Los compañeros de colegio de Stepan Saveliev ya no se burlan de él. Imagen editada por Kevin Rothrock.

El mes pasado, una madre moscovita se sentía mal por su hijo de 11 años. Se sentía tan mal que recurrió a Facebook, donde pidió a sus amigos un pequeño favor. Parece que el pobre chico sufría burlas en la escuela porque mantiene meticulosamente una página en la red social rusa VKontakte en la que publica fotografías de dinosaurios y tanques de juguete, montando batallas en miniatura entre unos y otros. «Tu página ni siquiera tiene ‘likes’», «Eres un perdedor», le decían los otros escolares, según la madre. Para reparar la reputación de Stepan en la escuela, su madre pidió a la gente que visitara su página en VKontakte y marcara sus entradas con «likes».

Más de 4000 personas dieron like a la entrada de Svetlana en Facebook, y otros 670 usuarios la compartieron con sus amigos. Su hijo, Stepan Saveliev, tiene ya más de 13 000 suscriptores en VKontakte, y varios miles de personas han dado like a sus entradas más recientes. También ha sido invitado al menos a cinco cadenas rusas de televisión, y numerosos famosos y figuras públicas le han escrito para mostrarle su apoyo. Algunas organizaciones también se han unido a los elogios. La revista tecnológica iCover.ru envió a Stepan un juego de Lego especial. Dimitri Grishin, cofundador, presidente y director ejecutivo del grupo Mail.ru le envió una réplica del robot BB-8 de Star Wars. La oficina corporativa de Mail.ru también ha obsequiado a Stepan con una suscripción premium gratuita a Armata, un juego virtual multijugador sobre tanques.

Uno de los pocos en enviar malas vibraciones a la página de Stepan en Vkontakte fue Maxim Ksenzov, antiguo vicepresidente de Roskomnadzor. Aunque ya no trabaja en el organismo censor federal, Ksenzov parece sentirse obligado a aconsejar al chico que cambie su foto de perfil (Stepan utiliza una imagen muy poco airosa en la que aparece desplomado en una silla). En pocos minutos, el nuevo ejército de amigos de Stepan se le echaron encima, señalando que el avatar de Ksenzov en Vkontakte tampoco es precisamente una belleza.

El consejo no solicitado de Ksenzov no cayó bien

Según la madre de Stepan, que afirma estar agradablemente sorprendida de la enorme respuesta que ha obtenido su petición pública, su hijo también se ha reconciliado con los compañeros de escuela que se burlaron de su página en VKontakte y su fascinación por los dinosaurios.

La web de noticias Life.ru (antes Lifenews) ha mostrado un interés especial en Stepan. El 10 de mayo, la web publicó un reportaje en el que clasificaban los «Diez dinosaurios más importantes, según Stepan Saveliev» (el preferido de Stepan es el Espinosaurio). El canal de televisión de la agencia también entrevistó a Stepan en directo, y realizó una encantadora –aunque extraña– filmación del chico en su habitación, inclinado sobre su escritorio.

La semana pasada Roskomnadzor también decidió homenajear a Stepan, y lo hizo en su propio estilo, añadiendo su nombre al registro federal oficial de blogueros, convirtiendo su web en la dirección número 2 487 registrada oficialmente por las autoridades rusas. «¡Felicidades!» dijo Roskomnadzor a Stepan en Vkontakte «Ahora puedes pedir acreditación para asistir a las sesiones de la Duma».
El «registro de blogs» ruso, que en tiempos fuera el núcleo de una temida y controvertida legislación, es hoy un olvidado depósito de blogs y webs aparentemente elegidas al azar por Roskomnadzor. Se esperaba que la «ley de blogueros» de 2014 señalara webs populares, y probablemente opositoras, y cargara a sus propietarios y autores con nuevas normas (contra el lenguaje obsceno, libelo, etc.), aumentando su vulnerabilidad a ser procesados. No obstante, como varias de las leyes rusas sobre Internet potencialmente represivas, se ha aplicado en contadas ocasiones, y muchos de los blogueros que figuran en el registro ni siquiera son conscientes de su especial estatus (hasta la fecha, el gobierno no ha multado o penalizado ni a uno solo de los blogueros del registro).