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La amenaza de violencia crece para los cristianos del pueblo Chak 144 y los paquistaníes exigen arrestos

Categorías: Asia del Sur, Pakistán, Activismo digital, Derechos humanos, Medios ciudadanos
Pakistan's Christian minority shouts slogans against the attack on their community members in Lahore, during a protest in Hyderabad. Image by Rajput Yasir. Copyright Demotix (10/3/2013)

La minoría de cristianos en Pakistán corea eslóganes contra un ataque a los miembros de su comunidad en Lahore en el 2013. Imagen de Rajput Yasir. Copyright Demotix (10/3/2013).

«¡Deben convertirse al Islam o abandonar sus casas!». Así fue como un grupo de habitantes musulmanes liderados por el clérigo local amenazó [1] a los habitantes cristianos del Chak 144, un pueblo ubicado cerca de la localidad de Mandi Bahauddin en la provincia de Punjab, Pakistán. Las amenazas llegaron luego de que Imran Masih fuera acusado de blasfemia por sus compañeros de trabajo, quienes también lo golpearon. Imran Masih vive en el pueblo y trabaja de conserje en el Centro Rural de Salud, en la localidad cercana de Mandi Bahauddin.

Masih logró escapar con la ayuda de la administración del hospital, pero el grupo pronto volcó su ira en los habitantes cristianos del pueblo. La comunidad cristiana vive en 26 casas [1].

La historia de Masih pone de manifiesto un modelo conocido de violencia de turbas, donde es frecuente que incluso una acusación de blasfemia sea causa suficiente para que alguien muera. Oficialmente en Pakistán, el crimen por blasfemia es un delito que recibe la pena de muerte. En conformidad con el artículo 295 del Código Penal de Pakistán, la famosa ley de blasfemia se sancionó por primera vez antes de la partición de la India en 1860 y se incorporó a la Constitución en 1986 durante la dictadura del General Zia Ul Haq. Desde entonces y de acuerdo con los datos recopilados [2] por Dawn News, alrededor de 51 personas acusadas de blasfemia [3] han sido asesinadas incluso antes de que el juicio terminara.

Los cristianos de Pakistán representan una minoría religiosa en un país donde predominan los musulmanes. De acuerdo con los datos que entregó la Comisión por la Justicia y la Paz a la BBC [4], se ha acusado a un total de 633 musulmanes, 494 áhmedis, 187 cristianos y 21 hindúes con el fundamento de diversas cláusulas de la ley de la blasfemia desde 1987.

En varias ocasiones, los disturbios se han centrado en otros habitantes de la comunidad; han quemado casas y los han forzados a huir. En 2009, un banda organizada quemó vivos a seis cristianos [5] e incendiaron 60 casas en la ciudad de Gojra. La violencia estalló después de una supuesta profanación al Corán durante una boda.

Protestors from a human chain around St Patrick's Cathedral in solidarity with the Christian Community after the 2013 attack. Photo via Pakistan For All Facebook Page

Manifestantes forman una cadena humana alrededor de la Catedral San Patricio como muestra de solidaridad con la comunidad cristiana luego del ataque del 2013. Fotografía de la página de Facebook de Pakistan For All.

Un informe de 318 páginas, presentado cuatro años después del ataque, indicó que las autoridades podrían haber impedido los disturbios fatales [6]. De acuerdo con el informe compilado por el juez, una organización extremista y prohibida llamada Sipah-e-Sahaba planeó la violencia y las autoridades estaban al tanto, pero no cumplieron con su deber.

También en 2013, se incendiaron 125 casas de cristianos [7] en Lahore luego de que un habitante, Sawan Masih, fuera acusado de cometer blasfemia, lo cual causó un ataque a la comunidad cristiana.

«Arreste a aquellos que fomentan el odio y traman una violencia sectaria»

Con temor por sus vidas, Imran Masih y su familia se han escondido, pero la comunidad cristiana del Chak 144 no está fuera del plano aún. Al parecer, el clérigo local instó a los cristianos, a través de sus sermones diarios y semanales, a que entreguen a Masih a los musulmanes para que lo quemen vivo en frente del área de la iglesia.

Shamila Ghyas, quien escribe para el portal de noticias The Nation, ahondó más en la acusación de blasfemia en contra de Masih:

What could possibly have Imran Masih done that they want to kill him so brutally and to punish the whole village as well?

He made a video on his cell phone of a wedding he had attended of a Muslim colleague’s daughter. When he went back to work as a janitor at the local Health Care Centre, a colleague asked him to show him the clip. Imran gave him the phone and left to finish his work.

After his return, he saw his phone in the hands of another Muslim man Bilal who was playing a YouTube video of Pastor Sami Samson, widely known to be critical of Islam. He was showing the video to others claiming that Imran Masih watches such blasphemous material. It would be pertinent to mention here that Imran was the only Christian who worked at the Centre.

