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Esta mujer de 23 años abrió la primera clínica de rehabilitación para sobrevivientes de ataques con ácido

Categorías: Asia del Sur, India, Medios ciudadanos, Mujer y género
Acid attack survivors and staff at the Make Love Not Scars Rehabilitation Center grand opening Credit: Avirat Sundra

Sobrevivientes de ataques con ácido y personal en la gran inauguración del Centro de Rehabilitación Make Love Not Scars. Imagen: Avirat Sundra.

Este artículo de Isis Madrid [1] originalmente fue publicado en PRI.org [2] el 1ro de abril del 2016, y se republica aquí como parte de un acuerdo de intercambio de contenidos.

Ria Sharma no fue siempre una activista. Tan sólo algunos años atrás ella era una estudiante de modas en la Escuela de Arte de Leeds. Pero no se sintió inspirada por el trabajo, y decidió cambiarse a cinematografía. Su primer proyecto: Un documental sobre sobrevivientes de ataques con ácido.

«Cuando estaba filmando el documental, me encontré en la unidad de quemaduras de un hospital gubernamental», dice Sharma. «Las cosas que ví en la unidad me cambiaron para siempre. Nunca había sido testigo de tanta desgracia al mismo tiempo, nunca había estado rodeada de tanto dolor. Cuando se está en esa situación, hay dos opciones, se puede regresar a la comodidad de su propia vida o se puede tratar de hacer la vida de otro más cómoda».

La pionera de Delhi, de 23 años, ahora dedica su vida a ayudar a las sobrevivientes de ataques con ácido. Fundó Make Love Not Scars [3] en el 2014, para apoyar a las víctimas, que son en su mayoría mujeres. El 7 de marzo, lanzó el primer centro de rehabilitación de este tipo en India, para ofrecer servicios a sobrevivientes de ataques con ácido.

Sharma (L) and a survivor at the Make Love Not Scars Rehabilitation Center grand opening Credit: Avirat Sundra

Sharma (I) y una sobreviviente en la gran inauguración del Centro de Rehabilitación Make Love Not Scars. Imágen: Avirat Sundra.

El  revolucionario centro de Nueva Delhi [4]apoya a sobrevivientes médica, legal, sicológica y financieramente. El centro, el cual brinda acceso a yoga, poesía y diverso tipo de apoyo emocional, es un lugar donde Sharma espera que las mujeres que se recuperan de ataques se sientan cómodas. Adicionalmente a proveer un espacio seguro para que las mujeres locales se relacionen entre ellas mientras reciben tratamiento, capacitación y apoyo de profesionales, el centro está equipado con dormitorios para sobrevivientes que llegan de otras ciudades.

Make Love Not Scars también ofrece capacitación vocacional, talleres sobre lo que Sharma llama «habilidades para la vida,» asistencia legal y servicios de salud mental.

Los ataques con ácido son un problema en todo el mundo, pero particularmente en India. Un estimado de 1,000 ataques con ácido son denunciados por mujeres cada año, a menudo a manos de un pretendiente rechazado o de un miembro de familia que desaprueba la relación. La mayoría de mujeres no denuncian estos incidentes, sin embargo, Acid Survivors Trust International  [5]dice que el número, en realidad, es mucho más alto.

An acid attack survivor at the Make Love Not Scars Rehabilitation Center grand opening Credit: Avirat Sundra

Una sobreviviente de un ataque con ácido en la gran inauguración del Centro de Rehabilitación. Imágen: Avirat Sundra.

Un litro de ácido, al alcance de cualquiera en las tiendas del país, cuesta tan sólo 33 céntimos en India.

Desde que fundó el MLNS en el 2014, Sharma ha aprendido que, más que nada, las sobrevivientes de ataques con ácido necesitan ayuda para acceder a asistencia médica de calidad. Ella y sus compañeros de trabajo recaudaron fondos para las sobrevivientes que requieren de ayuda para pagar sus tratamientos y representación legal. Cuando es posible, el MLNS también exhorta al gobierno indio a proveer tratamiento gratuito.

El mes pasado Sharma recibió el premio British Council International Alumni del alcalde de Londres. Pero el camino al respeto no fue nada simple para Sharma y sus compañeros de trabajo. Desde un inicio, ella luchó contra la discriminación por edad y valores patriarcales que degradaban su habilidad de triunfar.

«[Al inicio,] luchábamos por ser tomados en serio», explica. «Fue difícil lograr que la gente creyera en nuestra visión, porque, a fin de cuentas, nadie quiere apoyar a individuos tan jóvenes con su dinero».

The Make Love Not Scars Rehabilitation Center grand opening Credit: Avirat Sundra

La gran inauguración del Centro de Rehabilitación Make Love Not Scars. Imágen: Avirat Sundra.

Dos años después, Sharma y su organización han ganado fama internacional de aquellos como el New York Times; se unió a los pesos pesados de la publicidad Ogilvy & Mather para diseñar y montar carteles publicitarios en Bombay exigiendo la prohibición de la venta de ácido; y ahora atraen grandes donaciones de empresas.

Pero Sharma aún experimenta discriminación por edad.

«Es una lucha constante para mí», dice ella. «Prefiero recibir llamadas en vez de aceptar reunirme con alguien porque no quiero que la gente me juzgue por mi edad o apariencia».

El centro MLNS es motivo de orgullo para Sharma, y no sólo porque ella luchó tan intensamente para abrirlo. Adicionalmente a proveer a las sobrevivientes con habilidades y recursos, el centro otorga empleo a tiempo completo a tres mujeres de Dehli y un equipo rotativo de profesores. Una de estas empleadas es una sobreviviente de un ataque con ácido.

Survivors at The Make Love Not Scars Rehabilitation Center grand opening Credit: Avirat Sundra

Sobrevivientes en la gran inauguración del Centro de Rehabilitación Make Love Not Scars. Imágen: Avirat Sundra

«Me siento realmente bien sobre la dirección que estamos tomando», dice Sharma. «Pienso que la existencia de un centro como éste va a ser muy importante para cambiar las vidas y el futuro de las sobrevivientes a ataques con ácido».

En diez años, Sharma espera ver que ya no sea necesaria la organización por la que luchó tan duramente para establecer. ¿Su sueño? Para entonces, las sobrevivientes habrán adquirido las herramientas para vivir de manera independiente y productiva, — y los ataques con ácido habrán desaparecido de la esfera cultural.