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Serie de cuentos animados revitaliza lenguas indígenas en México

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Captura de pantalla del cuento animado basado en el poema ‘Muere mi rostro’ de Manuel Espinosa Sainos [1], narrado en Totonaco [2] de Puebla. Parte de la serie «Sesenta y ocho voces, sesenta ocho corazones».

«Nadie puede amar lo que no conoce» es el punto de partida del proyecto animado que tiene como fin la conservación y la difusión de las lenguas indígenas mexicanas. El nombre de la serie es ‘Sesenta y ocho voces, s [3]esenta y ocho corazones’ [3]. [3]

Dicho proyecto busca fomentar el orgullo, respeto y uso de las lenguas indígenas en México, a través de una serie de cuentos animados narrados en lenguas originarias y subtitulados en español.

Un ejemplo del proyecto puede verse más abajo con el cuento basado en la narración tradicional del pueblo Yaqui [4] “El Chapulín Brujo”. La historia cuenta cómo la tribu yaqui sobrevivió al ataque de un monstruo feroz, gracias a un árbol profeta y al Chapulín Brujo que logró vencerlo.

La lengua de narración está en lengua yaqui [5], un idioma del estado de Sonora.

El nombre del proyecto hace referencia a las 68 lenguas indígenas mexicanas que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) [6], actualmente se hablan en el país. De acuerdo con el canal de Vimeo [7] del proyecto:

Las lenguas indígenas engloban una visión única de la vida y del mundo. Al desaparecer, se pierde la cosmovisión y cosmogonía única de cada pueblo, perdiéndose una parte importante de la humanidad.

Así, el proyecto reconoce las lenguas originarias como visiones del mundo y busca evitar su extinción.

Tal como lo muestra el siguiente cuento animado, basado en el poema “Cuando muere una lengua” [8] del historiador y antropólogo Miguel León Portilla, [9] principal experto en materia del pensamiento y literatura náhuatl [10]. El cuento está narrado en esta lengua, específicamente en la variación de la Huasteca de Hidalgo. [11]

Cuando muere una lengua […]

Entonces se cierra a todos los pueblos del mundo, una puerta, una ventana.

Un asomarse de modo distinto a las cosas divinas y humanas, a cuanto es ser y vida en tierra.

A través de esta primera serie  se ha logrado dar vida a algunos cuentos de tradición popular y a obras seleccionadas de poetas y artistas indígenas, así como de historiadores y filósofos expertos en pensamiento y lenguas originarias. En la página [12] del proyecto se lee lo siguiente:

En esta [primera] serie se retratan siete de estas 68 visiones del mundo: huasteco, maya, mixteco, náhuatl, totonaco, yaqui y zapoteco, a través de la visión de siete escritores y siete ilustradores gráficos.

El siguiente video se basa en el cuento “La última danza” [13] del escritor maya Isaac Esau Carrillo Can.  [14]En el cuento se centra en la historia de una mujer que recuerda una conversación con su padre, quien se ha despedido de este mundo terrenal para unirse a su madre. Su padre se despide asegurándole que en ella ha sembrado «la gran semilla de las danzas» y es ella quien habrá de multiplicarlas en el mundo.

La lengua de narración es maya [15]de Yucatán.

En entrevista para Global Voices, la creadora y directora del proyecto Gabriela Badillo [16] señaló que actualmente están trabajando muy de cerca con el INALI, así como con personas hablantes de las lenguas originarias para ir cubriendo, poco a poco, cada una de las 68 lenguas indígenas del país, sobre todo aquellas con mayor riesgo de extinción [17].

También enfatizó que el proyecto es producto de un trabajo colaborativo entre autores contemporáneos, traductores e intérpretes indígenas, ilustradores, animadores, diseñadores de audio y música, además de un equipo para investigación y adaptación de las historias y de la importante participación de pueblos y comunidades indígenas que han compartido sus cuentos de tradición popular.

Cuando le preguntamos sobre la recepción del proyecto, Gabriela nos compartió lo siguiente:

En general, las comunidades con las que nos hemos acercado lo han recibido con emoción, por ver en un video parte de su historia, tradición, cultura. No mostrada como una «cultura estática» y antigua de museo sino [como] algo vivo que va cambiando y creciendo con el tiempo y con las nuevas generaciones; sin caer en los «clichés» de lo indígena sino incluyendo a los jóvenes de las comunidades, así como a artistas mexicanos que aportan un grano de arena. Sobre todo, en aulas de enseñanza nos han comentado que las y los niños se muestran muy emocionados.

El canal de Vimeo [7]de 68 voces contiene toda la información del proyecto, así como los créditos correspondientes a cada video y sus descripciones en inglés. Algunos cuentos animados también se pueden ver con subtítulos en inglés desde su canal de YouTube [18].

Más información y actualizaciones sobre el proyecto están disponibles en su página de Facebook [3] y en la página de su equipo creativo Hola Combo [12].