¿Qué es lo que ha hecho Imran Masih para que quieran matarlo tan brutalmente y también castigar a todo el pueblo?

Filmó un video con su celular en la boda de la hija de un colega musulmán. Cuando regresó a su trabajo de conserje en el Centro de Salud local, un compañero de trabajo le pidió que le mostrara el video. Imran le dio su teléfono y se retiró a terminar su trabajo.

Cuando volvió, vio que su celular estaban en manos de otro musulmán llamado Bilal, quien estaba viendo un video en You Tube del Pastor Sami Samson, comúnmente conocido por criticar al Islam. Él les mostró el video a otros y aseguró que Imran Masih suele ver ese tipo de material blasfemo. Sería relevante mencionar que Imran es la única persona cristiana que trabaja en el Centro de Salud.

Reema Abbasi [8], una periodista paquistaní que sigue de cerca las dificultades de los cristianos en Mandi Bahauddin, alarmó sobre la deteriorada situación del lugar:

El 75 por ciento de los cristianos de Mandi Bahauddin han escapado; las casas marcadas de los restantes están ¡sin comida ni agua! ¡Genocidio en cualquier momento!

Los medios dominantes han permanecido prácticamente en silencio al respecto, pero una campaña online iniciada por activistas de la sociedad civil ha tomado impulso. Bol Platoon [15], un blog comunitario destinado a restablecer el racionalismo, el pluralismo y la tolerancia, tuiteó un pedido para actuar:

Los musulmanes deben salvar a los cristianos de Mandi Bahauddin, quienes están en dificultades debido a las amenazas de extremistas.

Pakistan For All [18], una red de resistencia de ciudadanos comprometidos a «luchar contra el fascismo religoso y de estado», comparte las últimas novedades y alienta a los paquistaníes a contactar a políticos y policías locales para proteger a los cristianos.

Háganles saber que el mundo está observando.

En su página de Facebook, Pakistan For All también compartió informes [26] desde el pueblo sobre la situación en la zona. Los habitantes musulmanes están boicoteando a los negocios de los habitantes cristianos, y todo está «muy tenso». La organización hizo hincapié en la gravedad de los acontecimientos del lugar [27] e instó a la policía a que actúe:

Let us be clear, there is no ‘peace’ to be made here. There are no two aggrieved sides. Religious extremists are trying to engineer a pogrom and they must not be allowed to succeed. Our efforts are already bearing fruit and as Police and local authorities have been forced to take the matter seriously. We will not be pacified by statements like things are ‘under control’. We do not simply want the Police to ‘defuse’ the incident, we want them to arrest those who are whipping up hatred and plotting sectarian violence.

Seremos claros, no hay lugar para la «paz» aquí. No existen dos lados ofendidos. Los extremistas religiosos están intentando idear un pogromo y no debemos dejarlos triunfar. Nuestros esfuerzos ya están dando frutos, y tanto la policía como las autoridades locales han sido obligadas a tomar en serio este tema. No nos calmaremos con declaraciones como «todo está bajo control». No solo queremos que la policía «apacigüe» los incidentes, sino también que arreste a aquellos que fomenten el odio y tramen una violencia sectaria.

«Afortunadamente, las acciones de los ciudadanos están haciendo diferencia», escribió Pakistan For All en una publicación posterior.

PFA activists on the ground in ‪#‎MandiBahauddin‬ [28] tell us that the citizens social media campaign has had a tremendous effect. The local authorities are under pressure, their phones have been ringing off the hook. The [Inspector General] Punjab Mushtaq Sukhera has also taken notice. Yesterday a force of 300 armed police were deployed outside a mosque in the town to prevent any violent incident after Friday prayers. But the situation is not “under control” as the Police would like us to believe.

Activistas de PFA en la zona de Mandi Bahauddin‬ nos dicen que la campaña de las redes sociales de los ciudadanos ha tenido un enorme efecto. Las autoridades locales se sienten presionadas, sus teléfonos no han parado de sonar. Punjab Mushtaq Sukhera, inspector general, también ha prestado atención. En el día de ayer, un grupo de 300 policías armados se desplegó afuera de la mezquita del pueblo para impedir cualquier tipo de incidente violento luego de las plegarias del viernes. Pero la situación no está «bajo control» como nos quiere hacer creer la policía.

Bilawal Bhutto, presidente de uno de los partidos políticos más grandes del país, el Partido del Pueblo Paquistaní, expresó [29] su preocupación sobre la volátil situación en el pueblo. Mientras tanto, el Partido de izquierda de los Trabajadores Awami [30] ha opinado sobre el tema, e incluso inició una petición de Change.org [31], en la que se anuncia una serie de protestas que se llevarán a cabo «si algo le sucede a la afligida comunidad cristiana».

Si bien la amenaza de violencia crece cada día más, los ciudadanos aún no se dan por vencidos.