El PM turco Davutoglu se va al aumentar el temor por el futuro

Davutoglu at Harvard. Creative commons.

Davutoglu en Harvard. Creative commons.

Ahmet Davutoğlu, el que ha sido primer ministro turco estos dos últimos años, ha anunciado su intención de renunciar a su puesto «por la unidad del partido» entre evidencias de un inminente conflicto con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan.

Davutoglu fue la segunda persona más importante del AKP ( Partido de la justicia y el desarrollo), el cual ha dirigido la política turca durante más de una década, por lo que su posible desaparición de la escena está considerada como una pérdida sobre el control de las ambiciones de Erdogan.

Un intelectual con gafas como Davutoglu poniéndose al frente como primer ministro de Turquía y el AKP, y dirigiendo la fuerza política en el 2003, nunca logró proyectar el aura de Erdogan.

Vaya, qué rapidez. El  Sr. Davutoglu ya se ha buscado un nuevo trabajo. Increíble.

Mientras redactaba para Al-Monitor, Mustafa Akyol descubrió la existencia de un «sospechoso blog sobre política», en el que se había retratado a Davutoglu como traidor justo después de que este fuese privado de su poder de elegir a funcionarios regionales del partido por parte de comité ejecutivo del AKP.

Si dicho blog, como muchos piensan, representa la posición de Erdogan, entonces ciertos delitos de principios de Davutoglu parecen haber jugado el papel de policías buenos, frente a un Erdogan que representa al malo en las negociaciones sobre el el pacto de los refugiados entre la UE y Turquía, así como en su apoyo a un sistema parlamentario.

Esto es lo que le espera al primer ministro turco Davutoglu después de su dimisión por el presidente Erdogan…

Por su parte, Davutoglu, a pesar de que como primer ministro posea mayor poder constitucional que Erdogan, parece haber reconocido un insuficiente capital político que le impide el mano a mano con uno de los líderes más populares y poderosos de la historia de Turquía.

Esto lleva a que muchos teman que la transición de Turquía desde una democracia problemática a un estado autoritario, esté muy cerca.

Lloremos por la democracia de Turquía, la cual ha sido despojada de uno de los últimos controles sobre el poder de Erdogan.

Con un sucesor de Davutoglu que parece apoyar un cambio constitucional que favorece el incremento del poder de Erdogan y la presidencia, el mundo tendrá que esperar para saber que repercusión tendrá todo esto en la crisis de los refugiados de las fronteras europeas y en el creciente conflicto entre los militantes kurdos y el estado turco.

Por desgracia, lo que ha sucedido en Turquía durante estos dos últimos años demuestra que posibilidades que en su momento podían parecer absurdas, derrepente se vuelven probables.

«Gracias a dios por la república. En la época otomana, Davutoğlu se habría quedado sin cabeza».

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