Desde hace nueve años, los días 20 de noviembre, en la ciudad argentina de Córdoba, ubicada en el centro del país, se organiza la Marcha de la Gorra. Es una manifestación social que nació como repudio al «gatillo fácil»: linchamientos, persecución y discriminación de personas a manos de la policía. El nombre de la Marcha viene del término urbano que denomina a la policía «gorra» y pretende arropar una protesta general contra los abusos de los cuerpos del orden. Así lo describen los organizadores:
Somos la Marcha que repudia rotundamente el Estado policial que nos excluye, reprime, persigue, estigmatiza y mata. #MarchadelaGorra
— #MarchadelaGorra (@MarchadelaGorra) 18 de noviembre de 2015
Sobre las razones para la Marcha, el medio Página 12 publicó una opinión de Estéban Rodríguez Alzueta:
Es una marcha contra la policía, pero también contra los vecinos alertas. Si no hay olfato policial sin olfato social, eso quiere decir que detrás de la brutalidad policial está el prejuicio social. Los estigmas que cotidianamente destilan esos emprendedores morales crean condiciones de posibilidad que habilitan y legitiman a las policías a estar de manera discrecional y violenta en los barrios más pobres.
Además, agregó estadísticas que confirman la situación de detenciones aleatorias que han sucedido en Córdoba durante años:
En la provincia de Córdoba se produjeron en 2011, 73.100 detenciones por averiguación de identidad, es decir, se llevaron a cabo 2209 detenciones cada 100.000 personas. Más de la mitad de ellas tuvo lugar en la capital. El 86 por ciento de la población objeto de estas prácticas son hombres. El 70, jóvenes menores de 35 años, y la causa que según la policía motivó su accionar fue el “merodeo”.
La página de Facebook «Colectivo de Jóvenes por nuestros derechos» reúne distintos casos de denuncia sobre los excesos policiacos. Uno de ellos es lo ocurrido con Daniel Robles, quien estando de vacaciones en Córdoba fue detenido arbitrariamente durante 40 horas por «tentativa de hurto». Otro es el caso de Nyko Nadal, de 16 años, a quien la policía persiguió y disparó sin que él estuviera armado, luego de que robara un taxi. O el de Cristián Guevara, quien murió dentro de una comisaría luego de la golpiza que recibió por parte de la policía, que luego quiso ocultar los hechos afirmando que fue un suicidio.
La red de periodistas Cosecha Roja describe también publicó denuncias similares:
A Ezequiel lo hicieron ahogar en el barro podrido del Riachuelo. A Jonathan y Brian les dispararon arriba de un auto. A Ramón un gendarme le dio un tiro en la cabeza por defender a otro pibe. A Luciano lo habían amenazado y golpeado. Apareció, 6 años después, como NN en Chacarita. A Mariano y a Darío los fusilaron por la espalda. A Kiki lo asesinó un policía que lo acusó de querer robarle el auto.
Los reclamos también se extienden a los centros socio-educativos o cárceles de niños y niñas, que según el sitio web de la Marcha, no son espacios que contribuyan a lo educativo dadas las limitaciones de recursos.
Si bien la Marcha de la Gorra se ha realizado sistemáticamente todos los años en la provincia de Córdoba, el 2015 tuvo algunas ediciones en otras ciudades, como La Plata, Rosario, Mendoza y la Ciudad de Buenos Aires convirtiéndose en una de las marchas más grandes y sistemáticas de Argentina. Ahora buscan también reivindicar la cultura popular y denunciar el abuso institucional como lo describe el sitio oficial:
Somos nosotros y nosotras. Somos los pibes y las pibas de los barrios, de los bailes y las canchas, de las cárceles de todo el país. Somos las trabajadoras y los trabajadores que luchamos todos los días por la dignidad; que soportamos la explotación, el salario bajo y la represión de la cana cuando protestamos. Somos las trabajadoras sexuales históricamente criminalizadas, asesinadas en la clandestinidad, golpeadas y perseguidas por los gobiernos que son cómplices de los responsables de la trata y el proxenetismo. Somos las y los estudiantes que luchamos por la educación pública, gratuita, de calidad y laica. Somos artesanos y artesanas, carreros, somos quienes impedimos que Monsanto se instale en Córdoba y quienes luchamos para que Porta se vaya de nuestros barrios. Somos las radios abiertas y comunitarias, los medios alternativos. Somos las murgas y los movimientos culturales. Somos mujeres y varones hartos de que nos maten por el sistema machista hetero patriarcal, por la homo – lesbo – trans – fobia, los femicidios, y travesticidios.
Para la convocatoria de la última marcha realizada el pasado 18 de noviembre de 2015, el sitio lanzó este video que resignifica la Marcha como un movimiento popular:
Aquí algunas imágenes de la última Marcha de la Gorra:
Considerando la buena acogida que tuvo la marcha en el 2015 y su nuevo llamado más amplio, algunos ya comenzaron a confirmar su participación en Twitter para la próxima marcha de la gorra.
Les juro por mi viejo que la próxima marcha de la gorra estoy ahí
— OjosLocos (@pamelosredo6) April 4, 2016
La marcha de la gorra 2016/2017 tengo q estar ahí
— Francis ☼ (@Orciuoli_Sol) April 23, 2016