El comisario de los derechos de la infancia de Rusia puede haberse topado con un escándalo insuperable

Pavel Astakhov's final flub. Image by Kevin Rothrock.

La última pifia de Pavel Astakhov. Imagen de Kevin Rothrock.

El 18 de junio, una excursión de verano se convirtió en una tragedia cuando una tormenta tomó de improviso a un grupo de niños e instructores que habían salido a dar un paseo en barca por la región rusa de Carelia. Catorce niños murieron en consecuencia, y varias investigaciones han sido iniciadas contra los directores del campamento, que están acusados de aprobar la excursión a pesar de saber que el tiempo sería inclemente, y de violar varias de las medidas de seguridad. En respuesta a la tragedia, Pavel Astakhov, el comisario ruso de los Derechos de la Infancia, lideró personalmente una investigación. Se reunió con los supervivientes, y rompió el hielo de la conversación con el ahora infame: «¿Qué tal el baño?»

La fría indiferencia de Astakhov incendió las redes rusas. Casi inmediatamente después de su fallida visita, una petición apareció en Change.org exigiendo la dimisión de Astakhov. La petición argumenta que tales palabras son impropias de alguien a cargo de los derechos de la infancia. Esta no ha sido la primera controversia de Astakhov con respecto a sus palabras y posición como comisario. En 2015, cuando una chica chechena de 17 años se casó con un hombre de 57, Astakhov dijo que las mujeres maduran antes en el Cáucaso, y que varias leyes regionales permiten el matrimonio de menores de edad.

En el momento de este escrito, la petición ya ha conseguido 153.000 firmas. Esta respuesta llevó a Astakhov a cuestionar la legitimidad de la petición. En su opinión, Change.org es una web americana que no debería ser utilizada para expresar la opinión de la sociedad rusa. Es más, puso en duda la noción de que los rusos hayan visitado siquiera la página, señalando al supuestamente gran número de ucranianos que lo ‘trollean’ en Instagram, dando a entender que se hacen pasar por rusos. En respuesta, Change.org evaluó sus datos y concluyó que más del 95% de las personas que habían firmado eran ciudadanos rusos, con los ucranianos sumando menos del 0,5% del total.

Aparentemente acorralado, Astakhov luego trató de hacer pasar su pregunta como un esfuerzo por obtener información vital para las investigaciones, y dijo que sus palabras habían sido sacadas de contexto. Unos días más tarde, escribió en Twitter sugiriendo al alcalde de Moscú que enviase a los 33 supervivientes al Mar Negro, para unas vacaciones con los todos los gastos pagos. Los comentarios no tardaron en llegar, cuestionando la idea de enviar a supervivientes de un accidente de barca a otra gran masa de agua.

Independientemente de si Astakhov trataba o no de salvar la reputación con esta sugerencia de vacaciones, parece ser que puede haber sucumbido a la presión y haya presentado su dimisión. Mientras que la oficina de Astakhov ha rechazado hacer comentarios acerca del rumor, y el secretario de prensa del Kremlin dice no haber oído nada de ninguna renuncia, la agencia de noticias RBC dice haber hablado con dos fuentes en el Kremlin que confirman que dejará su puesto, tan pronto como vuelva de vacaciones. (Se dice que Astakhov está ahora en Monte Carlo.)

La comunidad de noticias satíricas “Lentach” lo resumió mejor, quizás, con una imagen creada inmediatamente después del informe sobre su dimisión. La imagen invierte la conversación de Astakhov con los supervivientes del accidente, mostrando a una de las niñas preguntándole: «¿Qué tal el trabajo?»

Pavel Astakhov ha presentado su dimisión, informa la RBC.

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