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Estudiantes universitarias en Pakistán hacen pública la conversación sobre la menstruación

Categorías: Asia del Sur, Pakistán, Educación, Medios ciudadanos, Mujer y género, Salud
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Foto por: Estudiantes de Beacon House University

En un intento por romper con tabúes sobre la menstruación, estudiantes de una universidad privada en Lahore, Pakistán, cubrieron con toallas higiénicas las paredes del campus, junto con anécdotas que revelan cómo las mujeres se sienten avergonzadas por tener periodos.

En Pakistán, como en muchas otras partes de Asia del Sur, conversar sobre la menstruación es considerado un tabú. Algo tan básico como obtener una toalla higiénica en una tienda de comestibles es una experiencia desagradable. El comediante Shahzad Ghias Sheikh compartió su [1] experiencia cuando era un adolescente y recibió una tarea inusual:

As a teenager I lost a bet with a friend. I was at her mercy. She could make me do anything that she wanted to embarrass me. She chose to make me buy a sanitary pad at the LUMS Superstore in front of other students. I walked in brazenly, asked for one and duly paid for it. I was too young to understand the stares I received from other students or ponder why it was given to me in a concealed brown bag. I even had no idea why she would think this would embarrass me. She did. Unlike me, she had lived through this experience ever so often: made to feel guilty about her own anatomy. A shopkeeper, usually a man, wrapping it in a brown paper bag to hide her ‘shame’. God forbid another man might see a woman publicly holding a pad and it might hurt his conception of public sensitivity. This is what male privilege is; making a woman jump through hurdles to get a basic health product and making her feel immense shame for it just so that the masculinity of some men is not challenged.

Cuando era adolescente, perdí una apuesta con una amiga. Estaba a su merced. Ella podía obligarme a hacer lo que ella quisiera para avergonzarme. Escogió hacerme comprar una toalla higiénica en el hipermercado LUMS, frente a otros estudiantes. Entré con descaro, pedí una y pagué por ella. Era demasiado joven para entender las miradas que recibí de otros estudiantes o reflexionar sobre por qué me fue entregada a escondidas, en una bolsa marrón. Incluso no tenía idea de por qué ella pensaría que esto me avergonzaría. A diferencia de mí, ella había vivido esta experiencia a menudo: se le había hecho sentir culpable sobre su propia anatomía. Un tendero, usualmente un hombre, envolviendo la toalla higiénica en una bolsa marrón para ocultar su ‘verguenza’. Que Dios impida que otro hombre vea a una mujer públicamente sosteniendo una toalla higiénica, pues podría herir su idea de sensibilidad pública. Esto es lo que el privilegio masculino significa; hacer que una mujer supere obstáculos para obtener un producto de salud básico y hacerla sentir una verguenza inmensa por esto, para que la masculinidad de algunos hombres no sea retada.

Es precisamente este estigma el que las estudiantes se proponen contrarrestar. Algunos de los comentarios garabateados en las toallas higiénicas dicen,  «Es algo tan natural», «¿Por qué debería avergonzarme?» y «No tengo fallas o fui creada defectuosamente».

‘¡Si las mujeres no tuvieran periodos, usted no habría nacido!’

La acción buscó romper con tabúes y ha generado una amplia gama de reacciones, que incluyen aquellos que se mantienen firmes en la creencia de que la menstruación es vergonzosa:

qué verguenza da Beacon house, Lahore por este vergonzoso acto, el gobierno debe notarlo

Un consejo para las estudiantes de BNU, empiecen a defecar públicamente. No hay por qué avergonzarse de ello. Es una función corporal diaria, en vez de mensual.

realmente que verguenza, ¿es esto Pakistán?

Qué diablos hacen estas chicas en la universidad Beacon house :/ ¿es ético?

Mientras que otros criticaron esa percepción:

No hay nada repugnante respecto a los periodos.
Si las mujeres no tuviesen periodos, ¡usted no habría nacido! ¡¡Es normal!

En la sección de comentarios de la página de Facebook «Chicas en Dhabas [16]» (dhabas son restaurantes de carretera, tradicionalmente considerados como espacios masculinos) Aisha Gulzar opinó que [17] aunque los periodos son algo natural, esta clase de protesta no es productiva:

I was teaching science syllabus to girls in low income community of bin qasim hyderi. They thought periods were punishment cause Eve made humankind fall. They thought these were unpure. I explained them that it was natural. Next day 5 parents complained from local.community and local govt teachers with whom I was working as a fellow teacher from an NGO, whispered this , ‘ Aisha is teaching girls about sex .’

Putting pads on wall in BNU where populace should be responsible for their own education is not a fruitful step. These are bold protest which can cause reactionary backleash rather than awareness .

