El escritor egipcio Ahmed Naji fue sentenciado a dos años de cárcel por su novela «explícitamente sexual”

Egyptian novelist and journalist Ahmed Naji has been sentenced to two years in prison for insulting public decency. Photo source: @anaje

El novelista y periodista egipcio Ahmed Naji ha sido condenado a dos años de cárcel por ofensas a la decencia pública con sus escritos de contenido explícitamente sexual. Fuente de la foto: @anaje.

El tribunal de apelaciones de El Cairo sentenció al novelista y periodista Ahmed Naji a dos años de cárcel por publicar un capítulo de su novela The Guide of Using life (La guía de usar la vida) que contenía escenas de contenido «explícitamente sexual» en una revista.

Naji, acusado de infringir las leyes de decencia pública, fue absuelto en su primer juicio en diciembre, a lo que la fiscalía pública presentó un recurso. Su caso se llevó a jucio después de que un hombre se quejara de palpitaciones en el corazón, bajada de la presión arterial y náuseas al leer los escritos de Naji. El sábado, Nají fue arrestado por el tribual de apelación tras ser sentenciado por un juez a dos años de cárcel por «destruir los valores sociales».

El sistema legal egipcio se ha convertido en objeto de críticas. Hace poco, un tribunal sentenció erróneamente a un niño de cuatro años a prisión incondicional y le ha condenado por cuatro cargos de asesinato, ocho cargos de intento de asesinato y vandalismo contra propiedades públicas.  — crímenes que no ha podido cometer porque tenía dos años por aquel entonces. Tales meteduras de pata no son poco comunes en el sistema legal egipcio. Amnistía Internacional expone en un informe:

Trials before the criminal courts were riddled with due process violations. Some trials proceeded in the absence of the defendants and their lawyers . In others, judges prevented defendants or their lawyers from presenting evidence in their own defence or cross-examining prosecution witnesses. In many cases, courts convicted defendants despite an absence of substantive evidence against them.

Los juicios anteriores a los tribunales penales estaban plagados de infracciones al debido proceso. Algunos juicios continuaron en ausencia de los defendidos y sus abogados. En otros, los jueces impidieron a los defendidos o a sus abogados presentar pruebas para su propia defensa o el momento de  repreguntas a los testigos de la acusación.

Naji fue declarado inocente en el primer juicio, la sentencia dice:

” كما أن ما احتواه العمل الأدبي ( القصة ) علي ألفاظ وعبارات جنسية هو أمر درج في العديد من المؤلفات و الأعمال الأدبية و الأشعار قديما وحديثا وهذا ما انتهت إليه شهادة كل من الأستاذ / محمد سلماوي و الروائي / صنع الله ابرهيم والتي تطمئن اليهم المحكمة من أن العمل الأدبي ﻻ يمكن الانقطاع من سياقه أو أخذ جزء منه و ترك الآخر .
كما أن العمل الأدبي هو كيان واحد إذا انقطع منه جزء انهار ذلك العمل .”

El tribunal también se ha percatado que la pieza de literatura (la historia), incluye palabras y frases de connotación sexual, lo que es una práctica común en muchas obras literarias y poemas tanto antiguos como recientes. El tribunal concluyó, tras los testimonios del docente Mohamed Salmaway y el novelista Sona'allah Ebrahim -los cuales el tribunal acepta-  que un trabajo literario no puede ser dividido, censurado fuera de contexto o evaluado parcialmente porque es un único objeto y extraer partes de él, lo destruye.

Sin embargo el nuevo juicio no tuvo esto en consideración. El editor jefe adjunto estatal de la publicación en la cual aparecía la historia de Naji también fue penalizado con 10,000EGP (unos $1,220 dólares estadounidenses).

Un vídeo de Youtube del lanzamiento del libro de Naji en noviembre de 2014 muestra a mucha gente leyendo pasajes del libro y mirando las obras de arte que aparecen en él sin experimentar los síntomas similares a ataques cardíacos mencionados en la queja:

La sentencia de dos años de cárcel que se le ha dado a Naji es la pena máxima posible para tales casos. Sin embargo, las leyes morales en Egipto no son claras en el sector de la publicación. Por ejemplo, hasta hace poco un programa escolar patrocinado por el estado, de la Universidad de Al Azhar, la principal escuela religiosa de Egipto, incluía capítulos sancionando el comer la carne de los prisioneros de guerra. La blogger Alyaa Gad anotó:

Alazhar elimina de su programa el canibalismo de los prisioneros de guerra. Ay Señor, que haré ahora con los 20 kilos de carne de prisionero en el congelador [sarcásticamente]!

Este no fue el primer incidente relacionado con la libertad de expresión el mes de febrero. A principios de mes el famoso escritor de sátiras Islam Gawish fue retenido para interrogarle mientras otros periodistas como Ismail Aleskandarani están en juicio por falsos cargos.

Egipto, el cual fue el primer país de la región de Medio Oriente y África del norte en tener un periódico propio en 1828, figura en la clasificación mundial de libertad de prensa en el puesto 158 sobre 180 países, según el World Press Freedom Index publicado en un informe del 2015 por los observadores internacionales de Reporteros Sin Fronteras.

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