Cerca de mil millones de personas, o 15 por ciento de la población mundial, practica la defecación al aire libre y una gran parte de ellas se encuentran en la India. Gran parte de la pobre higiene que se practica en India está fuertemente influenciada por el sistema discriminatorio de castas del país. Debido a la falta de sistemas adecuados de desague, la recolección manual de excrementos (limpieza de desechos humanos a mano) fue asignada a la casta más baja, los Dalits, lo que les ganó el nombre de “los intocables”. Luego de décadas de hacer campañas y mejorar los sistemas de sanidad, en el 2013, los legisladores indios aprobaron la Prohibición del Empleo de Recolectores Manuales de Excrementos y su Acta de Rehabilitación, la cual criminalizó la práctica de contratar individuos para limpiar a mano, llevar, desechar o manipular excretas humanas de letrinas secas, desagues abiertos u hoyos y alcantarillas.
Sin embargo, según el informe de la Comisión de Derechos Humanos de Asia del 2015, muchos hogares rurales en la India continúan llevando a cabo la recolección manual de excrementos, y hallaron que la práctica tiene menos que ver con la pobreza que con la persistente discriminación basada en castas.
Sanjay Kumar Chaudhary escribe en Countercurrents:
Manual scavengers are among the most excluded and exploited communities among the Dalits. They are considered to be the lowest in Hindu caste hierarchy and, therefore, suffer multiple forms of discrimination and social exclusion at the hand of caste Hindus and the state's functionaries. They are found in almost all cities of India—where they sweep the streets and manually engage in carrying night-soil. Women from these communities are the worst victims as they constitute more than eighty per cent of workforce of manual scavengers. Apart from the social stigma that they suffer, their work is low-paid. Further, it causes various health problems, those who engage in this work being exposed to the most virulent forms of viral and bacterial infections that affect their skin, eyes, limbs, respiratory and gastrointestinal systems.
Los recolectores manuales de excrementos están entre las comunidades más excluidas y explotadas de entre los Dalits. Son considerados como lo más bajo dentro de la jerarquía de la casta hindú y, por ello, sufren múltiples formas de discriminación y exclusión social en manos de los hindús de casta y los funcionarios del estado. Se encuentran en casi todas las ciudades de India —donde barren las calles y participan del transporte manual de heces humanas. Las mujeres de estas comunidades son las peores víctimas pues constituyen más del ochenta por ciento de la fuerza de trabajo manual de los recolectores de excretas. Aparte del estigma social del que sufren, su trabajo es pobremente pagado. Adicionalmente, causa varios problemas de salud, aquellos que se dedican a este trabajo están expuestos a las formas más virulentas de infecciones de virus y bacterias que afectan su piel, ojos, extremidades y sistemas respiratorios y gastrointestinales.
Un informe de campo llevado a cabo por medios de comunicación internacionales y la organización de derechos humanos Video Volunteers revela que la práctica continúa sin disminuir en Guyarat, que anteriormente se había declarado a sí misma como libre de recolección manual de desechos humanos.
En el video de arriba publicado por Video Volunteers, tres jóvenes recolectores de desechos en la Calle Surendranagar, en el pueblo de Dhangadra, en Guyarat, pueden verse sumergiéndose hasta el nivel del pecho en una alcantarilla sin ningún equipo de protección: sin guantes, sin mascarillas, y sin máquinas. No saben que la Municipalidad de Dhangadra, su empleador, está legalmente obligado a proveerles con un equipo de seguridad.
Como lo informa Video Volunteers:
When visual evidence was presented to Charuben Mori, the Chief Executive Officer of the Dhangadra Municipality, she refused to take cognizance of it and said, “We don’t endorse or promote illegal practices such as manual scavenging.” On being asked why safai karmacharis weren’t provided safety gear, Mori refused to take responsibility and instead, shifted the blame onto the contractors saying,
“These are not our employees so we do not know about their working conditions. They are employed by the contractors”. The law is clear that a person cannot be directly or indirectly (under contract) employed for unprotected cleaning of sewers.
Cuando se presentó evidencia visual a Charuben Mori, la Directora Ejecutiva de la Municipalidad de Dhangadra, ella se negó a aceptarlo y dijo, “No apoyamos o promovemos prácticas ilegales tales como la recolección manual de excrementos”. Al preguntársele por qué los safai karmacharis no recibieron equipo de seguridad, Mori se negó a asumir su responsabilidad y en vez de ello volcó la culpa en los contratistas, al decir,
“Ellos no son nuestros empleados, así que no sabemos sobre sus condiciones laborales. Ellos son empleados por los contratistas”. La ley claramente señala que una persona no puede ser ni directa ni indirectamente (bajo contrato) empleada para limpiar sin protección alcantarillas.
Los activistas han publicado una petición que exige al gobierno de Guyarat tomar acciones disciplinarias contra las autoridades responsables.