Un total de 45 taiwaneses fueron deportados a China la semana antepasada, tras ser presuntamente arrestados por cometer fraude de telecomunicaciones durante su visita a Kenia en 2014.
Veintitrés taiwaneses fueron procesados y encontrados no culpables mientras otros veintidós fueron arrestados en un caso aparte y aún no han sido formalizados. A pesar que ninguno de los imputados se encontraron culpables en un tribunal de Kenia, bajo la presión del gobierno chino, las autoridades de la nación africana decidieron deportar a los taiwaneses obligándolos a tomar vuelos hacía China en lugar de Taiwán.
Tras la primera deportación de ocho taiwaneses el 8 de abril, el gobierno taiwanés describió el incidente como «secuestro» y «una acción incivilizada». Sin embargo, la declaración diplomática no tuvo efecto alguno. Durante la segunda ronda de deportaciones, incluso la policia armada de Kenia derrumbó una muralla de una cárcel y usó gas lacrímogeno para obligar a quince taiwaneses detenidos a abordar un vuelo en direccion a China.
Taiwán ha sido una entidad politica autónoma desde 1950, no obstante, Pekín insiste en que la región es parte del territorio chino. Kenia no tiene lazos diplomáticos formales con el gobierno taiwanés, pero si los tiene con el gigante asiático.
El ministro del interior de Kenia justificó la ruta de extradición al señalar que los ciudadanos taiwaneses habian ingresado al país africano a través de China.
Al mismo tiempo, Pekín señala que tiene jurisdicción sobre los taiwaneses tras estar supuestamente envueltos en fraudes telefónicos engañando a ciudadanos de China continental. Los deportados fueron extraditados y detenidos para su investigación y pueden potencialmente estar sujetos a procesamiento judicial en China
El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán se aproximó a parlamentarios kenianos y activistas en derechos humanos para que otorguen asesoría en formular cargos en el país africano en contra del ministro del interior de Kenia; el inspector general de la policía y el fiscal general de ese país, con el fin de acusarlos de violar los derechos humanos de sus ciudadanos taiwaneses al detenerlos ilegalmente, además de trabajar con funcionarios de la embajada de China para organizar las extradiciones a ese país.
El crecimiento de la influencia de la República Popular aterroriza a los taiwaneses, quienes se encuentran preocupados sobre su seguridad personal al momento de viajar y trabajar en el extranjero. El usuario de Facebook Lucien Cheng-hsia Lin, estaba enfurecido por la decisión de deportación del gobierno de Kenia:
The Kenyan government's act is vicious. The Taiwanese nationals entered Kenya with Taiwanese passports. You accept the passports when they entered the country, so when you deported them, you should arrange according to the passports.
El acto del gobierno de Kenia es despiadado; los taiwaneses ingresaron a Kenia con pasaportes de Taiwán. Las autoriades africanas aceptaron estos documentos cuando ellos entraron al país, asi pues, al deportarlos deberían enviarlos en relación a la documentación entregada.
Antes de las extradiciones, diez taiwaneses bajo sospecha de fraude de telecomunicaciones regresaron desde Kenia a Taiwán tras ser encontrados no culpables de los cargos presentados. Esto le otorga crédito a la opinión sobre las presiones de Pekín hacia las autoridades kenianas para decidir posteriormente a deportar al resto hacia China. El abogado Lu Chiu-yuan realizó la siguiente interrogante en su cuenta de Facebook:
How can Chinese police restrict Taiwanese nationals’ freedom in other countries and bring them back to China for further investigation and trial? If such an argument stands, in the future then if any Taiwanese is involved in criminal cases that are related to mainland Chinese citizens or government, can the Chinese government arrest them in other countries?
¿Cómo la policia china restringe las libertades de ciudadanos taiwaneses en otros países trayéndolos de regreso a China para una mayor investigación y proceso judicial? ¿Si tales argumentos se mantienen, entonces podrá el gobierno chino en el futuro arrestar a cualquier taiwanés en otras naciones envueltos en causas penales relacionadas con ciudadanos chinos o con el gobierno de China?
I-Fan, un colaborador tawanés de Global Voices (y uno de los autores de este artículo), estuvó en Kenia anteriormente y señaló sus temores a través de Twitter:
這次事件對於常出國旅遊的台灣人來說真的非常可怕, 我們可能在當地政府也沒有說我們有違法的情況下, 因為中國政府宣稱我們犯了中國法律就被遣送到中國去了. 假如我們容許這次肯亞事件的前例的話, 中國有反國家分裂法, 中國只要宣稱我們是台獨份子就可以要求當地政府遣送我們到中國去接受審判
— mountainer (@mountainer) April 15, 2016
Este incidente es aterrador para aquellos taiwaneses que son viajeros frecuentes, podríamos ser deportados a China si su gobierno alega que violamos la ley de su país, aunque no hayamos infringido ninguna en el tercer país. Si aceptamos lo que sucedió en Kenia como un precedente, la ley antisecesión que posee China los posibilita para solo señalar que somos defensores de la independencia de Taiwán y asi deportarnos desde el tercer país para ser juzgados en Pekín.
En 2011, Taiwán y China llegaron a un acuerdo sobre la Cooperación en el Combate de la Delincuencia. Este se realizó de tal manera que un delincuente de la primera nacionalidad que se encontrase en un tercer país podría ser extraditado de regreso a suelo taiwanés para su juicio. Muchos consideran que las recientes acciones, (que al parecer van en contra de este acuerdo) son una señal de advertencia para Tsai Ing-Wen, el próximo presidente de Taiwán quien pertenece a la coalición pro independencia denominada Partido Democrático Progresista, que miran a China con recelo. Brian Hioe de la revista en línea New Bloom destaca lo siguiente:
If China is able to influence more nations to simply start disregarding Taiwanese legal authority and treat Taiwanese nationals abroad as though they were just Chinese citizens, this would be deleterious for Taiwan’s ability to maintain itself as a de facto independent nation-state.
Si China tiene el poder de influenciar a más naciones a que simplemente comiencen a descartar la autoridad jurídica de Taiwán, y amenazar a los ciudadanos taiwaneses que estan en el extranjero como si estos fueran de nacionalidad china, estas acciones serían nocivas para la capacidad de Taiwán de mantenerse a si misma como un Estado independiente efectivo.
China y algunos sectores de Taiwán se adscriben al principio de «una sola China» (en especial el partido en pro de la unificación Kuomintang), este señala que el gigante asiático más el territorio taiwanés son una sola nación. El desacuerdo recae a qué gobierno representa la «China auténtica». A pesar que Taiwán es un Estado autónomo nunca, se ha propuesto a formalizar su independencia. Además, la mayor parte del mundo identifica a la República Popular de China (China continental), no a la República de China (Taiwán).
Pekín tolera que el gobierno de Taiwán se presente a su pueblo como la China legítima, con la esperanza que atenúe el movimiento independista. Sin embargo, estas extradiciones podrían terminar de empujar a los taiwaneses hacia su independencia, y alejarlos del principio de una China unificada, si esto último significa que el resto de las naciones se aliarán a Pekín cuando la seguridad de los taiwaneses este en juego.