Sudán del Sur es un lugar peligroso para los periodistas

A South Sudanese journalist gathering news through the door at the State House during the swearing in of First Vice President Riek Machar on April 26, 2015. Only a few journalists were allowed to enter the hall. Photo released under Creative Commons by the United Nations Advance Mission in the Sudan (UNAMIS).

Un periodista sursudanés recogiendo noticias a través de una puerta de la Cámara de Representantes durante la toma de posesión del primer vicepresidente Riek Machar el 26 de abril de 2015. Solo se permite la entrada al recibidor a unos pocos periodistas. Foto publicada por la Misión de las Naciones Unidas en el Sudán (UNMIS) bajo Creative Commons.

Con recientes acusaciones de arrestos arbitrarios y un mayor número de informes de supresión de medios, el gobierno de Sudán del Sur se enfrenta a nuevos retos de autoridad y legitimidad política.

Sudán del Sur se ha convertido en uno de los países más peligrosos para los periodistas. Siete periodistas fueron asesinados solo en 2015 y cinco periódicos se han visto obligados a cerrar sus redacciones en los últimos 12 meses. En agosto del 2015 se cerraron tres medios de difusión en tres días.

Las relaciones del gobierno con los medios locales se han deteriorado después que se informara en marzo de este año que el periodista Joseph Afandy fue secuestrado, torturado y quemado hasta la muerte. Justo antes de su rapto, Afandy había sido retenido sin cargos durante dos meses por criticar al partido del gobierno.

En el último Índice de libertad de prensa, Sudán del Sur descendió 15 puestos y se sitúa ahora en el 140 de un total de 180, si lo comparamos con la posición nº 125 que ostentaba en 2015. El constante declive del respeto a la libertad de prensa en este país es inquietante, y la situación ha empeorado a consecuencia de la guerra civil.

Este conflicto, que ha devastado a la nación más joven del mundo, comenzó el 15 de diciembre de 2013, cuando el presidente Salva Kiir expulsó a Riek Machar (diputado entonces y primer vicepresidente del país desde su independencia en 2011) acusándole de planificar un golpe de estado. Tras huir de Juba, la capital, en 2013, Machar volvió el mes pasado y juró como primer vicepresidente de Kiir en lo que algunos consideraron una señal de reconciliación.

Organizaciones internacionales en favor de los derechos humanos, como por ejemplo Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras, han condenado la ola de violencia hacia los periodistas y han pedido el fin de la campaña contra los medios y el cese de las detenciones individuales sin causa justificada.

Durante un taller reciente sobre derechos humanos, un periodista local, Alfred Taban, culpó al Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán por no saber proteger el derecho de los ciudadanos a ejercer su libertad de palabra y de expresión.

La difícil situación ha suscitado una ola de preocupación sobre el futuro de Sudán del Sur y sobre si el gobierno rendirá cuentas:

Sudán del Sur: 7 periodistas asesinados en 2015. Ningún asesinado llevado ante la justicia. Ninguna explicación del gobierno: Taban Juba Monitor.

Respondiendo a un artículo sobre la supresión de los medios, un lector comentó la retórica beligerante del presidente Kiir hacia los periodistas que publican informes negativos:

A President threatened to kill journalists ?
A President threatened to kill his own citizens ?
A President threatened to kill ?
This guy should be locked up forever.

¿Un presidente amenazó con matar a periodistas?
¿Un presidente amenazó con matar a sus propios ciudadanos?
¿Un presidente amenazó con matar?
Este tipo debería ser encerrado para siempre.

Otro lector se lamentó sobre la creciente supresión del libre discurso en el país:

Sad days we live in that people cannot voice their opinion, write and share facts about what is truly happening around the world. Who will step up to hold this President accountable for these atrocities? Really, he is the President, so does that mean he can do whatever he wishes?

Vivimos días tristes en los que la gente no puede mostrar su opinión, escribir y compartir hechos sobre lo que sucede en realidad en el mundo. ¿Quién dará un paso para hacer que este presidente rinda cuentas por estas atrocidades? De verdad, él es el presidente, ¿así que eso significa que puede hacer lo que le plazca?

El presidente Kiir ha amenazado previamente a los periodistas que redacten artículos negativos contra Sudán del Sur. Según se dice, el Ministro de Información y Difusión, Michael Makuei, intimidó a los medios de comunicación por criticar la creación de 28 estados regionales además de los 10 que ya había.

El periodista Peter Julius Moi fue asesinado días después que el presidente Kiir anunciara que iban a perseguir a los periodistas que informaran negativamente sobre el país.

Aunque los representantes del gobierno han defendido el modo en que este se relaciona con los medios privados, muchos sursudaneses ven en las restricciones a los medios locales una manera de consolidar el poder. Se pide a gritos una mayor transparencia en la manera en que se representa a Sudán del Sur, sea positiva o no:

La campaña de entidades mediáticas en Sudán del Sur es otro movimiento radical del gobierno sursudanés, así como un acto de violación de derechos.

Este suceso llega en un momento en el que las facciones enfrentadas han acordado formar un gobierno de unidad nacional, lo cual llevará al fin de la violencia, tal y como esperan los sursudaneses y la comunidad internacional. Si el control sobre los medios se sigue tensando, puede que la paz que espera establecer Sudán del Sur tenga una vida corta.

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