El blogueo hace su reaparición en Rusia, gracias al hombre que contribuyó a eliminarlo

Is blogging back in Russia, thanks to Telegram? Image edited by Kevin Rothrock.

¿Está reapareciendo el blogueo en Rusia, con la ayuda de Telegram? Imagen editada por Kevin Rothrock.

Érase una vez que Rusia tenía un pequeño pero dedicado cuerpo de blogueros. Ellos se congregaban en un horrible sitio web denominado LiveJournal, un espacio donde garabateaban poemas, reseñas de arte, columnas de opiniones y todo lo que se pudiera en el mundo en línea. De repente, apareció el Padre Tiempo y destruyó todo el acuerdo por completo. Surgieron otros sitios web. Los medios ciudadanos se rindieron a las redes sociales como Facebook, Vkontakte y Twitter, donde escribir cosas en línea no necesariamente convertía a la persona en un «bloguero» – por lo que, esto simplemente se transformó en algo que realiza la gente.

Sin embargo, algo curioso está sucediendo entre el caos del uso actual de Internet en Rusia: las personas están comenzando a sentirse abrumadas, por lo tanto, están recurriendo a otras formas de escritura y lectura en línea que se parecen a los blogs antiguos. Irónicamente, el líder de esta nueva tendencia es el servicio de mensajería instantánea Telegram, diseñado y fundado por Pavel Durov; el hombre que lanzó la red social más popular de Rusia, Vkontakte, antes de ser expulsado de su puesto hace unos años atrás (en una maniobra aparentemente orquestada por el Kremlin para obtener más control sobre el sitio web).

La nueva característica de Telegram se denomina «Canales» y su mayor atractivo es realizar relativamente poco. Cualquier persona puede crear uno que, en esencia, es un flujo de mensajes a los que se pueden suscribir otros usuarios de la plataforma. Esos mensajes aparecen como cualquier mensaje de chat (se entremezclan con los mensajes de la otra persona con quien se está hablando en realidad) y uno puede recibir notificaciones automáticas por cada nueva comunicación o bien «silenciar» los textos entrantes. No existe ninguna forma de responderlos, esto implica que no se permite los comentarios.

Los «canales» son estrictamente unilaterales; esto brinda una solución elegante, aunque ligeramente despótica, al épico problema con los trolls, los bots y, por lo general, con las personas determinadas a compartir comentarios y propinar insultos en la red. Se puede observar la hora en que fue publicado un mensaje, el número de vistas que ha recibido la publicación y el total de suscriptores que posee el canal. Eso es todo. Disfrútenlo.

Daniil Trabun. Photo: Facebook.

A principios de febrero, el sitio web Afisha Daily solicitó a los líderes de la industria en Rusia que compartieran sus opiniones con respecto a la nueva característica de Telegram. Daniil Trabun, editor en jefe de la revista Afisha, los denominó como «los nuevos blogs»:

У них нет дизайна, их нельзя найти на сайтах большого интернета. Остается главное — свобода самовыражения и удобная доставка контента прямо в телефон. Даже комментировать подписчикам здесь нельзя, что кажется абсолютно логичной вещью. Действительно, вы комментарии на своих любимых сайтах читаете? Ужас ведь.

No tienen ningún diseño y son imposibles de encontrar en los sitios web del resto de Internet. Las principales cosas que tienen a su favor son la libertad de expresión y una manera conveniente de entregar contenido directamente a su teléfono. Los suscriptores ni siquiera pueden emitir comentarios, lo cual, me parece completamente lógico. Honestamente, ¿alguna vez han leído los comentarios en sus sitios web favoritos? No, porque son una pesadilla.

Yuri Saprykin. Fuente: Facebook.

Yuri Saprykin, el nuevo director editorial de Moscow Times, estuvo complacido similarmente con la abolición de los comentarios e indicó a Afisha que el efecto que evoca esos canales de Telegram es parecido a obtener acceso al diario de otra persona, que envuelve a los lectores en una sensación agradable de «irresponsabilidad, por no decir, libertad».

Главное достоинство канала в Telegram — что там нет комментов, и значит, под любым твоим самым невинным постом не будут собираться незнакомые люди, чтоб рубиться безжалостно на темы Порошенко и ДНР (как это часто случалось в прошлом году).

La principal ventaja de los canales de Telegram es que no existe la retroalimentación; esto significa que la persona no encontrará debajo de sus publicaciones más inocentes a un grupo de extraños peleando despiadadamente por Poroshenko [el presidente ucraniano Petro] o RPD [la República Popular de Dónetsk separatista] (que era frecuentemente el caso el año pasado).

Grigory Prorokov. Fuente: Facebook.

Grigory Prorokov, otro periodista que ahora también administra un canal de Telegram sobre la cultura pop y la tecnología, argumenta que el público está perdiendo interés en los medios de comunicación masivos profesionales. Él afirma que el uso de Internet está regresando, en varias formas, a sus hábitos de hace más de una década atrás, cuando causaba furor el funcionamiento de los medios de comunicación más pequeños:

Telegram словил важную штуку: сейчас интернет в какой-то степени возвращается в начало 2000-х, во времена, когда можно было все делать самому. […] При этом вещи, которые люди делают в одиночку или маленькими командами, популярны как никогда: подкасты вернулись, видео на YouTube в порядке, даже блоги какие-то держатся.

Telegram se ha involucrado en algo importante: ahora el Internet está regresando, hasta cierto punto, a como era a principios del 2000, cuando era posible realizar las cosas por uno mismo. […] En medio de las tendencias de la actualidad, las cosas que las personas hacen por sí mismos o en grupos pequeños son ahora más populares que nunca: los podcasts son geniales de nuevo, los videos de YouTube están de moda e inclusive están reapareciendo los blogs.

No existe un repositorio oficial para los canales de Telegram, esto dificulta a la persona encontrar los canales que puedan gustarle. Es posible que esta cualidad misteriosa sea intencional para conservar el estado del servicio como algo para sus miembros. Quizá todo el proyecto colapsará, en el momento en que muchas personas comiencen a tener esos canales y se vuelva tan concurrido como los medios sociales disponibles en años anteriores. Algunos medios rusos, como el sitio web de noticias Gazeta.ru, parecen estar comprometidos a destruir la reputación de Telegram al utilizar de manera indolente sus propios canales para republicar el mismo contenido que resuena en Twitter.

Oleg Kashin. Fuente: Facebook.

La duración real de estos canales probablemente dependa, por sobre todo, de cuánto tiempo puede mantener su espíritu de «libertad de expresión», algo que muchos de los contactos de Afisha hicieron hincapie. Incluso, aquí, la ausencia de retroalimentación de los lectores puede no ser suficiente. Por ejemplo, el columnista Oleg Kashin recientemente presentó su propio canal de Telegram (@kashinguru, el cual posee casi 1600 suscriptores al momento de escribir este artículo). El lunes 15 de febrero, Kashin hizo una broma diciendo: «tengo menos [miembros] de la élite intelectual liberal aquí [en este canal de Telegram], así que, puedo ser un poco más comunicativo que en Facebook».

Esta es una acusación fuerte de lo que se ha convertido Facebook para los triviales foros de opinión de Rusia, aun así, la confesión de Kashin también genera la pregunta siguiente: ¿qué pasa si demasiadas personas migran a Telegram y comienza todo el fiasco de la autocensura de nuevo?

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