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La salud en Venezuela quedó en manos de sus ciudadanos

Categorías: Latinoamérica, Venezuela, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Política
Fotografía tomada de Wikimedia Commons. [1]

El desabastecimiento de medicamentos, que ya golpeaba con fuerza a los venezolanos desde hace un tiempo, se agudizó en los últimos meses. Como respuesta, los ciudadanos, las redes y la solidaridad tratan de hacer frente a un problema que afecta a un grupo cada vez más extenso de la población. En la imagen, un paciente de la división infantil de pacientes con cáncer en Maracaibo, ciudad al oeste del país. Fotografía tomada de Wikimedia Commons.

La crisis de salud en Venezuela ha sido ampliamente reseñada [2] en los medios de comunicación internacionales y forma parte de las discusiones más agitadas de las redes. La Federación Farmacéutica de Venezuela estima [3] que la escasez de medicamentos ronda el 85%. Ante estas cifras, el Parlamento venezolano aprobó un acuerdo [4] en el que se declara la crisis humanitaria en el país, con el fin de emplazar al gobierno del presidente Nicolás Maduro a unirse al acuerdo. No obstante, hasta ahora las iniciativas han quedado en conversaciones [5] con la Organización Mundial de la Salud que no han sido fructíferas porque no han venido desde el poder Ejecutivo.

Sin embargo, más allá de las discusiones que hay entre los actores políticos, y desde los medios de comunicación, la realidad es que los venezolanos recurren a las redes sociales, y a la solidaridad de otros, para conseguir medicamentos. Las cuentas de Twitter: Servicio Público Vzla (@spvzla [6]), Akistá (@Akiztapp [7]), Ayuda SOS Venezuela (@AyudaSOSVzla [8]), Medicinas Venezuela (@SeBuscaSeDona [9]), DonaMed Venezuela (@DonaMed_VE [10]), Donando Tratamiento (@DONANDOTRATAMI [11]) y las etiquetas: #medicinas [12], #ServicioPublico [13], #SOSsaludVe [14] y #MedicinasVenezuela [15] son las más usados para ubicar y donar medicamentos.

Algunas de estas cuentas exigen receta médica como forma de evitar que personas que no necesiten el medicamento lo obtengan para su venta. Además, los nombres de las medicinas son publicadas también de acuerdo con la ciudad o estado en el que se encuentren, pues el envío por servicios de correos o encargos ya no son posibles. Desde que el gobierno nacional prohibió [16] en 2014 el envío de tratamientos médicos por correo la ubicación geográfica del paciente, respecto al medicamento, puede llegar a ser un obstáculo más para superar.

Los ciudadanos resisten

Ivonne Capecchi [17] es una artista plastica venezolana que vive en la ciudad de Valencia, ubicada a unos 172km de la capital del país. Como si se tratara de una forma de resistencia, desde principios del mes de abril, Capecchi ha ido tejiendo dentro de su perfil de Facebook una red de ayuda para los niños que se encuentran en el Hospital Central de Valencia.

Capecchi comenzó a involucrarse con las familias luego de visitar [18] a Gerald, un niño con cáncer, y comprobar la gran carestía dentro del hospital. Además de Gerald, otros niños sufrían también de grandes limitaciones. Por falta de recursos, algunos de los compañeros de habitación de Gerald no podían irse casa. Otro de los bebés sufre de hidrocefalia y necesita ciertos medicamentos cuyo precio es imposible de costear, y que además no se consiguen. Parte de la experiencia fue contada en un mensaje público sobre su muro de Facebook:

Hola amigos …ya he escrito tanto sobre Gerald … Que el teléfono lo pone sólo.
Les conté que ayer fui al hospital a conocerlo. Sali consternada del Hospital , hay una camineria que es un largooo pasillo para acceder a una de las áreas del hospital [y no cabe nada para que los familiares puedan acompañarlo…] Les diré algo, involúcrense, vayan conociendo las páginas de donación por que en este desatre de país NO HAY NADA y en cualquier momento les puede tocar y entenderán que la verdadera desgracia de este país (aparte de sus gobernantes claro) es la CRISIS DE SALUD!!! Por allí explotara este país…

A partir de allí, algunos amigos de Capecchi se unieron a sus visitas semanales al centro de salud. Gracias a las ayudas y las donaciones que llegaron a partir de sus llamados en las redes (algunas desde el extranjero), ha habido varios de niños que han logrado salvarse [19]:

