La búsqueda de libertad de Nour de Raqqa a Berlín

Enfants_syriens_refugies_Liban (Photo Eoghan Rice _ Licence Creative Commons)

Niños sirios refugiados en el Líbano (foto de Eoghan Rice, licencia Creative Commons CC-BY-2.0).

La historia de Nour fue escrita originalmente por Marie Bohner en Global Voices en francés. El texto traducido al inglés por Laura Macfarlane es la base de la presente publicación.

Nour* es profesora de primaria, tiene 38 años. Nour también es siria y seguía viviendo en Raqqa hace apenas un año. Luego de pasar por Turquía, logró llegar a Berlín, donde espera su inscripción en un campo de refugiados con sus dos hijos. Nour no es la primera en contar su historia. Como sus historias son simples y debemos entenderlas, cada testimonio podría ser el que nos puede distanciar un poco de la visión catastrófica de una ola deforme e incontrolable que está inundando las fronteras europeas.

Raqqa, bastión de Daesh en Siria

Raqqa está considerada la autoproclamada capital de Daesh (Isis) en Siria, pues está bajo control de la organización desde junio del 2013, luego de una severa campaña de bombardeo. El grupo «Raqqa está siendo sacrificada silenciosamente» (RBSS, por su nombre en inglés), documenta ampliamente esta situación en Twitter.

Contando la historia de Siria, los medios a lo largo de las líneas de batalla.

Según numerosos artículos, la vida diaria de esta ciudad de 200,000 habitantes se ha visto profundamente alterada, agregando el terror a la súbita alza del precio de artículos esenciales.

Siria: mediados de enero, el kilo de pan se vende a €0.65 en Raqqa comparado con los €0.30 de Damasco. Alza de precios causada… 1/2

Poco a poco, la libertad se consume

Nour describe el aumento gradual de la privación de la libertad, particularmente como mujer, pero también con restricciones económicas. «En febrero de 2014, me vi obligada a usar el velo completo mientras ejercía mi profesión como profesora. Algunas materias como Física o Pintura están prohibidas. En el colegio, niñas y niños están separados. Mis hijos tuvieron que renunciar a sus hobbies. Después, se me prohibió salir o manejar un auto sin estar acompañada por un pariente hombre directo. Todos los colegios están cerrados. A mis hijos se les ha privado de educación, y yo ya no recibo mi sueldo».

Amer Albarzawi, sirio originario de Raqqa, ha creado el video «Fundido a negro» para describir el fenómeno.

En el artículo En un minuto, Raqqa se tambalea, del Courrier international, el artista explica:

Un jour, nous n’avions plus le droit de fumer. Le jour suivant, les filles et les garçons ne pouvaient plus sortir ensemble dans la rue. Le mois d’après, à l’école, les filles ont été séparées des garçons, puis elles ont dû porter le hidjab [voile islamique]. […] Je suis musulman mais tout cela est très inhabituel pour moi.

Un día, ya no tuvimos más el derecho a fumar. Al día siguiente, niñas y niños ya no podían salir juntos a la calle. El mes siguiente, las niñas fueron separadas de los niños en el colegio, luego las hicieron usar el hijab [velos de cabeza islámicos]. […] Soy musulmán, pero todo esto es muy inusual para mí.

Vivir y morir en una ciudad en guerra

Nour viene de una familia bastante privilegiada y su esposo es dentista. Cometió también el error de ser un hombre de convicción. Entonces, muy pronto «ya no le pagaron sus sueldos porque él y su familia no son religiosos y denuncian las masacres cometidas en Raqqa». Esas dificultades financieras, así como la falta de acceso a la educación empezaron a pesar bastante en la vida diaria de la familia, de los cuales tres eran niños.

Fue mientras trataba de rescatar a algunos heridos que «[su] esposo e hijo mayor murieron en un ataque con misiles que tenía como objetivo su auto junto con el vehículo de un grupo de emergencia médica»:

¿Por qué los sirios arriesgan su vida para llegar a Europa? Para escapar de esto.

Además del gran dolor de la pérdida, su nueva situación como viuda trajo una nueva amenaza para Nour. «Luego de un periodo de duelo confinada en casa, tuve temor de que me obligaran a casarme con un soldado».

Turquía, luegar de refugio temporal e inseguro

El temor de ser obligada a casarse y la soledad empujó a Nour a buscar refugio en el país que inicialmente es el más accesible (de los 4.5 millones de refugiados sirios en el mundo, a 2.5 millones se les puede encontrar ahora en Turquía, según Amnistía Internacional el 3 de febrero de 2016). «Mi padre enfermo y mi madre deciden pedir refugio en Turquía. Me encuentro con ellos con mis dos hijos. Mi hijo menor, Braïm, está muy afectado por la muerte de su padre y su hermano».

Según una declaración de Amnistía Internacional en 2014:

A peine 14% des 1,6 millions des réfugiés de Syrie vivent dans l’un des 22 camps bien équipés implantés en Turquie. Mais ces derniers ont déjà atteint leur capacité maximale d’accueil. Ce sont donc près de 1,3 million de réfugiés de Syrie qui sont livrés à eux-mêmes en Turquie. Une très faible proportion bénéficie de l’aide d’organisations humanitaires. Pour se nourrir et se loger, les familles prennent des mesures désespérées, faisant même parfois travailler leurs enfants.

Apenas el 14% de los 1.6 millones de refugiados de Siria vive en uno de los 22 campos bien equipados instalados en Turquía. Pero estos ya han llegado a su máxima capacidad para acoger refugiados. Por tanto, cerca de 1.3 millones de refugiados sirios han quedado librados a su suerte en Turquía. Una proporción muy pequeña se beneficia de la ayuda de organizaciones humanitarias. Para comida y refugio, las familias toman medidas desesperadas, y a veces hacen trabajar a sus hijos.

Nour, a quien le quedaban algunos recursos financieros a su llegada a Turquía, pudo evitar los campos y la calle. Sin embargo, esas reservas amenazaban con agotarse rápidamente.

Económicamente, Turquía es a Siria lo que Suiza es a Italia: un vecino costoso. Nour reflexiona: «En julio de 2014, [seguía] sin encontrar un trabajo cerca de casa. Vivir es costoso, el transporte también. Vivo con mi familia. Los prospectos futuros son inexistentes».

Manifestation pour accueil des réfugiés et contre le racisme à Cologne en janvier 2016 (Photo Raimund Spekking _ Licence Creative Commons)

Protesta en favor de acoger a los refugiados y contra el racismo en Colonia en enero de 2016 (foto de Raimund Spekking, licencia de Creative Commons).

Europa: ¿destino salvavidas?

A pesar de su cara larga y sus malos modales, Europa sigue inspirando esperanza entre los refugiados sirios. Este también ha sido el caso de Nour. Y si la mayoría de europeos se aferran a sus billeteras, y lo llaman el objeto de todos los deseos, parecería más bien que son los valores de Nour los que están en el núcleo de sus sueños.

«Espero encontrar los medios para sobrevivir, para tener la oportunidad de empezar una nueva vida en un país libre y laico, donde mis hijos tengan la oportunidad de recibir una buena educación». Siguiendo sus instintos y enfrentando muchos desafíos, Nour ya está en Berlín ahora. Ojalá que Alemania y también la Unión Europea en conjunto puedan probarle a Nour que sus valores son más que los relucientes reflejos de un tiempo distante y pasado.

Más allá de puntos de referencia económicos y sociales, aceptar o rechazar a refugiados sitios constituye una prueba para nuestros valores.

* Por la seguridad de las personas, todos los nombres han sido cambiados.

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