«Buenas noches, dulce Prince»: El Caribe despide al consumado artista

Prince Rogers Nelson (June 7, 1958 – April 21, 2016) . Image by PeterTea, used under a CC BY-ND 2.0 license.

Prince Rogers Nelson (7 de junio de 1958 – 21 de abril de 2016) . Fotografía de PeterTea, usada bajo licencia CC BY-ND 2.0.

El pasado enero de 2016, con la conmoción del fallecimiento de David Bowie aún presente, parecía inconcebible que otro artista internacional pudiese afectar las sensibilidades del Caribe como lo hizo el Delgado Duque Blanco.

A menos, por supuesto, que ese artista fuese Prince.

La noticia del fallecimiento del talentoso músico estadounidense sumergió a la blogósfera caribeña, como al resto del mundo, en el luto y el recuerdo melancólico.

Al igual que Bowie, Prince fue un camaleón artístico que conquistó los mundos de la música y el cine. La pérdida de ambos dentro del mismo año ha sido para muchos un golpe particularmente cruel.

En la región se recordó con cariño a Prince como un músico magistral, un intérprete cautivador y la encarnación de todo lo que es funky, radical y diferente en el mundo.

Combinando a la perfección todos los géneros desde el blues a la sicodelia, Prince fue un genio de la música que compuso, cantó y produjo cada una de las canciones -además tocando con destreza todos los instrumentos- de su álbum debut de 1978 «For You».

Sus letras atrevidas y sus electrizantes presentaciones en vivo aumentaron su fanaticada. A sólo seis años de su debut, Prince lanzó Purple Rain, el álbum y la película.

Su estilo característico pronto se convirtió en sinónimo del sonido Minneapolis. La estrella de Minnesota incluso compuso éxitos para otros artistas, incluyendo el mega-éxito de Sinéad O'Connor «Nothing Compares 2 U».

A inicios de los años noventa, anunció que cambiaría su nombre a un símbolo, a menudo referido como el «símbolo del amor», en rebeldía frente a su sello discográfico Warner Brothers, a quienes acusaba de tenerlo esclavizado a través de niveles de control inadmisibles sobre su creatividad y sus ganancias.

Se cambió a otro sello y el año 2000 volvió a hacerse llamar «Prince».

Todo lo que tocaba se convertía rápidamente el oro, al punto que la usuaria de Twitter y Directora General de Global Voices Georgia Popplewell, bromeó:

«Cuando las palomas lloraron y iTunes se fue lleno de risa al banco»: Un encabezado de Prince en busca de un artículo. De nada.

Internautas tristes e impactados

El artista Darren «Trinity» Cheewah publicó una impresionante imagen de Prince. El cabello de Prince se entrelaza con la muy apropiada letra de su éxito «Let's Go Crazy», que dice:

let's go crazy… we gots mad love for The Artist

volvámonos locos… tenemos un amor loco por El Artista

Portrait of Prince by Darren "Trinity" Cheewah; widely shared on Facebook.

Retrato de Prince por Darren «Trinity» Cheewah; compartida en Facebook.

La escritora trinitense Sharon Millar dijo en Facebook:

Oh Prince. So young. My heart is breaking. My whole teenage life can be summed up by Purple Rain. I dated guys that looked like you, I wanted to ride behind you on that motorbike. I wanted to meet you so badly. Thank you for the memories. ‪#‎singinheaven‬ ‪#‎restinpeace‬

Oh, Prince. Tan joven. Mi corazón se rompe. Toda mi vida de adolescente puede resumirse en Purple Rain. Salí con chicos que se parecían a ti. Yo quería viajar abrazada a ti en tu motocicleta. Quería tanto conocerte. Gracias por los recuerdos. Canta en el cielo. Descansa en paz

La periodista Laura Dowrich-Phillips es otra seguidora. Publicó una imagen de un cancionero de Prince que tenía cuando era adolescente:

Laura Dowrich-Phillips' record of Prince song lyrics, created when she was fifteen; used with permission.

El cancionero de Prince que creó Laura Dowrich-Phillips cuando tenía quince años; utilizada con permiso.

Así, muchos internautas reconocieron que lo que hace difícil soportar la prematura partida de Prince fue la manera cómo Prince y su música profundizaron sus procesos personales de autodescubrimiento.

Muchos usuarios de redes sociales, al no poder expresarse con palabras, compartieron la imagen de la elocuente portada con la que The New Yorker homenajeó al artista:

A picture says a thousand words -- the cover of "The New Yorker" magazine in tribute to Prince; widely shared on Facebook.

Una imagen vale mil palabras — portada de la revista «The New Yorker» en homenaje a Prince; compartida en Facebook.

Lo que Prince en realidad representaba

Entre los que no pudieron expresar del todo su congoja hubo quienes recurrieron a las palabras de la artista y activista estadounidense Natasha Thomas-Jackson, quien escribió en su blog:

And as is the case with all cultural icons, the grief is being felt in all corners, by people of all races, ethnicities, economic classes, gender expressions, etc. There is no doubt that his Purple Majesty touched people all over this world.

For me, Prince was confirmation of the heights one could reach when they weren’t afraid…to be different. Non-conforming. Confusing. Questionable. Nuanced. Hard to understand. Hard to explain. Though I was deeply appreciative of his musical genius, Prince was more of a spiritual psychopomp for me, a shining example of how to obtain the deepest form of liberation: being your damn self.

Y como suele ocurrir con los íconos culturales, la pena se siente en todos los rincones, por gente de todas las razas, etnias, clases, expresiones de género, etc. No cabe duda de que su Majestad Púrpura ha conmovido a personas de todo el mundo.

Para mí, Prince fue la confirmación de las alturas que uno puede alcanzar cuando no se tiene miedo… de ser diferente. Inconformista. Enrevesado. Cuestionable. Matizado. Difícil de comprender. Difícil de explicar. A pesar de apreciar profundamente su genio musical, para mí Prince fue más bien un sicopompo, un ejemplo resplandeciente de cómo lograr la forma más profunda de liberación: ser uno mismo.

El yo maldito de Prince distaba de todo lo ordinario y Thomas-Jackson no pudo evitar mencionar la ironía de que muchos de los que hoy se suman al luto de Prince probablemente son «orgullosamente queer-fóbicos, transfóbicos, homofóbicos o se oponen a cualquiera que tenga la audacia de vivir fuera de las normas de expresión sexual o de género».

Este tipo de intolerancia e incomprensión en torno a la identidad de género a veces toma formas violentas en las sociedades caribeñas.

Sin embargo, Dele Adams, quien actualmente vive en San Cristóbal y Nieves, expresó su total solidaridad con aquello que Prince representaba:

Going to wear assless pants and eyeliner out of respect.
I guess this is why Doves Cry. ‪#‎Prince‬

Usaré pantalones sin culo y delineador en señal de respeto.
Creo que es por ésto que «lloran las palomas».

Prince showed a short black kid growing up in a very racist part of the UK that being different didn't mean you had to dim your light any.

Prince le demostró a ese niño negro que creció en un lugar muy racista del Reino Unido que ser diferente no significa que debes dejar que tu luz se apague ni por un instante.

Al momento de redactar esta publicación, no ha surgido información respecto de la causa de muerte de Prince, a pesar de que ya se le efectuó la autopsia.

Con todo, para muchas personas de la región y del mundo, el artista ya se había consagrado como una leyenda.

Un espíritu fuerte trasciende las reglas.
Prince

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