Luego de un enfrentamiento de 10 días con médicos y cientos de manifestantes, el Ministro de Inmigraciones de Australia, Peter Dutton, finalmente confirmó que Asha, la bebé refugiada de 1 año, no sería deportada de vuelta al centro australiano de detención de inmigrantes que se encuentra en Nauru. En cambio, será trasladada a detención comunitaria en Brisbane junto a su familia, que son refugiados nepaleses cristianos.
La detención comunitaria (que consiste en que a los refugiados se les asigne alguna vivienda comunitaria) ha demostrado poder suavizar muchos de los efectos negativos del encierro o la detención extraterritorial cediéndole cierto grado de libertad a los detenidos y a la vez facilitándoles el mejor acceso a servicios y apoyo comunitario. También tiende a ser más económico.
Sin embargo, la lucha por mantener a la pequeña australiana dentro del país está lejos de haber terminado.
El caso de la bebé Asha
Aunque la niña ingresó a Australia para recibir tratamiento médico luego de sufrir quemaduras accidentales en Nauru, el personal del hospital de niños «Lady Cilento» se negó a darle el alta preocupados por que volviera al centro de detención extraterritorial:
As widely reported, we are currently treating a young child from the Nauru Detention Center at the Lady Cilento Children's Hospital.
In line with every child who presents at the hospital, this patient will only be discharged once a suitable home environment is identified.
Como ya se informó, actualmente estamos tratando a una pequeña niña del centro de detención en Nauru, en el hospital de niños «Lady Cilento».
Así como todos los niños que se atienden en el hospital, esta paciente sólo será dada de alta cuando se le encuentre un hogar apropiado.
Las noticias sobre la decisión del personal del hospital se dispararon en las redes sociales. Cientos de manifestantes (entre ellos el dúo de pop rock australiano «The Veronicas») estuvieron durante días afuera del hospital, exigiendo al gobierno que deje que la bebé Asha y su familia se queden en Australia.
Come out whenever you can and show your support for refugees! #LetThemStay#LadyCilentopic.twitter.com/RleIhYa3Km
— Jordan Funke (@jordandeearn) February 12, 2016
¡Salgan todos los que puedan y demuestren su apoyo a los refugiados!
#LetThemStay @SeedMob pic.twitter.com/BeAKqJl3dh
— The Veronicas (@TheVeronicas) February 20, 2016
Reminder that we're now into day 9 of the vigil outside #LadyCilento Hospital. Bloody incredible. pic.twitter.com/Nk9vy9grll
— Sam Regester (@samregester) February 20, 2016
Recordatorio de que empieza el día 9 de protesta en la puerta del hospital Lady Cilento. Totalmente increíble.
Después de una semana de protesta, circulaban algunos informes de que a la madre de la niña le habían negado el acceso a sus abogados y los guardias se preparaban para trasladar a la niña. Como respuesta, los manifestantes paraban a todos los autos que salían del hospital para comprobar que no la estuvieran trasladando a la fuerza:
Tried to speak with our client today. Access was refused. #LadyCilento pic.twitter.com/BhuruMY84J
— Daniel Webb (@DanielHRLC) February 20, 2016
Intentamos hablar con nuestra cliente hoy. El acceso fue denegado.
#LadyCilento on guard 2nite after threats to deport Baby Asha. Huge crowds staffing checkpoints around hospital pic.twitter.com/uwsqwHY5wp
— Abraham O'Neill (@AbeONeill) February 20, 2016
Lady Cilento de guardia esta noche luego de la amenaza de deportar a la bebé Asha. Hay mucha gente armando puestos de control alrededor del hospital.
El 21 de febrero, en un hecho que los defensores claman como una victoria del poder popular, el Ministro de Inmigraciones Dutton hizo una declaración confirmando el traslado de la familia a detención comunitaria. Sin embargo, le dijo a ABC Noticias que no tendrían ningún trato especial:
I couldn't be any clearer – once the medical assistance has been provided and the legal issues resolved, people will go back to Nauru… We are not going to allow people smugglers to get out a message that if you seek assistance in an Australian hospital, that somehow that is your formula to becoming an Australian citizen.
No creo que pueda ser más claro: una vez que se les haya dado asistencia médica y los asuntos legales se hayan resuelto, la gente volverá a Nauru… No podemos permitir que se corra la voz de que si buscan asistencia médica en un hospital australiano, esa sería de algún modo la fórmula para convertirse en ciudadano australiano.
Los profesionales de la salud corroboraron luego el traslado:
We can confirm that baby Asha has been discharged from #LadyCilento hospital. Maybe if she visits again it will be as a doctor or nurse.
— Queensland Health (@qldhealthnews) February 21, 2016
Podemos confirmar que la bebé Asha fue dada de alta del hospital Lady Cilento. Tal vez si viene de nuevo alguna vez sea como médica o enfermera.
Reiterando su oferta de reubicación de refugiados en su estado, la jefa de Gobierno de Queensland, Annastacia Palaszczuk, dijo que la reacción de Dutton fue muy lenta y falta de «carácter y compasión».
The decision by the Federal Govt to place Baby Asha and her mother in community detention was too slow. https://t.co/bZYkK6n41u
— AnnastaciaPalaszczuk (@AnnastaciaMP) February 21, 2016
La decisión del Gob. Federal de trasladar a la bebé Asha y a su madre a detención comunitaria fue muy lenta.
El panorama general
La controversia que atravesó el tema del destino de la bebé Asha encierra la creciente brecha en las políticas australianas relacionadas con los refugiados y solicitantes de asilo.
Ella es sólo una de los 267 solicitantes de asilo en Australia que se enfrentan a la deportación a Nauru, por una reciente decisión del tribunal supremo de la nación que mantiene la legalidad del actual régimen de detención extraterritorial.
La oposición del gobierno denuncia lo inhumano de enviar a los refugiados a lugares donde son lastimados y su futuro es incierto. Lo que es bastante preocupante es que los últimos datos brindados por el Departamento de Inmigración muestran que el tiempo promedio que pasan detenidos ya sobrepasa los 445 días.
Aquellos que apoyan la actitud firme del gobierno temen que al aceptar a los solicitantes de asilo que llegan «ilegalmente» en barco, estén alentando a más gente a realizar el peligroso viaje. También existe la preocupación de que esto haría estragos en el sistema australiano de bienestar social.
Lo que complica aún más las cosas es el limitado acceso a Nauru de medios independientes. Las nuevas leyes que se aprobaron el año pasado advierten que cualquiera que trabaje en el Departamento de Inmigración podría ganarse dos años de prisión si revela información no autorizada sobre lo que pasa en los centros de detención.
If the Government is providing appropriate care in detention facilities they have nothing to fear from independent oversight #healthasylum
— AMA President (@amapresident) February 21, 2016
Si el gobierno aporta los cuidados necesarios en los edificios de detención, entonces no tienen nada que temer de la vigilancia independiente.
Hey @Republic_Nauru How about telling us: can Australian press come to Nauru and report on conditions asylum seekers are living in?
— Julian Burnside (@JulianBurnside) February 22, 2016
Ey @Republic_Nauru, ¿qué tal si nos cuentas si la prensa australiana puede ir a Nauru y retratar las condiciones en las que viven los solicitantes de asilo?
A pesar del aplazamiento temporario de la situación de la bebé Asha, no parece que haya un fin a la vista a la lucha por cuáles serían las obligaciones legales y morales de Australia para con los refugiados y solicitantes de asilo.