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Los censores rusos apuntan a los lugares de Wi-Fi público en su cruzada contra los sitios bloqueados

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Russian censors are inspecting public Wi-Fi zones too see if ISPs are blocking websites banned by the state. Images edited by Tetyana Lokot.

Los censores rusos inspeccionan las zonas Wi-Fi públicas para verificar que los ISP bloquean los sitios web prohibidos por el estado. Imágenes editadas por Tetyana Lokot.

Los censores rusos empezaron a vigilar los puntos de conexión inalámbrica de los cafés, centros comerciales y bibliotecas públicas, en lo que dicen es un esfuerzo por asegurar que los ISP tienen bloqueados los sitios web oficialmente prohibidos dentro de Rusia.

Roscomnadzor, el regulador estatal de comunicaciones ruso, busca indagar qué tan estrictos son los proveedores de internet de los puntos de libre acceso Wi-Fi para cumplir con las exigencias del estado de bloquear ciertos sitios web, según informó [1] el vocero del organismo, Vadim Ampelonsky, al medio noticioso ruso Izvestiya. Declaró que «esto es parte de un esfuerzo planificado de controlar qué tan bien adhieren los proveedores de comunicaciones a los requerimientos de bloqueo de sitios web».

Según la ley rusa, todos los proveedores de servicios de internet deben observar el registro de sitios web prohibidos por el gobierno, que se actualiza diariamente, y bloquear el acceso a todos los sitios de la lista negra. Aquellos que no cumplan con esto dentro del plazo debido pueden recibir multas de hasta 40.000 rublos (USD 585).

Las bibliotecas y cafés no pueden controlar el contenido en línea. ¿O sí?

El problema radica en que los lugares que brindan acceso público a la red Wi-Fi no tienen responsabilidad por este esquema regulatorio: recae enteramente sobre el proveedor de servicios de internet. Los cafés y otros lugares que ofrecen Wi-Fi pública son sólo clientes de los ISP.

Algunos expertos de la industria de las comunicaciones quedaron desconcertados por el método elegido por Roscomnadzor para controlar la observancia de los ISP. Yuri Dombrovsky, presidente de la la asociación regional de operadores de comunicación, comentó a Izvestiya:

Зачем инспекторы Роскомнадзора ходят по кафе? Можно было попросить провайдеров сделать на их сайте форму, через которую можно было проверить, фильтрует ли оператор запрещенные сайты или нет.

¿Por qué los inspectores de Roscomnadzor van de café en café? Bastaría con solicitar a los proveedores que instalen un formulario en su sitio web que uno pueda usar para chequear si el ISP filtra o no los sitios prohibidos.

Aunque los esfuerzos de vigilancia de Roscomnadzor parecen un enfoque innecesariamente tortuoso para regular el acceso a internet dentro de Rusia, el Ministerio de Comunicaciones trabaja arduamente para hacer que los lugares públicos urbanos compartan al menos algo de la responsabilidad.

Uno de los nuevos proyectos de ley del Ministerio exige a los lugares con acceso inalámbrico público que soliciten a los clientes sus datos personales antes de utilizar la red y busca establecer multas [2] para quienes no cumplan con esto. Los sistemas de identificación de usuarios para el uso de la Wi-Fi pública ya funcionan en muchos países, por lo que el objetivo de Rusia de minimizar el espacio para el anonimato de los usuarios ya cuenta con precedentes en este respecto. Sin embargo, el esfuerzo cada vez mayor del estado por vigilar el contenido en línea y el acceso anónimo a la red contribuye al creciente malestar de los usuarios rusos.

Recientemente, el Ministerio de Comunicaciones también defendió el aumento de las multas para los ISP que no bloquean los sitios prohibidos: un nuevo proyecto de ley sugiere que cada enlace o dirección IP prohibida que no esté bloqueada a instancia de los censores implique un costo para los proveedores de hasta 100.000 rublos (USD 1.460).

Ampelonsky declaró que se seleccionaron los espacios públicos intencionalmente con el fin de que una serie de ISP estuviesen disponibles para la inspección. Por el momento, más de 400 zonas de Wi-Fi público han sido inspeccionadas dentro del Distrito Federal Central, que abarca Moscú y otras 17 regiones de Rusia. Roscomnadzor ha informado 15 casos de incumplimiento tras esta ronda de inspecciones.

Para comprender la lista negra de la Internet rusa

Existen varios motivos por los que un contenido web puede terminar en el registro de sitios prohibidos de Rusia. Las páginas web pueden prohibirse mediante una orden judicial (por ejemplo, por violación de copyright). También se pueden bloquear si se advierte que violan la ley de protección del menor «de la información dañina».

Diversas agencias estatales también contribuyen a la lista de sitios web prohibidos: Roscomnadzor está a cargo de buscar contenido pornográfico ilegal, el Servicio Federal de Control de Drogas informa los contenidos sobre distribución y propaganda de drogas ilegales, el Servicio Federal para la Protección de los Derechos del Consumidor y el Bienestar Humano prohibe la información que contenga propaganda sobre suicidio o que, de alguna otra manera, resulte dañina para los niños, y el Servicio Federal Impositivo es responsable de bloquear contenidos relacionados con los juegos de azar. Finalmente, la Fiscalía General prohíbe aquello que considera «material extremista» en línea.

Las agencias estatales se ocupan de enviar las URL e IP del contenido que consideran ilegal a Roscomnadzor, que está a cargo del registro de sitios prohibidos. Antes de que un sitio web sea agregado a la lista negra, los censores envían una notificación para solicitar a los propietarios que eliminen el contenido ofensivo. Si el sitio web no acata el requerimiento, se lo agrega a la lista negra y se bloquea a través de los ISP rusos.

No obstante, no todos los ISP bloquean los sitios prohibidos de inmediato, y algunos nunca lo hacen. A mediados de febrero de 2016, el Primer Ministro ruso Dmitry Medvedeva asistía a una reunión del consejo cinematográfico estatal en el Instituto de Cinematografía Gerasimov de Moscú. Durante la reunión, Medvedev trató de acceder [3] al sitio de descargas RuTracker.org (recientemente prohibido de manera definitiva en Rusia) utilizando una red Wi-Fi pública de la escuela de cine y logró acceder al primer intento.