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¿La campaña en línea #ThisFlag está cambiando la forma del activismo político en Zimbabue?

Categorías: África Subsahariana, Zimbabue, Activismo digital, Medios ciudadanos, Política

A screenshot of a YouTube video of Zimbabwean pastor Evan Mawarire launching his onlin movement #ThisFlag.

Captura de pantalla del video de YouTube del pastor zimbabuense Evan Mawarire lanzando su movimiento en línea #ThisFlag [Esta bandera].

Frustrado por la pobreza y la corrupción bajo el liderazgo del presidente africano con más tiempo en el poder, el pastor Evan Mawarire [1] lidera una campaña en línea [2] contra el líder zimbabuense Robert Mugabe, de 92 años, y su partido gobernante ZANU-PF usando la etiqueta #ThisFlag [3] [Esta bandera].

La campaña fue lanzada el 19 de abril, un día después del Día de la Independencia de Zimbabue, y se ha convertido en una de las etiquetas organizadoras claves para el activismo basado en internet contra el régimen de Mugabe.

Ese día, Mawarire, envuelto en una bandera zimbabuense, publicó un video en YouTube y Facebook, donde pidió:

This flag, this beautiful flag, they tell me that the green is for the vegetation and the crops. I don't see any crops in my country. The yellow is for all the minerals… I don't know how much is left. I don't know who they sold it to and how much they got for it. They tell me that the black is for the majority people like me and yet for some reason I don't feel like I am a part of it.

Esta bandera, esta hermosa bandera, me dicen que es verde por la vegetación y los cultivos. No veo cultivos en mi país. El amarillo es por todos los minerales… no sé cuánto queda. No sé a quién se lo han vendido y cuánto les dieron. Me dicen que el negro es por la mayoría de personas como yo, aunque por alguna razón no siento que soy parte del país.

Desde entonces, él y otros zimbabuenses [4] en el país y el extranjero han estado publicando en línea videos y fotos [5] de ellos con la bandera zimbabuense pidiendo un cambio.

Las autoridades han rechazado la campaña, y el controvertido ministro de Educación Superior, profesor Jonathan Moyo, dijo que el pastor tiene financiamiento del gobierno de Estados Unidos [6].

Incluso lanzó la etiqueta #OurFlag [7] [Nuestra bandera] para contrarrestar el discurso de la campaña #ThisFlag:

¿Se preguntan si el movimiento Esta bandera de Zimbabue pasará a Estados Unidos y otros países?
——-
Es nuestra bandera, la bandera del pueblo, contra la campaña Esta bandera, fundada y financiada por embajadores de Estados Unidos y la Unión Europea. Handei tione!

La economía de Zimbabue está en muy mal estado. Se estima que [13] el desempleo en el país puede llegar al 80 o 90 por ciento.

Hay una severa crisis de efectivo en el país, donde la gente debe hacer fila durante días para retirar dinero de los bancos. El gobierno ha decidido imprimir su propia versión del dólar estadounidense [14] para disminuir la crisis.

Zimbabue ha estado usando el dólar estadounidense desde 2009, después de que su propia moneda se quedó sin valor.

El uso de la etiqueta #ThisFlag [3] para dar inicio en el país a una nueva política y un nuevo discurso basado en el ciudadano ha creado una nueva dimensión no partidaria a la oposición al gobierno de Mugabe, expresó [15] Talent Chademana:

The wearing of the flag is very symbolic on many levels; firstly – it brings back the question of national interest as a project of all Zimbabwe instead of a clique of ruling elites. By wearing the flag Zimbabweans are reaffirming their commitment to the country and also the benefits of nationhood. Secondly, all the other parties including ZANU (PF) have their different party emblems and regalia but #thisflag has appropriated the symbol of the nation thus making it a more legitimate force than the political parties. In other words #thisflag equates to Zimbabwe and not a political party – so it’s a struggle for the nation by all. This partly explains even why the speaker of parliament was struggling with #thisflag. Thirdly and related to the above when #thisflag challenges political elites to perform as according to the electoral promise that they made it is not because of a potential contest for power which can be used to delegitimize these demands but rather it is saying [they] are failing Zimbabwe.

El uso de la bandera es muy simbólico en muchos niveles; primero –trae de nuevo la cuestión de interés nacional como proyecto de todo Zimbabue en lugar de una hermandad de las élites gobernantes. Al usar la bandera, los zimbabuenses están reafirmando su compromiso con el país y también beneficia la nacionalidad. En segundo lugar, todos los otros partidos, incluido ZANU (PF), han tenido diferentes emblemas y galas del partido, pero #ThisFlag se ha apropiado del símbolo de la nación, con lo que lo hace una fuerza más legítima que los partidos políticos. En otras palabras, #ThisFlag equivale a Zimbabue y no a un partido político –así que es una lucha por el país de parte de todos. Esto explica en parte por qué el presidente del Parlamento combatía #ThisFlag. En tercer lugar, y con relación a lo mencionado, cuando #ThisFlag desafía a las élites políticas para llevar a cabo según la promesa electoral que hicieron no es por una posible competencia por el poder que se puede usar para deslegitimar estos pedidos, sino que dice que le están fallando a Zimbabue.

