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Periódicos iraníes documentan abuso y maltrato a escolares afganos

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Irán, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Refugiados
Afghan school children in Iran have been the subject of abuse and mistreatment. Photo from ICHRI and used with permission. [1]

Escolares afganos en Irán han sido objeto de abuso y maltrato. Foto de ICHRI y usada con autorización.

El 5 de enero, el periódico Shargh [2] informó que el director de un colegio de Damavand golpeó a cinco estudiantes afganos con una manguera y les dejó marcas en la cara y cuerpo, diciéndoles: “ustedes, afganos, deben irse. Ya son demasiados”.

Los estudiantes afganos están siendo objeto de castigo físicos y discriminación en los colegios iraníes, según informes de los medios en Irán que el gobierno ha tratado de reprimir.

“Las noticias de alumnos maltratados en general, y de alumnos afganos en particular, solamente aparecen en los medios por accidente porque las agencias de supervisión y el Ministerio de  Educación tratan de ocultar esos incidentes”, dijo Shirzad Abdollahi, experto en asuntos educativos afganos, a la Campaña Internacional por los Derechos Humanos en Irán.

Irán ha acogido a una de las mayores poblaciones de refugiados del mundo, con 950,000 afganos registrados en 2015, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados [3] (ACNUR).

El maltrato a niños iraníes en colegios, ya sean castigos corporales o maltrato verbal y humillación es común en Irán, según Abdollahi, pero es peor para los niños afganos porque tienen menor protección. El sistema educativo tiende a lidiar con estos incidentes sin sancionar el personal abusivo, y tratan de ocultarlo a la prensa, dijo a la Campaña.

Muchos niños afganos indocumentados también enfrentan obstáculos burocráticos que les impiden asistir al colegio, una infracción al derecho internacional que les garantiza el derecho a la educación.

Un estudiante afgano de la ciudad de Pakdasht fue golpeado y expelsado del colegio por no pagar la colegiatura, según el informe más reciente que apareció el 16 de enero de 2016 en el periódico Vaghaye Ettefaghieh [4].

Los padres solamente pudieron pagar un millón de riales (unos $33) de los 2.3 millones de rials ($76) que exige el colegio. Al estudiante se le dijo que no volveria al colegio hasta que toda la colegiatura estuviera pagada.

Luego del incidente de enero de Damavand, uno de los padres dijo al periódico Sharg:

We went and complained to the district’s school administration and they sent an investigator to the school. But after all that, the school’s headmaster told us it was better not to drag things out further…He said our kids were being rowdy and they caused the principal to get angry.

Fuimos y reclamamos con la administración escolar del distrito y enivaron un investigador al colegio. Pero después de todo, el maestro principal del colegio nos dijo que era mejor no alargar más las cosas… Dijo que nuestros hijos eran alborotadores y que causaban que el director se molestara.

El año pasado, un profesor de otro colegio de Pakdasht castigó a cuatro niños afganos de primaria obligándolos a poner las manos dentro de un inodoro, según un informe noticioso de Tabnak [5] del 10 de febrero.

“El maltrato de estudiantes afganos no es sistemático dentro del sistema educativo, sino que es a nivel del colegio, dependiendo de las creencias personales del maestro principal, los directores o profesores”, dijo Abdollahi a la Campaña.

Los maestros y los administradores no están suficientemente capacitados sobre los derechos de los niños, agregó.

In the short-term, there should be better monitoring of headmasters and teachers and any violations should be countered with greater firmness..Honorable teachers, who are more than a few, should stand up to colleagues who are abusive…The media should also raise awareness about the rights of children and make society more sensitive towards the mistreatment of students.

En el corto plazo, debería haber una mejor supervisión de los maestros principales y los profesores, y toda infracción debe ser contrarrestada con mayor firmeza. Los profesores honorables, que no son pocos, deberían enfrentar a sus colegas que son abusivos… Los medios también deberían generar conciencia sobre los derechos de los niños y hacer que la sociedad sea más sensible hacia el maltrato de estudiantes.

“No hay una directiva oficial que consienta la violencia física contra los estudiantes afganos. El problema son las opiniones de la sociedad”, dijo Abdollahi a la Campaña.

“Hace algunos años, un grupo de familias del distrito de Kan en Teherán se manifestaron frente al colegio de su vecindario para impedir que alumnos afganos se inscribieran ahí”, refirió.

Además del abuso físico y la discriminación, los estudiantes afganos son también financieramente más vulnerables porque sus padres, la mayoría de los cuales son refugiados, a menudo ganan menos que el iraní promedio.

“Desde el año pasado, el asunto de la colegiatura se ha resuelto de alguna manera y a los colegios ya no se les exige pedir colegiatura de los estudiantes afganos”, dijo Abdollahi. “Se les puede pedir que hagan contribuciones voluntarias para algunos gastos del colegio, pero no está claro qué es voluntario y qué no”.

“No obstante, las regulaciones establecen que los estudiantes afganos tienen los mismos derechos que sus compañeros iraníes y nadie tiene el derecho de maltratarlos”, expresó.

En 2011, el representante de asuntos internacionales del Ministerio de Educación anunció [6] que a los estudiantes extranjeros se les impidió matricularse en colegios especiales para niños talentosos, así como en colegios ejemplares de primaria y colegios vocacionales, una violación al derecho a la educación internacionalmente garantizado.

“Las políticas educativas no deben estar sujetas a cambios estacionales de gustos o de gobiernos. La educación es un derecho reconocido de los niños independientemente de su nacionalidad, etnia, condición de residencia o medios financieros”, refirió Abdollahi a la Campaña.

“Este derecho debe estar completamente respetado sin ningún impacto por parte de gobiernos y políticas cambiantes”, puntualizó.