Las historias asombrosas del Santuario de las Lajas, la «iglesia más bella del mundo»

Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas. Imagen en Flickr del usuario Jonathan Wood (CC BY-ND 2.0).

Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas. Imagen en Flickr del usuario Jonathan Wood (CC BY-ND 2.0).

A lo largo de América Latina, las historias de milagros y de hechos fantásticos viajan por la región y se detienen muchas veces en las iglesias. En Colombia, muchas de estas historias rodean al Santuario de Nuestra Señora del Rosario de las Lajas. Llamada la «iglesia más bella del mundo», el santuario se encuentra a poco más de 800 kilómetros al suroeste de Bogotá y a 10 kilómetros de la frontera con Ecuador, en el municipio colombiano de Ipiales en el departamento de Nariño. Desde 1951, por decreto de El Vaticano, se realizó la coronación canónica de Nuestra Señora de las Lajas y el santuario fue declarado basílica en 1954.

Sin embargo, los orígenes y las historias que resguarda el lugar son muchas, y datan por lo menos data del siglo XVIII. Una de las más famosas cuenta la historia de María Mueses de Quiñones, y los milagros que la Virgen concedió a su hija:

[Las] protagonistas [de esta historia] son la india María Mueses de Quiñones, descendiente de antiguos caciques [jefes de tribu] y su pequeña hija Rosa, sordomuda de nacimiento. El lugar de los hechos se sitúa en los andes ecuatoriales a 2.600 metros de altitud, a media cuesta de una profunda quebrada sobre el río Guáitara, en el municipio de Ipiales, en el extremo sur de la actual Colombia, a diez kilómetros de la frontera con Ecuador. […] Al llegar a la cueva del Pastarán, [María] se detiene para descansar. La niña [su hija Rosa] entonces se desliza suavemente de la madre y empieza a trepar por las lajas. De pronto María escucha que su hija le habla: “Mamita, vea a esta mestiza que se ha despeñado con un mesticito en los brazos y dos mestizos a los lados”. Desconcertada, [María] no atina sino a coger a la niña y huir del lugar.

Y la historia continúa con un hecho aún más asombroso, pues Rosa no solamente recupera el habla:

Rosa cayó gravemente enferma y murió. La desconsolada madre, concibió entonces la idea de llevar el cuerpecito sin vida de su entrañable hija a los pies de la Señora del Pastarán, para recordarle las flores y velas con que la niña solía obsequiarla y pedirle encarecidamente que le restituyera la vida. Ante los ruegos insistentes y las copiosas lágrimas, ante la fe que no se doblega, la Virgen no resistió y obtuvo de su Divino Hijo la gracia de la resurrección de la pequeña Rosa.

Fue en diciembre de 2015, que el diario británico The Telegraph colocó al Santuario de Las Lajas como la iglesia más bella del mundo:

El santuario de las Lajas, considerado “el milagro de Dios sobre el abismo”, es visitado cada año por 750.000 feligreses, principalmente colombianos y ecuatorianos.
Para ‘The Telegraph’ resulta impactante su estilo gótico y que se haya levantado sobre un cañón, a una altura de 100 metros sobre el río Guáitara, en la frontera con el Ecuador.

En cuanto al nombre del santuario, se debe al material en que está construido:

The name Laja comes from the name of a type of flat sedimentary rock similar to floor tiles found in the Andes Mountains.

El nombre laja viene del nombre de un tipo de roca plana sedimentaria parece a las baldosas para el piso que se encuentran en los Andes.

Más imágenes pueden encontrarse gracias a usuarios de Twitter:

El imponente Santuario de Las Lajas de estilo gótico en Colombia, fue construido en 1916 y 1949. Nunca deja de asombrar.

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