Everything needs a proper stance and induction so its respectful to cultural norms of that particular country.

Estaba enseñando un programa de ciencias a chicas en una comunidad de ingresos bajos de bin qasim hyderi. Ellas pensaban que los periodos eran un castigo porque Eva hizo que la humanidad caiga. Ellas pensaban que los periodos son impuros. Les expliqué que era natural. Al día siguiente 5 padres de familia se quejaron en la comunidad local y profesores locales del gobierno, con quienes trabajaba conjuntamente en una ONG, susurraron esto, ‘ Aisha está enseñando a las chicas sobre sexo’.

El poner toallas higiénicas en la pared en donde los habitantes deberían ser responsables por su propia educación no es un paso fructífero. Estas son protestas osadas que pueden causar reacciones negativas, en vez de crear conciencia.

Todo necesita una posición adecuada e inducción de tal manera de ser respetuosos con las normas culturales del país en particular.

Mientras que otro comentario de Amina Faiz enfrentó las críticas [18] directamente:

hello friends if your initial thought after seeing this is «this is way overboard» or «im a feminist but there is a limit» then realise that you are part of the problem and the fact that you immediately associate this with shame is exactly what these girls are trying to combat. realise that you have internalized concepts of misogyny and how girls are shamed for things they can't help. and instead of policing how they should resist, or debating whether or not this is effective, support them. let them know how brave they were in doing this. there is no one way of resisting oppression and if you have better ideas, great! organize and execute them yourself, they'll be there to support you too, i'm sure. and it's true that oppression, in this case shaming girls, varies depending on your privilege, but its still there? it stills needs to be tackled? you don't take a risk like this for fun or because you're a «crazy feminazi»

hola amigos, si su idea inicial luego de ver esto es «esto es demasiado exagerado» o «soy feminista pero hay un límite» y luego se dan cuenta que ustedes son parte del problema y el hecho de que ustedes inmediatamente asocien esto con verguenza es exactamente lo que estas chicas están combatiendo. Dénse cuenta que han asimilado conceptos de misoginia y de cómo las mujeres son avergonzadas por cosas que no pueden evitar. En vez de formular políticas de cómo resistir o debatir si es efectivo, apóyenlas. Háganles saber qué valientes son al hacer esto. No hay una sola manera de rebelarse ante la opresión y si ustedes tienen mejores ideas, ¡excelente! organícense y ejecútenlas ustedes mismos, ellas estarán ahí para apoyarlos también, estoy segura. Es verdad que la opresión, en el caso de avergonzar a chicas, varía dependiendo de su privilegio, pero ¿aún está ahí? ¿aún necesita ser enfrentada? uno no toma riesgos como éste por diversión o porque uno es una «loca feminazi»

¿Pero esto es acerca del privilegio de clase?

Shaan Taseer, hijo del ex Gobernador de Punyab, Salman Taseer, criticó la campaña por ser ‘elitista’. La periodista Madiha Tahir también opinó, lo cual resultó en una discusión espectacular [19] sobre clase, privilegio y feminismo.

Taseer, quien pertenece a una familia bastante privilegiada, respondió a las críticas de Tahir llamándola “golfa de clase baja”.

La escritora Nadia Naviwala dijo sobre el  ‘altercado’ [20]:

When’s the last time a member of Pakistan’s English-speaking, Medium-reading upper crust was dismissed for belonging to a low order of society? Less unusual, when is the last time a man called feminism a bunch of croc and then called a woman a stupid bitch? We’re so used to being in a position to abuse our privilege that we don’t even realize when we’re doing it.

Reading Madiha’s conversation with Shaan, we were faced with the the ugly reality in Pakistan. Class and gender are mediated through abuse when someone on the losing end of the equation challenges it.

¿Cuándo fue la última vez que un miembro del la clase alta de Pakistán, que habla inglés, medianamente leído, fue desestimado por pertenecer a un orden social bajo? Menos inusual, ¿cuándo fue la última vez que un hombre llamó feminismo a una sarta de tonterías y luego llamaron a una mujer, perra estúpida? Estamos tan acostumbrados a estar en una posición en la que podemos abusar de nuestro privilegio que no nos damos cuenta cuando lo hacemos.

Al leer la conversación de Madiha con Shaan, nos enfrentamos a la dura realidad en Pakistán. Se media entre la clase y el género a través del abuso cuando alguien en el lado perdedor de la ecuación lo reta.

En cualquier caso, el autor y académico Raza Rumi resumió cómo la campaña puede ser vista como un triunfo porque hizo que la gente empezara a hablar sobre periodos, estigma y la necesidad de confrontar los tabúes.

Estudiantes de BNU – una universidad privada en Lahore, Pakistán, rompieron un tabú al cubrir una pared con toallas higiénicas.