Cómo se desarrolla en Facebook la política de etnia y honor de Afganistán

Troops under General Dostum's command in Mazar-e-Sharif. Wiki image.

Tropas bajo el mando del general Dostum en Mazar-e-Sharif. Imagen Wiki.

En Afganistán, la política étnica impregna cada faceta de la vida pública, así que es lógico que las tensiones entre los principales grupos del país también formen parte de los medios sociales.

El 22 de marzo, miles de partidarios del general Abdul Rashid Dostum se manifestaron en Mazar-e Sharif, la tercera ciudad de Afganistán, expresando su rabia por el hecho de que los carteles de Dostum fueran derribados en una de las plazas de la ciudad durante la noche de Nouruz, el equinoccio de primavera.

Una protesta similar se llevó a cabo en Jawzjan, lugar natal de Dostum, y su mayor base comunitaria.

En respuesta, partidarios del general Ata Mohammad Noor, gobernador de la provincia Balkh, de la que Mazar-e-Sharif es capital administrativa, realizaron una protesta que condenaba a los simpatizantes de Dostum por perturbar la paz y la seguridad en la zona.

¿De quién es la ciudad?

Dostum y Noor tienen mucho en común. Ambos son comandantes militarea que tienen considerable peso político en el norte de Afganistán y ambos participaron en la resistencia contra la Unión Soviética, y luego, el Talibán.

A Dostum se le conoce como un banco de votos en las elecciones y a Noor como un ‘hacedor de reyes‘ debido a sus extensas circunscripciones.

Lo que los separa es su etnia, Noor viene del segmento tayiko de la étnicamente diversa población de Afganistán, en tanto que Dostum es de la minoría uzbeka. Y en la política afgana, la etnia representa una línea divisoria crucial.

Dostums supporters gather in Mazar-e-Sharif, Afghanistan. Photo by S. Watandost. Used with permission.

Partidarios de Dostum se reúnen en Mazar-e-Sharif, Afganistán. Foto de S. Watandost. Usada con autorización.

Los partidarios de Dostum sostienen que la destrucción de los afiches de Dostum –supuestamente por parte de simpatizantes de Noor– fue una expresión organizada de falta de respeto hacia el carismático líder, y por tanto, un insulto para la comunidad que representa.

Noor respondió inmediatamente en su página oficial de Facebook culpando a “alborotadores desconocidos” por los disturbios, evitando nombrar a Dostum en persona y advirtiendo a la gente que ya no perturbe la paz en Balkh.

Esa publicación recibió más de 5,000 ‘reacciones’ –las versiones más complejas del botón ME GUSTA que Facebook introdujo este mes de marzo– y más de 700 comentarios. Pero el ojo por ojo no terminó ahí.

Batur Dostum, hijo de Dostum, respondió rápidamente a la publicación de Noor acusándolo de belicoso. Su publicación había recibido 2,000 reacciones y cerca de 500 comentarios al momento que se escribió el original de este artículo.

En otro estado, Batur publicó fotos de hombres armados con esta leyenda:

Under the direct command of Balkh’s acting governor, the real “trouble makers” are trying to prevent our peaceful demonstration. The demonstrations will continue, however.

Bajo el comando directo del gobernador interino de Balkh, los verdaderos “alborotadores” están tratando de evitar nuestra manifestación pacífica. Sin embargo, las manifestaciones continuarán.

Las ‘batallas de estado’ de Facebook reflejan una ‘batalla política por el estado’

La disputa rápidamente ganó terreno en la red social más popular para los afganos, con «guerras de estado» en Facebook entre tayikos y uzbekos.

En medio del máximo punto de discurso de odio, Rahman Abdul Rahman, usuario de Facebook de etnia hazara, intervino, y publicó decenas de imágenes de publicaciones de Facebook que incitan al odio, y expresando su oposición a «toda incitación al odio». La mayor pare de las publicaciones fueron escritas por miembros del grupo étnico tayiko, dijo.

Los tayikos son el segundo mayor grupo étnico de Afganistán, cerca de uno por cada cuatro afganos sostienen tener ascendencia tayika. El mayor grupo del país son los pashtún, que conforman al menos el 40 % de la población. Por su parte, los hazara pueden estar entre el 10 y 20 % de los 32.5 millones de personas del país, aunque nunca se ha realizado un censo oficial.

Los uzbekos, que tal vez representen menos del 10 % de la población, fueron una minoría dejada de lado hasta que fueron unificados en los años 80 por Dostum bajo el partido político Junbish-e Milli-yi Islami-yi Afghanistan (Movimiento Nacional Islámico de Afganistán).

Sus esfuerzos les garantizaron a ellos y otras comunidades de idiomas túrquicos una voz en los arreglos políticos después de que los soviéticos empezaron a evacuar el país en 1988, luego de su fallida invasión.

Años después, los votos de la circunscripción de Dostum ayudarían a Ashraf Ghani, de etnia pashtún, a reclamar la presidencia afgana cuando ambos postularon en la misma lista en las disputadas elecciones de 2014, a pesar de que Ghani llamó a Dostum un «conocido asesino» en 2009.

La política afgana está repleta de esos matrimonios por conveniencia.

El principal rival de Ghani para la presidencia, el tayiko Abdullah Abdullah, también basó su lista en cálculos étnicos, y postuló con Mohammad Mohaqiq, de etnia hazara, y Mohammad Khan, de etnia pashtún.

En los años que siguieron a la caída del Talibán, dominado por los pashtún, en 2001, los derechos de todos los grandes grupos étnicos que han tenido una parte del poder han sido reconocidos por la Constitución.

Sin embargo, en la práctica, los pashtún siguen dominando, lo que provoca resentimiento entre comunidades no pashtún.

En las elecciones de 2014, Abdullah Abdullah prometió romper con el monopolio pashtún en el poder político que data de 1747, pero no pudo cumplir lo que ofreció.

La importancia de los nombres

Recientemente, las diferencias étnicas han revivido en la demora por la introducción de E-Tazkira, la cédula electrónica de identidad nacional.

Los políticos tayikos en particular están en contra de incluir la palabra ‘afganos’ de la cédula pues es un sinónimo de pashtún.

A su vez, los pashtún discrepan de usar los nombres de los diversos grupos étnicos, pues sería equivalente a admitir el estado como otra minoría.

Los medios sociales, usados por la amplia mayoría del escaso 10 % de la población que tiene acceso a internet, se han vuelto un centro para esos debates sobre nacionalidad, identidad e idioma, pero la conversación a menudo desciende rápidamente a patriotería.

Los últimos quince años en Afganistán han visto una reducción de las rivalidades internas que vieron ocurrir incidentes de limpieza étnica bajo el Talibán.

Pero los efectos colaterales del escándalo de los carteles de Dostum son un oportuno recordatorio de que esta tolerancia siempre es tentativa.

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