Chademana también explicó por qué el movimiento #ThisFlag ha cambiado la política en Zimbabue [15]:

These are indeed strange times. They could be the worst of times or the best of times depending on your perspective. Our politics, for too long dominated by the public bickering, trading of insults and accusations amongst ZANU (PF) elites is slowly changing due to the entry of other unusual actors – #thisflag. Whilst previously it was easy to dismiss voices of discontent using the foreign sponsorship tag – this time those responsible for mudslinging will have to dig deeper. The new narrative is unusual and it starts off with the acknowledgement that there is a government in place but it has failed to deliver on its electoral promise. The accusation is not coming from an opposition party but from ordinary citizens who keep on making the refrain that they are not interested in entering into politics. They are not foreign sponsored NGOs as well. How do you delegitimize those demands – especially when the economic decline is very apparent to see? The shortages are back, it always starts with cash and you know the rest of the story. We have had since 2015 more companies closing down than opening – unemployment is at its highest since 1980 and preparations for mitigating the effects of the drought are moving at a very small pace. Allegations of corruption amongst the political elite abound-the environment is ripe.

Ciertamente, estos son tiempos extraños. Puede ser el mejor de los tiempos o el peor de los tiempos, dependiendo de tu perspectiva. Nuestra política, dominada durante demasiado tiempo por las riñas públicas, intercambio de insultos y acusaciones entre las élites de ZANU (PF), está cambiando lentamente debio al ingreso de otros actores inusuales – #ThisFlag. Aunque antes era fácil descartar las voces de descontento usando la etiqueta de auspicio extranjero –esta vez, los responsables de la difamación deberán buscar más profundamente. La nueva narrativa no es la habitual y empieza con el reconocimiento de que hay un gobierno en su lugar, pero ha fallado en cumplir con su promesa electoral. La acusación no viene de un partido de oposición, sino de ciudadanos comunes y corrientes que repiten siempre que no están interesados en entrar en política. Tampoco son ONG con auspicios extranjeros. ¿Cómo quitas legitimidad a esas demandas –sobre todo cuando el deterioro económico se ve tan fácilmente? La escasez está de vuelta, siempre empieza con el efectivo y ya conocen el resto de la historia. Desde 2015, hemos tenido más empresas cerradas que empezando –el desempleo está en su nivel más alto desde 1980 y los preparativos para mitigar los efectos de la sequía se mueven a ritmo muy lento. Las acusaciones de corrupción entre la élite política abundan -el ambiente está completo.

El movimiento también representa un punto alto en la movilización de medios sociales en el país, dijo [16] Mfundo Mlilo, experto en Planificación Urbana y Regional en la Escuela de Economía de Londres:

Fueled by and exploiting spaces in social media and mobilizing a younger generation hitherto on the periphery of public participation, the campaign has attracted a great deal of attention. Predictably, some in government have shown their discomfort with the campaign, while others are already asking questions and expressing doubts abou the the campaign's endgame. I argue that this is a significant development, the likes of which has not been seen before in Zimbabwe. Thos who are doubting or questiong it are most probably informed by fear of the unfamiliar and unconventional, it is not the campaign they are used to or expect. It does not fit the template; hence, they are unsure.

Avivada por espacios explotados en medios sociales y movilizada por una generación más joven hasta ahora en la periferia de la participación pública, la campaña ha ganado mucha atención. Como era predecible, algunos en el gobierno han mostrado su incomodidad con la campaña, en tanto que otros ya están haciendo preguntas y expresando dudas por el final de la campaña. Sostengo que se trata de un avance significativo, como nunca antes se ha visto en Zimbabue. Los que dudan o la cuestionan probablemente se basan más en el miedo por lo desconocido y lo no convencional, no es la campaña a la que están acostumbrados o esperan. No encaja con la plantilla; por lo tanto, están inseguros.

Mlilo sostuvo [16] que la campaña está desafiando la mentalidad de «ellos» y «nosotros» de la política zimbauense:

There is also a related binary complex of «them» and «us» that has characterized our politics for a long time – that if you are not with us, therefore you must be with them and vice versa. The in-between does not exist. There is non-one outside them and us category – but this is a fatally flawed way of thing, which #ThisFlag campaign is seriously challenging. It is telling politicians and their supporters alike that there is a huge layer in between, and beyond, that does not belong to those categories or solely to those categories.

También hay un complejo binario relacionado de «ellos» y «nosotros» que ha caracterizado nuestra política durante mucho tiempo -que si no están con nosotros, debes estar con ellos y viceversa. No hay nada en el medio. No hay nada fuera de la categoría de ellos y nosotros -pero esta es una manera fatalmente imperfecta de las cosas, que la campaña #ThisFlag realmente está desafiando. Les está diciendo a los políticos y sus partidarios por igual que hay un estrato enorme en el medio, y más allá, que no pertenece a estas categorías o únicamente a esas categorías.

Aunque algunos zimbabuenses son escépticos de que una campaña en internet consiga algún resultado, Natasha, bloguera y estratega de comunicaciones zimbabuense, dice que la campaña ya está justificada [17], cualquiera sea su logro:

If the #ThisFlag campaign ends as just being an anger-venting space, so be it. That is valid too.

Si esta campaña #ThisFlag termina siendo solamente un espacio para ventilar la rabia, que así sea. Eso es válido también.