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Un atisbo de justicia 36 años después del asesinato ‘autorizado por el Estado’ del activista guyanés Walter Rodney

Categorías: Caribe, Guyana, Derecho, Historia, Medios ciudadanos, Política
 Walter Rodney poster, Georgetown, Guyana, July 2005. Photo by Nicholas Laughlin, used under a CC BY-NC-SA 2.0 license. [1]

Afiche de Walter Rodney, Georgetown, Guayana, julio de 2005. Foto de Nicholas Laughlin, usada bajo licencia CC BY-NC-SA 2.0.

El 13 de junio de 1980 fue un día oscuro en Guyana: Walter Rodney [2], un destacado historiador, académico y activista político, fue asesinado.

Nunca nadie fue condenado por el asesinato pero muchos de los amigos de Rodney y parte de los intelectuales del país sugirieron que su muerte fue por motivos políticos. El régimen del entonces presidente Forbes Burnham [3] afirmó que el coche bomba que le mató lo había fabricado el propio Rodney, diciendo [4] que pretendía usarlo para liberar a hombres encarcelados por cargos de traición. La oposición del país – como repitió el hermano de Rodney que resultó herido en la explosión – sostuvo que la bomba se colocó en una radio que un sargento de la Fuerza de Defensa de Guyana [5] le había dado a Rodney.

Donald Rodney – hermano de Walter Rodney a través de Skype desde Trinidad. Estaba con su hermano el día en que fue asesinado.

Treinta y seis años después, las averiguaciones de la Comisión de Investigación [10] sobre el asesinato han respaldado la opinión de los defensores de Rodney, dictaminando que [11] «el gobierno de Burnham había estado directamente involucrado en el asesinato de Rodney».

Walter Rodney fue víctima de una asesinato organizado por el Estado. Un informe filtrado de la Comisión de Investigación…

‘Una acusación’ contra la comunidad caribeña

El periodista Raffique Shah, un ex dirigente sindical y teniente que encabezó un motín armado en 1970 contra los disturbios del Poder Negro en Trinidad y Tobago, denominó [11] las averiguaciones de la comisión como «una acusación no solo contra la dictadura de Forbes Burnham que gobernó Guyana durante 21 años horribles, sino también contra otros gobiernos y países de la Comunidad del Caribe que nunca condenaron las atrocidades de Burnham»:

More damning, the report implicated Guyana’s Police Service and Defence Force in the plot to kill Rodney, and afterwards to suppress investigations, destroy evidence and ex-filtrate the assassin, soldier Gregory Smith, and his family to French Guiana on a military aircraft.

Aún más incriminatorio, el informe implicó al Servicio de Policía y a la Fuerza de Defensa de Guyana en el complot para matar a Rodney, y después para suprimir las investigaciones, destruir las pruebas y enviar al asesino, el soldado Gregory Smith y su familia a la Guayana francesa en un avión militar.

Rodney, más un socialista a lo largo del espectro político que cualquier otra cosa, había sido muy crítico con la clase media de la región y la débil posición que tomó respecto a la construcción de una sociedad post-independencia más equitativa. Pronto se involucró en el Panafricanismo [15] y se convirtió en una figura reconocible en los movimientos del Poder Negro en toda la región y en América del Norte.

Shah, que había sido amigo de Rodney, hizo una crónica del trabajo del activista y explicó por qué era una amenaza para el gobierno del Congreso Nacional del Pueblo (PNC) [16] de Burnham:

Rodney was a Guyanese patriot, the consummate Caribbean Man and a leader who, had he lived, might have healed the racial divide that has haunted Guyana’s politics for much longer than it has [Trinidad and Tobago]’s.

His book ‘How Europe Underdeveloped Africa’ is a classic in colonial and post-colonial politics and economics.

And his innovative method of imparting knowledge and stimulating the minds of the masses by leaving [University of the West Indies]’s Mona campus where he lectured to “ground with the brothers” in urban Kingston in 1968—which led to him being expelled from Jamaica—was one spark that helped ignite black consciousness across the Caribbean, leading to the events of 1970.

Such a man could not be allowed to live. Not in Guyana where Burnham, who was installed in power in 1964 by the British and United States governments through rigged elections—I shall direct doubters to hard evidence if they wish—and whose political life depended on keeping Indo- and Afro-Guyanese at each other’s throats.

So Rodney, who attracted support across the race-divide, had to die. And Burnham thought nothing of killing him. Something we, Walter’s friends, knew all along.

Rodney era un patriota de Guyana, el consumado Hombre Caribeño y un líder que, de haber seguido con vida, podría haber curado la división racial que ha perseguido a la política de Guyana durante mucho más tiempo que a Trinidad y Tobago.

Su libro ‘Cómo Europa subdesarrolló África’ es un clásico de la política y la economía colonial y post-colonial.

Y su innovador método de impartir conocimiento y estimular las mentes de las masas dejando el campus de Mona [de la Universidad de las Indias Occidentales] donde impartió clases «para quedarse con los hermanos» en Kingston en 1968 – que lo llevó a ser expulsado de Jamaica – fue una chispa que ayudó a encender la conciencia negra a través del Caribe, lo que llevó a los acontecimiento de 1970.

