La política anti-refugiados de Donald Trump llega a Hong Kong

Refugee groups have been advocating for the right to work in order to relieve HK government's financial burden. They also criticized the newly implemented unified screening mechanism (USM) for faking fairness. Photo from refugee union's Facebook.

Grupos de refugiados protestan en Hong Kong contra el recién implantado mecanismo de reubicación permanente y lo tachan de injusto. Foto: Refugee Union Hong Kong / Facebook.

Antes de las elecciones legislativas de Hong Kong del próximo mes de setiembre, el gobierno local y los partidos afines a Pekín han alimentado los prejuicios contra los que buscan asilo, mediante una estrategia de campaña que copia, según algunos, la de Donald Trump en la carrera presidencial de Estados Unidos.

El pasado mes de enero, el jefe ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun Ying, hizo del sentimiento anti-refugiado una cuestión primordial en las elecciones, al sugerir en un discurso que Hong Kong tiene derecho a retirarse de la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura «en caso de necesidad». Posteriormente Leung elogió al periódico Oriental Daily y le agradeció el hecho de dar cobertura al problema de traficar con «falsos» refugiados en Hong Kong y con fines económicos.

Desde febrero de 2016 se han presentado en Hong Kong más de 11.000 solicitudes de asilo. Este bloqueo se debe en gran medida a la sentencia de un tribunal de apelación en 2013 que instauró unas nuevas y estrictas normas de imparcialidad en el proceso de revisión de solicitudes. Como resultado de ello, la mayor parte de solicitudes ya existentes tuvieron que ser revisadas en función del nuevo Mecanismo de Reubicación Permanente.

Grupos locales a favor de los derechos humanos y grupos de refugiados criticaron las declaraciones de Leung por advertir en contra de los refugiados «falsos», lo cual según los activistas refuerza los prejuicios contra los que buscan asilo. El observatorio de derechos humanos en Hong Kong sugirió que los comentarios de Leung sobre retirarse de la Convención contra la Tortura son su «venganza» contra esta organización, la cual criticó las acciones policiales de Hong Kong contra las manifestaciones pacíficas durante los dos meses de duración del movimiento Occupy Central en 2014.

A pesar de las críticas, el ex-ministro de Seguridad, Ambrose Lee Siu-kwong (quien trabaja hoy en día como representante en la Asamblea Popular Nacional de China), ha mostrado su apoyo a Leung, e insta a denunciar la Convención contra la Tortura. Lee presentó incluso durante la reunión parlamentaria anual una propuesta para solicitar a Pekín que retire a Hong Kong de la convención en marzo.

Si bien Hong Kong no está en posición de retirarse de la convención (no es un estado soberano), la legisladora Priscilla Leung, quién está a favor del gobierno, sugirió que la ciudad podía pedir al gobierno central que la eximieran de promulgar la convención bajo la política de «un país, dos sistemas».

Mientras, dos partidos políticos del régimen (la Alianza Democrática para la Mejora y el Progreso de Hong Kong, así como el Partido Liberal) han empezado a abogar por la construcción de un campo de refugiados cerrado.

Dominic Lee, el nuevo y joven rostro del Partido Liberal que planea presentarse como candidato el próximo setiembre, escribió en Facebook esta semana que tiene 108 pancartas en contra de los «falsos refugiados» listas para colgar en las calles.

Dominic Lee's street banners.

Pancartas de Dominic Lee para las calles. Foto: 李梓敬 / Facebook.

La pancarta superior reza: «De entre 8.000 solicitudes, solo se han aceptado 40, lo cual significa que un 99 % de las solicitudes procedían de falsos refugiados. Construyan lo antes posible un campo de refugiados para detener a los falsos refugiados».

La pancarta de abajo dice: «¿Sabian que, desde 2009, ha habido más de 3.800 casos de violación, narcotráfico y robo entre los solicitantes [de asilo]? Construyan lo antes posible un campo de refugiados para detener a los falsos refugiados».

Dominic Lee también lidera la Alianza por la Repatriación de Refugiados, la cual da constancia de los delitos y faltas cometidos presuntamente por refugiados en Hong Kong y en otras partes del mundo.

Michael Leung, estudiante de Maestría en la Escuela de Derecho de Harvard y colaborador del canal de noticias independiente y en línea Hong Kong Free Press, criticó el problema de los «falsos» refugiados, tachando la preocupación de «intolerancia disfrazada»:

Hong Kong’s low substantiation rate is not reflective of unworthy or “fake” refugees, but instead a product of the Immigration Department’s unreasonably high standards.  For example, Justice Centre Hong Kong, a refugee rights advocacy group, noted several rejected claims grounded in the government’s conclusion that that there is no risks in the country of origins, even though the rejected claimants are from countries flagged by the United Nations High Commissioner for Refugees (UNHCR) as countries of concern due to widespread conflicts and persecutions.

La baja tasa de fundamentación de Hong Kong no es un reflejo de los refugiados indignos o «falsos», sino un producto de las exigentes e ilógicas normas del Departamento de Inmigración. Por ejemplo, Justice Centre Hong Kong, grupo de abogados a favor de los derechos de los refugiados, señaló que varias de las solicitudes denegadas se basaban en la conclusión del gobierno en que no hay riesgo en los países de origen, aunque los solicitantes denegados procedan de países marcados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en tanto que son países de preocupación debido a persecuciones y conflictos en desarrollo.

El periodista y presentador de un programa de debate en televisión, Michael Chugani, también se avergonzó de los políticos afines a Pekín por tratar a los refugiados de color como criminales que deberían ser encerrados. Chugani lo denominó «Tarjeta Trump», refiriéndose a las declaraciones controvertidas de Donald Trump sobre la inmigración y el asilo durante la carrera presidencial de EE. UU.

Victoria Wisniewski Otero, abogada y directora de campaña del Justice Centre Hong Kong, contó a Hong Kong Free Press que la parcialidad de los medios de comunicación mantiene en la gente el desconocimiento sobre los solicitantes de asilo.

The public tends to believe what they read in the media […] and the coverage has been mostly negative. Local people are not exposed to refugees in a micro-environment, and as a result these negative stereotypes are not dispelled. One common allegation is that the refugees are “fake”.

La gente tiende a creer que lo que leen en los medios […] y la cobertura ha sido en gran parte negativa. Los de aquí no están expuestos a los refugiados en un entorno reducido, y como resultado no se disipan estos estereotipos negativos. Una alegación común es que los refugiados son «falsos».

Por otra parte, los activistas locales a favor de los derechos humanos argumentan que el tema de Hong Kong para con la Convención contra la Tortura de la ONU es «falso» Incluso fuera de esta convención, tal y como dicen los activistas, las autoridades tienen todavía obligaciones legales internacionales de aceptar solicitudes de refugiados en virtud de principios de equidad. Más importante aún, China ha aguantado muchas más críticas por sus prácticas relacionadas con los derechos humanos (incluyendo críticas por tortura) y todavía no ha tenido la tentación de retirarse de la convención de las Naciones Unidas.

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