Caso LUISITO nene que fue operado gracias a la Donación desde el Perú del Botón Gástrico luego de tres años esperando […] Recuerden que perdió el esófago por ingerir ácido para limpiar aires acondicionados . Les cuento todo amigos [porque] las cosas buenas también hay que contarlas. Hoy el Dr Jiver Morillo lo vio gratuitamente y le realizaron en la Clínica La Viña en Valencia, también gratuitamente su estudio con contraste ,el cual nunca había podido hacerse por falta de dinero…

Actualmente, Ivonne Capecchi y las personas que se han unido a ella en la tarea de brindar ayuda a estas familias de escasos recursos, están considerando formar una fundación [20] para organizar el trabajo con las donaciones. Sin embargo, los esfuerzos no han podido llegar a tiempo para siete niños que han perdido la vida [21] en la espera de su tratamiento o por complicaciones asociadas al mal estado de las instalaciones del hospital:

Se murió Moisés está tarde misma buscábamos EPAMIN logramos conseguirlo pero se murió […] Saben que? Ahora son 7 los nenes muertos ,no puedo con tanto en menos de tres días he visto dos familias destrozadas, arrasadas,muertas de dolor y pena.

En un reportaje del medio digital venezolano El Pitazo [22], se cuentan también las condiciones de los hospitales y las limitaciones para acceder a medicamentos. El reporte coincide con las historias narradas por Capecchi:

Minorías sin derechos 

En la crisis de salud que vive Venezuela, quienes están más afectados son aquellos que no tienen recursos para costear centros de salud privados o comprar medicinas en el exterior. Y en estos grupos están incluidas no solamente las familias de bajos ingresos, sino también las poblaciones indígenas. Sobre estos últimos la periodista y colaboradora de Global Voices, Minerva Vitti [23], escribió en diciembre 2015. Su post muestra como ya desde hace tiempo las condiciones de la comunidad warao [24] son duras en extremo. La comunidad se encuentra aún casi sin acceso a la red de salud del país, o incluso al servicio eléctrico que podría hacerla posible:

Los generadores eléctricos del hospital están dañados desde hace varios meses y los repuestos para su reparación no pueden conseguirse en Venezuela debido a la crisis de importación de diferentes equipos eléctrictos. Esto hace que el lugar dependa de la planta del pueblo que brinda un servicio muy irregular.

Hace varios días uno de los habitantes de la zona denunciaba que tenían 20 días sin luz. Los médicos deben atender muchas de las emergencias con velas y más de un niño ha muerto, especialmente por síndrome de meconio, en el que los recién nacidos mueren al inhalar sus primeras heces durante el parto, pues muchas veces al momento del alumbramiento se ha ido la luz en el hospital.

La periodista también contó cómo la única ambulancia fluvial de la comunidad permanecía fuera de servicio y las complicaciones que enfrentaban los enfermos al necesitar un traslado a Tucupita, la capital del estado Delta Amacuro, al este del país [25]:

La ambulancia fluvial del hospital también está dañada. En una ocasión debieron trasladar a un bebé de seis meses con un cuadro diarréico fuerte hasta el hospital en Tucupita, a cinco horas de navegación dependiendo de la potencia del motor y la marea. El traslado fue imposible. El doctor y los familiares tuvieron que resignarse.

Sin embrago, las emergencias de salud no son las únicas amenazas para la etnia. Las personas portadoras de VIH/SIDA, que ya se se ven fuertemente afectadas por la crisis de medicamentos en las zonas urbanas [26], viven este flagelo más fuertemente en las comunidades warao [27]. En un reporte hecho también por Vitti a finales de 2015 se reseñan las cifras alarmantes de infectados y fallecidos:

En 2007 la Cruz Roja Venezolana había identificado 15 casos de VIH en la comunidad […] . Hoy hay presencia de VIH en 26 comunidades warao. La comunidad que está al frente de Jeukubaca desapareció hace dos años.

Y así continuó:

En 2015 algunos especialistas de estos estudios, así como antropólogos de otra investigación sobre los determinantes sociales del contagio de VIH en las comunidades warao […] se reunieron con representantes de la Defensoría del Pueblo para plantearles la situación. Solo se sabe que luego de esto viajaron a Tucupita, se reunieron con autoridades y realizaron talleres con líderes comunitarios […]

Desde ese entonces, sin embargo, nada ha cambiado.