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Algunos marroquíes se están cansando del trato que les da Hollywood

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Marruecos, Cine, Medios ciudadanos
The Aït Benhaddou in Morocco has appeared in many Hollywood movies. Photo by Jerzy Strzelecki. CC BY 3.0 [1]

El Aït Benhaddou en Marruecos ha aparecido en muchas películas de Hollywood. Foto de Jerzy Strzelecki. CC BY 3.0

Este artículo de Jake Warga [2] apareció originalmente en PRI.org [3] el 22 de mayo de 2016, y se republica aquí como parte de un acuerdo para compartir contenidos.

Marruecos es un gran plató de cine – desde la arena hasta las ciudades. Ha servido como sustituto de Arabia en «Lawrence de Arabia [4],» de Abu Dhabi en «Sexo en Nueva York 2 [5],» de Egipto para «Evil Mummy» y como escenario de fantasía en «Juego de Tronos.»

Pero raramente es Marruecos en las películas, Marruecos de verdad.

Narrimane Faquir, cineasta marroquí, fue directora del casting local para la película de 2014, «El francotirador [6]» (en ésta, Marruecos aparece como Irak). «De cada 100 películas, quizás tres de ellas representan Marruecos,» dice.

Por supuesto, argumenta, es bueno para la economía local.

«Cuando trabajamos en ‘Black Hawk Down,’ tenían 12 cámaras, era un equipo de 500 personas. Ayuda en el sentido de que los técnicos tienen trabajo, pueden alimentar a sus familias».

Pero Faquir no es la única a la que le preocupa que su país pueda ser visto de forma negativa.

Othman Naciri [7], cineasta marroquí, tampoco está contento con el trato que les da Hollywood. Piensa que los estudios cinematográficos estadounidenses conocen poco sobre su país. Sólo dicen «OK, Marruecos, ¿dónde esta? ¿Norte de Africa? ¿Arena, desierto? OK, eso es perfecto. Es más barato para nosotros filmar aquí que en el desierto de Arizona y es más seguro aquí que en el Irak real, así que es el punto medio perfecto.

Naciri tampoco se muestra contento con cómo se muestra a los locales en las películas estadounidenses.

“La gente marroquí aparece con el típico perfil del árabe: terrorista, tipos malos, según el punto de vista estadounidense. Ya sabes, no estamos tan lejos del punto de vista del western de los años 50 – ¡con el bueno, el feo y el malo!»

Amal Idrissi, profesora de derecho en Marruecos, reconoció algunos lugares al ver «El francotirador.» Le entristece ver a su país como un lugar destrozado por la guerra, que la película haga parecer a Marruecos «como cualquier otro país de Medio Oriente que está en guerra, cuando para mí, como marroquí, distingo las puertas, reconozco los minaretes, reconozco la arquitectura y veo claramente que no es un país en guerra de Medio Oriente».

Los cineastas marroquíes están intentando luchar contra el cliché del terrorista exportando su propia imagen del país, y de la gente.

«Marruecos produce ahora unos 25 largometrajes al año, lo cual no está pero que nada mal», dice Naciri. De hecho, películas marroquíes han llegado recientemente al Festival de Cannes [8].

En su próxima película, Naciri aborda el delicado y frecuentemente debatido tema de la historia marroquí. «Ahora preparo mi segundo largometraje sobre la emancipación de la mujer en Marruecos durante los años 50″, dice. «Es muy importante mirar a nuestra historia».

Sería difícil acabar una historia sobre el cine en Marruecos sin mencionar la película de 1942, «Casablanca [9],» una película que puso a Marruecos realmente en el mapa del cine.

Una película que se filmó en su totalidad en locaciones de… Burbank, California.