью здоровые дети – такой тяжкий груз, что можно не выдержать и убить.
Каждый из этих стереотипов опасен. Опаснее няни с топором и криком «Аллах акбар».

¿Qué conclusión sacará la audiencia masiva de este caso? […]
– las niñeras son peligrosas;
– un extraño en la familia no lleva a nada bueno;
– las nanas sin educación y mal pagadas son especialmente peligrosas;
– las nanas de Asia Central son horribles;
– los musulmanes son espantosos;
– los niños «difíciles» o no completamente saludables son una carga pesada, alguien puede llegar a quebrarse y matarlos.
Cada uno de estos estereotipos es peligroso, mucho más que una nana con un hacha gritando «Allahu Akbar».

Aunque Dolin no está solo en su apoyo a los canales, la mayoría de los periodistas rusos ha alegado que suprimir las noticias es inaceptable. Pero muchos de estos reporteros insisten en que la cobertura de estos acontecimientos debería ser manejada exclusivamente por periodistas profesionales.

Por su parte, los políticos rusos mostraron menos preocupación por la ética. Una filial del Partido Comunista de Rusia creó [17] rápidamente una imagen estilizada de una mujer con un hijab que portaba una cabeza decapitada, y publicó la imagen en su sitio web para promover nuevas restricciones a la inmigración:

Sobran las palabras. El Partido Comunista de Rusia usa ilustración de la nana asesina y la niña decapitada en sitio contra la migración.

El diputado de la Duma Estatal Dmitry Gudkov pidió [21] a los políticos que dejen de abusar del terrible asesinato para sus propios fines políticos. Luego de múltiples quejas, la ofensiva imagen fue retirada del sitio web del Partido Comunista.

Gulchekhra Bobokulova ha admitido su culpa, diciendo en la corte que había planeado el asesinato con un mes de anticipación. Dice que “Alá la mandó” a matar a la niña, y le dijo a la policía que era en retribución por los ataques aéreos de Vladimir Putin contra Siria. Una fuente le dijo a la agencia de noticias Interfax que la policía encontró en el teléfono de Bobkulova los números de dos hombres conocidos por tener vínculos con grupos extremistas. El viernes 4 de marzo, Bobkulova fue acusada formalmente de asesinato, incendio provocado y falsas acusaciones sobre un acto de terrorismo.