Policía de China divide a familias por una carta que exigía la dimisión del presidente

Germany based Chinese writer Chang Ping's brothers have been detained by police since March 27. Image from Twitter.

Los hermanos de Chang Ping, escritor chino que reside en Alemania, fueron detenidos por la policía el 27 de marzo. Imagen proveniente de Twitter.

Una carta pública que exige la dimisión del presidente de China, Xi Jinping, ha provocado una serie de persecuciones políticas en contra de los familiares de disidentes chinos que viven en el extranjero.

El 27 de marzo, Chang Ping, un escritor que reside en Alemania y periodista para Deutsche Welle, informó que la policía de China irrumpió en la celebración de cumpleaños de su padre para arrestar a tres de sus hermanos menores, alegando que existía una conexión entre el trabajo de Chang y la carta. La policía también exigió a Chang que borrara un tuit que publicó acerca de su rapto y que dejara de publicar artículos sobre las actividades del gobierno chino.

Después de las detenciones y amenazas siguieron los arrestos de los padres y hermano del activista chino Wen Yunchao, quien reside en Estados Unidos, el 22 de marzo.

La carta, que fue misteriosamente publicada en Watching, el nuevo sitio de noticias afiliado al Partido Comunista, y firmada supuestamente por los «miembros leales del Partido Comunista», constituye una crítica de las normas políticas, diplomáticas, económicas y culturales de Xi; también lo acusa por «abandono del sistema democrático de liderazgo colectivo» y argumenta que sus políticas han resultado en una «excesiva» concentración de poder.

Chang Ping es un renombrado escritor chino que reside en Alemania. Fue destituído de su cargo como editor en jefe adjunto en la revista Southern Metropolis Weekly tras comentar acerca de los disturbios en Lhasa, Tibet en el 2008 y por solicitarle al gobierno que concediera más libertad a la prensa en noticias relacionadas con el Tibet.

En el año 2012, Chang Ping no renovó su visa de trabajo en Hong Kong, por lo que se reubicó en Alemania y comenzó a escribir para el periódico Deutsche Welle.

No obstante, abandonar China no lo libró del acoso político de las autoridades chinas.

Después que desapareciera su excolega Jia Jia tras intentar abordar un avión de Pekín a Hong Kong el 15 marzo, Chang escribió en su columna para el periódico alemán, «Desaparecieron a Jia Jia por el delito de ver«. En el artículo criticó al gobierno chino por perseguir a personas que no son ciegas y por consiguiente «presenciaron» la existencia de la carta abierta secreta.

Lo que él no pudo preveer es que la policía de China en realidad perseguiría al «ciego» – en este caso, los parientes de aquellos que vieron la carta.

El 27 de marzo, Chang Ping escribió en Twitter que la policía china secuestró a su hermana y a sus dos hermanos en el banquete de cumpleaños de su padre. La policía amenazó con castigarlos si Chang Ping no cesaba de realizar comentarios acerca del gobierno chino. Además, exigieron que retirara el artículo del Deutsche Welle que trataba sobre Jia Jia.

Como respuesta a la persecución política por asociación, Chang hizo una declaración pública, en la cual negó su participación en la carta e instó a la comunidad internacional a condenar los actos bárbaros de la policía china (traducido por China Change):

1) All of my family and relatives in China have no understanding of my political beliefs, columns, and the media work I engage in, nor are they in any way related to it. Currently they have no communication with me, therefore they will be unable to meet the unreasonable demand of the police. I’d be in support of them, should they wish to cut off all ties with me at any point.

2) Apart from the above column [Deutsche Welle] and interview [Radio France Internationale/RFI], I personally have no other connection to the open letter. I didn’t help draft it, I didn’t publicize it, and I only read it after it had already been widely promulgated. It’s just like I said in my column: I don’t get involved in internal Party power struggles, and I’ve no interest in doing so.

3) Every citizen has the freedom of speech to engage in comment or criticism of the political activities of state leaders. The Communist Party should immediately stop investigating the people they believe are behind the letter demanding that Xi Jinping resign, and cease the abductions, harassment, and investigations of media personnel, commentators, and netizens, and their family members.

4) I’ve been involved in news reporting and commentary for over 20 years, and I’ve always taken to it in a spirit of professionalism, and with independence and autonomy and the conscience of an intellectual. I’ve always done what I think is right, and have always been willing to accept whatever fate brings as a result of that. The harassment and threats of the authorities allow me to see even more the value of my writings, and encourage me to work harder in future.

5) I strongly condemn the Communist Party’s attempts to interfere with the freedom to publish of Western media like Deutsche Welle and RFI. I call for the international community to speak out against these barbaric kidnappings by Chinese police.

1) Toda mi familia y demás parientes en China no tienen ningún conocimiento acerca de mis creencias políticas, columnas y el trabajo mediático que realizo y, de ninguna manera están relacionados con este. En la actualidad, ellos no han establecido comunicación conmigo, por lo tanto, serán incapaces de satisfacer la demanda irracional de la policía. Si en algún momento ellos decidieran cortar todos los vínculos conmigo, yo respaldaría su decisión.

