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¿Deberían estudiar literatura portuguesa los estudiantes brasileños?

Categorías: Europa Occidental, Latinoamérica, Brasil, Portugal, Educación, Lenguaje, Literatura, Medios ciudadanos
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ültimas palabras del poeta portugués Fernando Pessoa (No sé lo que traerá el mañana). Imagen: Manu Dreuil/Flickr. CC 2.0.

Mientras Brasil continúa con la simplificación de su currículo de enseñanza primaria y secundaria, un tema acaparó la atención de educadores y medios de comunicación: ¿debería obligarse a los estudiantes brasileños a aprender literatura portuguesa?

En el origen del debate está la Base Nacional Común Curricular (BNCC), creada en 2015, que fija las nuevas directrices sobre lo que los estudiantes brasileños deberían haber aprendido al salir de la escuela.

La polémica está en la interpretación de las nuevas directrices [2] (p. 61), dos de las cuales son:

Ler produções literárias de autores da Literatura Brasileira Contemporânea, percebendo a literatura como produção historicamente situada e, ainda assim, atemporal e universal.

Interpretar e analisar obras africanas de língua portuguesa, bem como a literatura indígena, reconhecendo a literatura como lugar de encontro de multiculturalidades.

Leer producciones literarias de autores de la Literatura Brasileña contemporánea, comprendiendo la literatura como producción históricamente localizada y, sin embargo, atemporal y universal.

Interpretar y analizar obras africanas de lengua portuguesa así como la literatura indígena, reconociendo la literatura como lugar de encuentro de multiculturalidades.

El hecho de que no se mencione la literatura portuguesa en estas citas ha provocado reacciones tanto en Portugal como en Brasil. Hay quien opina que se excluye del currículo a autores de Portugal tan reconocidos como Luiz Vaz de Camões, Fernando Pessoa, Eça de Queirós o José Saramago y que los estudiantes perderán un contexto importante para la tradición literaria brasileña.

Otros afirman que el alcance de las directrices es demasiado corto y que incluso si se vuelve a incorporar la literatura portuguesa, todavía faltará la literatura de Sudamérica y el resto del mundo.

El escritor brasileño Eliezer Moreira criticó [3] la BNCC en una carta abierta en el sitio de noticias O Mirante, de Portugal:

Ora, para que a literatura brasileira, ou qualquer outra, seja reconhecida como “lugar de encontro de multiculturalidades” (que linguagem pomposa!) é preciso infinitamente mais do que acrescentar-lhe duas outras. O viés ideológico e o ranço doutrinário da BNCC, nesse tópico, são indisfarçáveis e de um reducionismo ridículo. Na verdade, o que se pode deduzir do texto é algo mais calamitoso do que simplesmente pôr de escanteio a literatura portuguesa. Os professores de ensino médio – aquela fase do ensino em que os alunos costumam decidir suas vocações e seu futuro –, podem se desobrigar de incluir em seus programas de ensino também as literaturas francesa, inglesa, norte-americana e russa – ou seja, nada de Shakespeare, Camões, Dostoievski, Kafka, Fernando Pessoa, Faulkner, Camus e Hemingway, por exemplo.

Para reconocer la literatura brasileña, o cualquier otra, como «lugar de encuentro de multiculturalidades» (¡qué expresión más pomposa!) se necesita muchísimo más que añadirle otras dos literaturas. El sesgo ideológico y la rancia ideología de la BNCCC en este tema no se pueden esconder y son de un reduccionismo ridículo. En realidad, lo que se puede deducir del texto es algo más calamitoso que sencillamente el hecho de que deje de lado la literatura portuguesa. Los profesores de enseñanza secundaria, en la que los alumnos suelen decidir sus vocaciones y su futuro, también pueden prescindir de las literaturas francesa, inglesa, norteamericana y rusa en sus programaciones, o sea, no incluir a Shakespeare, Camões, Dostoievski, Kafka, Fernando Pessoa, Faulkner, Camus y Hemingway, por ejemplo.

Image: Farley Santos/Flickr. CC 2.0 [4]

Imagen: Farley Santos/Flickr. CC 2.0

La profesora universitaria Flora Bender Garcia y el profesor de instituto José Ruy Lozano publicaron en el periódico brasileño Folha un artículo de opinión [5] en el que tratan una injusticia cronológica evidente relacionada con la eliminación de la literatura portuguesa:

Como compreender a cultura popular nordestina, suas canções, seus repentes, seus cantos de aboiar, sua literatura de cordel, sem reconhecer a presença da literatura medieval da Península Ibérica, em particular as cantigas trovadorescas e as novelas de cavalaria?

E Morte e Vida Severina, de João Cabral de Melo Neto, e Auto da Compadecida, de Ariano Suassuna, nada devem ao teatro humanista português de um Gil Vicente? Fugir ao diálogo Brasil/Portugal é negar origens e contextos produtivos.

¿Cómo comprender la cultura popular nordestina, sus canciones, sus cantos improvisados y para acompañar al ganado, su literatura de cordel, sin reconocer la presencia de la literatura medieval de la Península Ibérica, en especial las cantigas trovadorescas y las novelas de caballerías?

La ‘Morte e Vida Severina’, de João Cabral de Melo Neto, o el ‘Auto da Compadecida’, de Ariano Suassuna, ¿no deben nada al teatro humanista portugués de Gil Vicente? Escapar del diálogo Brasil/Portugal es negar los orígenes y contextos productivos.