A un hombre así no se le podía permitir vivir. No en Guyana donde Burnham, al que instalaron en el poder en 1964 los gobiernos de los Estados Unidos y Gran Bretaña mediante elecciones amañadas – puedo indicar pruebas contundentes a los escépticos si quieren – y cuya vida política dependía de que los indoeuropeos y afroamericanos guyaneses se enfrentaran.

Así que Rodney, que atrajo el apoyo a través de la división racial – tenía que morir. Y Burnham no dudó en matarlo. Algo que nosotros, los amigos de Walter, sabíamos desde el principio.

‘Su fantasma acecha al actual gobierno’

De hecho, la esperanza de Rodney – a través de la Alianza del Pueblo Trabajador (WPA) [17], un partido político que ofrece el mayor desafío para el gobierno del PNC – de unir a los dos principales grupos étnicos del país que habían sido completamente privados de derechos tanto por los gobiernos coloniales como los post-coloniales, era una seria amenaza para la base sobre la que Burnham había estructurado su poder.

Burnham entendió el riesgo e intentó de varias maneras a lo largo de los años intimidar y silenciar a Rodney: bloqueó su nombramiento como profesor en la Universidad de Guyana en 1974; le arrestó por traición después de que dos oficinas del gobierno fueran quemadas en 1979. Sin embargo, Rodney era imparable y la marea de apoyo estaba en marcha, a pesar del hecho de que los gobiernos vecinos toleraban en gran medida a Burnham.

La publicación de Shah también expresó [11] que aunque los sucesivos regímenes de Guyana condenaron «a algunos de los criminales que habían actuado en nombre de Burnham», el fantasma de Rodney ha seguido acechando al país:

His ghost stalks the incumbent government: President David Granger leads a coalition that includes the PNC and ironically, the WPA.

Also, Granger is a retired brigadier, so he must have been a junior officer in 1980 when Sergeant Smith orchestrated Rodney’s death. Did he know of the plot?

And what would Rodney make of his one-time comrades in the WPA being in alliance in government with Burnham’s PNC?

Su fantasma acecha al actual gobierno: el presidente David Granger dirige una coalición que incluye al PNC e irónicamente, al WPA.

Además, Granger es un brigadier retirado, por lo que debió haber sido un agente subalterno en 1980 cuando el sargento Smith orquestó la muerte de Rodney. ¿Conocía el complot?

¿Y que pensaría Rodney de sus antiguos compañeros del WPA que ahora forman una alianza en el gobierno con el PNC de Burnham?

‘Guyana decayó tras la muerte de Rodney’

Curiosamente, a muchos les pareció [18] polémica la respuesta del presidente Granger a las averiguaciones de la Comisión de Investigación. El presidente calificó públicamente el informe de «defectuoso», sugirió que estaba basado en «rumores», no reflejaba la «verdad» y que sería impugnado.

El Comité de Justicia para Rodney discrepó con los comentarios del presidente y le pidió [19] que hiciera público el contenido completo del informe, diciendo que la información que contenía era «vital para […] la salud de la sociedad».

Se hace público el informe de la Comisión de Investigación sobre el asesinato de Walter Rodney a manos del presidente de Guayana

El Dr. David Hinds, que había sido uno de los compañeros de Rodney, argumentó en una carta al editor del periódico Guyana Times [26] que «cualesquiera que sean sus defectos», la investigación era significativa por varias razones:

There are some lessons to be learned from the findings of the Commission. First, these findings are an indictment of our State. Our post-colonial or independence state, replete with all the characteristics of colonial domination has been the antithesis of independence. We have failed miserably in the area of human-rights for our weak, our powerless, our sufferers and those who dared to stand with them. We in Guyana and the rest of Caribbean never learned how to deal with dissent in our politics. As a society we are products of resistance, but we have used the state to assassinate resistance at every twist and turn. […]

I have heard many well-meaning and some not so well-meaning say that Rodney’s WPA declined after his assassination. In their haste to talk cheap politics they miss something fundamental—Guyana declined after Rodney’s death. […]

We will hear the responses and counter-responses to the verdict of the Commission. […] The findings will be discredited by some. But, I hope that these findings do not become a source of further conflict but an occasion for bringing the country together.

Pueden aprenderse algunas lecciones a partir de las averiguaciones de la Comisión. Primero, estas averiguaciones son una acusación de nuestro Estado. Nuestro Estado post-colonial o post-independencia, repleto de todas las características de la dominación colonial ha sido la antítesis de la independencia. Hemos fracasado estrepitosamente en el área de los derechos humanos para nuestros débiles, nuestros indefensos, nuestros enfermos y aquellos que se atrevieron a permanecer con ellos. Nosotros en Guyana y el resto del Caribe nunca aprendimos a cómo hacer frente a la disidencia en nuestra política. Como sociedad, somos productos de resistencia, pero hemos usado el Estado para asesinar a la resistencia constantemente. […]

He escuchado a muchos bien intencionados y a algunos no tan bien intencionados decir que el WPA de Rodney decayó tras su asesinato. En su prisa por hablar de política barata se pierden algo fundamental – Guyana decayó tras la muerte de Rodney. […]

Escucharemos las respuestas y contra-respuestas al veredicto de la Comisión. […] Las averiguaciones serán desacreditadas por algunos. Sin embargo, espero que estas averiguaciones no se conviertan en una fuente de nuevos conflictos sino en una ocasión para unir al país.