2) Aparte de la columna anterior [Deutsche Welle] y la entrevista [Radio France Internationale/RFI], yo personalmente no tengo ninguna conexión con la carta. No ayudé a redactarla, tampoco la publiqué; lo único que hice fue leerla después que fuera ampliamente promulgada. Es como lo afirmé en mi columna: no me involucro en conflictos de poder que se manifiesten dentro del partido y tampoco tengo interés de hacerlo.

3) Cada ciudadano goza de la libertad de discurso para emitir comentarios o crítica de las actividades políticas de los jefes de Estado. El Partido Comunista debería inmediatamente dejar de investigar a las personas que consideran son responsables de la carta que exige la renuncia de Xi Jingping y detener los raptos, el acoso y las investigaciones al personal mediático, a los comentaristas, a los cibernautas y a sus familiares.

4) He trabajado en el ámbito periodístico y como comentarista por más de 20 años y, siempre lo he realizado con un espíritu de profesionalismo, con independencia, autonomía y la conciencia de un intelectual. Siempre he hecho lo que considero es correcto y siempre he tenido la disposición para aceptar cualquier cosa que el destino me depare como consecuencia de ello. El acoso y las amenazas me permiten apreciar aún más el valor de mis escritos y me motiva a trabajar más duro en el futuro.

5) Condeno fuertemente los intentos del Partido Comunista de interferir en la libertad de publicar de los medios occidentales como Deutsche Welle y RFI. Hago un llamado a la comunidad internacional para que se pronuncie en contra de esos secuestros bárbaros que realiza la policía china.

Por más que la policía continuó presionando al hermano de Chang Ping, Zhang Wei, para que lo alentara a dejar de escribir, Chang no tuvo otra alternativa que bloquear los correos electrónicos de su hermano y cortar toda la comunicación con su familia. En una segunda declaración, Chang comparó su situación familiar con la del librero de Hong Kong Lee Bo, quien también fue forzado a cortar de manera pública los lazos con su familia (traducido por China Change):

As I see it, from Party Central media to local police stations, all of them have learned to manipulate their hostages and put on puppet shows. My younger brother has become another Lee Bo of Hong Kong. Look at one of his recent emails. Don’t the police think this sort of performance is extremely clumsy? […]

I am blocking the email address of Zhang Wei, and I won’t see any more emails from him; my family members and relatives have no other way of contacting me, and I won’t have any more contact with them for a long time, or perhaps forever;  […]

My family members and relatives will continue being brainwashed by the Chinese police, and they’ll think that the misery that’s befallen them is because I don’t care about my family. Some of them have already started cursing me. This will have no bearing on me. Nor do I have any way of making them understand just how despicable and base the CCP is.

Como lo veo, desde los medios centrales del partido hasta las estaciones locales de policía, todos han aprendido a manipular a sus rehenes y manejarlos cual títeres. Mi hermano menor se ha convertido en otro Lee Bo de Hong Kong. Observen uno de sus correos electrónicos recientes. ¿La policía no considera que este tipo de actuación es extremadamente torpe? […]

Voy a bloquear la dirección de correo de Zhang Wei, así ya no veré más correos que provengan de él; mi familia y demás parientes no tienen otra forma de comunicarse conmigo, por lo tanto, ya no tendré ningún contacto con ellos durante un largo tiempo o quizá para siempre; […]

La policía le seguirá lavando el cerebro a mi familia y a mis demás parientes. Ellos pensarán que la miseria que ha caído sobre ellos se debe a que no me importa mi familia. Algunos de ellos han comenzado ya a maldecirme. Eso no tendrá ningún efecto en mí. Tampoco tengo alguna manera de hacerles comprender cuan despreciable y básico es el PCCh.

En la China premoderna, las autoridades practicaban el castigo por asociación, el cual, abusaba del valor confucionista de piedad filial, en el que se espera que un individuo se sacrifique por el bienestar de la familia. En la entrevista con RFI, Chang Ping condenó el acto bárbaro:

这是一个非常流氓的做法。在现代社会,众所周知,包括中共自己制定的法律也废除了连坐制,株连九族非常野蛮,在中国的法律上文本上也不能成立。但是,事实上他们还在采取这样的行为。[…]这就是一种绑架和要挟,他们希望这样来达到自己的政治目的。这是一个非常野蛮的行为,这是对人类社会发展到迄今为止的政治文明,法制文明的一个极大的背叛和羞辱。

Este es un comportamiento de pandilleros. El castigo por asociación ha sido abolido por el PCCh ya que es un acto extremadamente bárbaro que no tiene lugar en ningún texto jurídico. Sin embargo, ellos [las autoridades chinas] están explotando dichos métodos. […] Esto se parece a mantener a una persona inocente como rehén para alcanzar medios políticos. Este acto es extremadamente bárbaro, una traición y un insulto a la sociedad humana y a su civilización política y jurídica.

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