Brasil fue una colonia portuguesa [6] entre 1500 y 1815, año en el que se convirtió en reino después del traslado de la Corte Portuguesa a su mayor colonia durante la ocupación napoleónica de Portugal. En 1822, tras el regreso de la familia real a Portugal, Brasil consiguió la independencia. La principal herencia dejada por los portugueses fue la lengua, actualmente hablada en todo Brasil y única lengua oficial del país.

El periódico portugués Diário de Notícias [7] repescó muchas ideas del artículo de Flora Bender Garcia en Folha y atribuyó la decisión curricular al actual Gobierno Federal brasileño. También mencionaba otra polémica de 2011 según la cual un libro de texto brasileño para estudiantes de secundaria habría quitado importancia a una oración gramaticalmente incorrecta para arrojar luz sobre las diferentes maneras de hablar portugués en las diferentes clases sociales brasileñas:

O governo do Partido dos Trabalhadores, de centro-esquerda, é acusado de populismo e de agir de forma ideológica, ao querer privilegiar a cultura indígena e ao ser mais permissivo em relação a questões gramaticais já desde 2011, quando causou choque na classe educadora que num manual escolar distribuído pelo MEC fosse considerada «inadequada e passível de preconceito» mas não errada» a expressão, sem concordância, «nós pega o peixe».

El gobierno del Partido de los Trabajadores, de centro-izquierda, acusado de populismo y de actuar de forma ideológica al querer priorizar la cultura indígena y ser más permisivo en cuestiones gramaticales ya desde 2011, cuando un libro de texto escolar distribuído por el ministerio de educación provocó el revuelo de los educadores al considerar «inadecuada y susceptible de prejuicio» pero no «incorrecta» la expresión, sin concordancia, «nós pega o peixe» (atrapamos el pez).

El profesor universitario brasileño Anderson da Mata discrepó de la idea de que el folklore brasileño tenga sus orígenes en la literatura portuguesa, idea básica del artículo de Folha repetida en el del Diário de Notícias. También defendió los cambios propuestos en su página personal de Facebook [8]:

Que vergonha desse texto publicado em Portugal que anda circulando por aí sobre a Base Nacional Curricular Comum. Só a ideia de que «Portugal criou o Brasil», pelo colonialismo rasteiro, já merecia fazer com que o texto fosse ignorado.

Não custa lembrar que a história da literatura portuguesa foi «excluída» dos currículos da educação básica no Brasil há quase vinte anos. O objetivo não poderia ser mais claro: menos história da literatura, mais literatura.

E ninguém está proibido de ensinar a meninada a ler com Camões, Alcoforado ou Pessoa, ok? Mas o foco é esse: ensinar a ler.

Qué vergüenza el texto, publicado en Portugal, que circula por ahí sobre la Base Nacional Curricular Común. Sólo la idea de que «Portugal creó Brasil», por su colonialismo rastrero, ya merecería que ignoráramos el texto.

No es difícil recordar que la historia de la literatura portuguesa fue «excluída» del currículo de educación básica en Brasil hace casi veinte años. El objetivo no podía estar más claro: menos historia de la literatura y más literatura.

Y nadie prohíbe enseñar a los niños a leer con Camões, Alcoforado o Pessoa, ¿de acuerdo?, sino que la atención va a eso: aprender a leer.

Después de las reacciones contrarias recibidas, el Ministerio de Educación emitió un comunicado [9] de seguimiento para garantizar que la literatura portuguesa no iba a ser omitida del currículo. Al contrario, aseguraron que lo que se produciría sería un cambio en la manera de presentar el contenido, aunque no dieron más detalles:

Na proposta de Base Nacional Comum Curricular (BNCC), o estudo de obras literárias brasileiras deve ser realizado em conexão direta com a leitura e o estudo de obras clássicas da literatura portuguesa.

En la propuesta de Base Nacional Curricular Común (BNCC), el estudio de obras literarias brasileñas debe realizarse en conexión directa con la lectura y el estudio de obras clásicas de la literatura portuguesa.

En el blog O Jornal do Romário, el linguista brasileño Marco Bagno se cuestionó [10], desde una perspectiva más amplia, por qué el debate no alcanzaba a otras literaturas importantes relacionadas con Portugal y Latinoamérica en vez de preocuparse de cómo la cultura brasileña reflejaba su pasado portugués:

Por que ninguém faz protesto contra a não obrigatoriedade do ensino na escola da literatura africana de expressão portuguesa — uma literatura com fascinantes identidades próprias, fecunda, que recicla os cânones ocidentais, que fala de realidades sociais e culturais muito próximas de nós? Cadê o abaixo-assinado?

Por que não se convoca passeata para que se torne obrigatório o ensino da literatura latino-americana, a mais rica e influente da segunda metade do século XX, produzida em países do nosso próprio continente, com uma variedade de gêneros e temas tão vasta quanto a porção do mundo que se estende de Tijuana a Ushuaia?

¿Por qué nadie protesta contra la no obligación de enseñar en la escuela la literatura africana de expresión portuguesa, una literatura con fascinantes identidades propias, fecunda, que recicla los cánones occidentales, que habla de realidades sociales y culturales muy próximas a nosotros? ¿Dónde se recogen firmas?

¿Por qué no se convocan manifestaciones para que sea obligatoria la enseñanza de la literatura latinoamericana, la más rica e influyente de la segunda mitad del siglo XX, producida en países de nuestro mismo continente, con una variedad de géneros y temas tan grande como el trozo de mundo que se extiende desde Tijuana hasta Ushuaia?

Qué incluir en el nuevo currículo es un asunto sometido a valoración pública hasta el día 15 de marzo de 2016 en el sitio web [11] del Ministerio de Educación y Cultura de Brasil. También participarán las redes escolares de ciudades y estados, y las escuelas, antes de su entrada en vigor en junio de 2016.