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El comisionado ruso de derechos de los niños ha dimitido pero nosotros le recordaremos por estas 7 cosas

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Juventud, Medios ciudadanos, Política, RuNet Echo
Russia's outgoing Children's Rights Commissioner Pavel Astakhov. And a banana. Photo edited by Kevin Rothrock. [1]

El comisionado ruso en salida, Pavel Astakhov. Y un plátano. Foto editada por Kevin Rothrock.

Pavel Ashtakhov, el comisionado ruso de derechos de los niños y un hombre de múltiples talentos, finalmente ha dimitido. El currículum vitae de Astakhov es bastante extenso: Ha escrito novela policíaca, ha sido anfitrión de programas de televisión y ha trabajado como abogado defensor de clientes que incluyen al antiguo alcalde de Moscú Yuri Luzhkov y su mujer, Yelena Baturina, el antiguo ministro de cultura ruso Mikhail Shvydkoi, el director de orquesta y músico Vladimir Spivakov y docenas de otras celebridades y personajes públicos.

Y es seguro decir que Astakhov es famoso por sí mismo, aunque su fama pertenece generalmente a una historia de escándalos públicos y metidas de pata. RuNet Echo repasa sus siete momentos más memorables de su carrera, ahora que ha renunciado a su cargo como comisionado ruso de los derechos infantiles.

1) El poeta del tribunal

En el año 2000, cuando Astakhov era fundador de una agencia legal en Moscú, decidió leer en voz alta uno de sus propios poemas en un tribunal. Esto fue antes de que existiera Facebook y otras redes sociales modernas, pero el recién nacido Internet ruso prestó atención. Astakhov estaba defendiendo a Edmond Pope, el norteamericano encarcelado por contrabando de equipamiento militar fuera de Rusia y que posteriormente fue perdonado por Vladimir Putin. Aún se puede leer algo de lo que Astakhov recitó en el tribunal, aunque es bastante malo [2].

Но нет у кодекса души пока.
Но есть душа у вас, я точно знаю.
Богаты русские душою, честно веря,
Взирать в глаза творца,
Прощать готовы не раз, не два.
Так, может быть, довольно
Невинно осужденных и распятых?

El código legislativo aún no tiene alma,
Pero tú sí que tienes un alma, lo sé.
Los rusos tenemos el corazón bien abierto, y una fe sincera,
Y listos para contemplar al Creador,
y listos para perdonar no solo una vez, sino incluso dos.
Así que quizá sea suficiente con
¿Condenado injustamente, crucificado?

Astakhov mismo ha descrito su poema como un «llanto de su alma» diciendo que estaba inspirado por un momento de iluminación o confusión (sin embargo, no está seguro de cual).

2) Jurado en televisión

Durante ocho años, de 2004 a 2012, Astakhov apareció de manera rutinaria en la televisión rusa como jurado del primer programa de juicios del país «Tiempo de justicia» (Час суда). La puesta en escena del programa era pobre, pero Astakhov se tomó su papel muy en serio, regañando a los participantes del programa por su mal comportamiento, diciéndoles que escupieran su chicle o se quitaran las gafas de sol, por ejemplo. Los seguidores elogiaron la buena imagen de Astakhov y su carisma personal, pero los insensibles usuarios de Internet generalmente preferían mofarse de él [3] y del programa [4], calificándolo de entretenimiento barato.

3) Un Mercucio de la era moderna

En el año 2005, Astakhov defendió a Khabib Patakhonov, un inmigrante ilegal de 19 años de Uzbekistán, que había dejado embarazada a Valya Isayeva, una chica de once años de un barrio pobre de Moscú. Con la ayuda de Astakhov, Patakhonov escapó de prisión y fue absuelto con una mera suspensión de sentencia. Los medios tacharon a Astakhov como el salvador de un Romeo y Julieta moderno, contando en las noticias [5] que la niña había engañado a Patakhonov, su vecino, para que bebiera alcohol antes de «seducirlo». Después del juicio, Patakhonov se ganó a la ciudadanía rusa y se casó con Isayeva cuando ella cumplió catorce años. Astakhov fue criticado por las feministas y nacionalistas rusos, pero la controversia no le impidió ser designado comisionado de los derechos de los niños cuatro años después.

4) Apoyo total en la prohibición de las adopciones de EE.UU.
En 2013, Astakhov apoyo la infame ley rusa «Dima Yakovlev», que prohibía a los ciudadanos americanos adoptar a niños rusos. Cuando se le preguntó por su posición sobre la legislación, Astakhov fue un paso más allá de la ley, diciendo que se oponía a todas las adopciones extranjeras [6], aunque sienta que los padres adoptivos americanos son lo peor [7].

5) Pasividad ante un matrimonio forzoso
En 2015, Astakhov actuó negligentemente al intervenir en un escándalo en Chechenia, donde una niña de 17 años, Louise Goylabiyeva se iba a casar con Nazhud Guchigov, un capitán de policía de 50 años que ya estaba casado (y aparentemente un amigo próximo del dirigente checheno Ramzan Kadyrov). Varios medios de comunicación independientes informaron de que se trataba de un matrimonio forzoso para Goylabiyeva, pero Astakhov, el comisionado ruso de los derechos infantiles, dejó claro que el caso no le interesaba. Para justificar su pasividad, explicó torpemente al público que los «matrimonios tempranos» son más necesarios en algunas áreas de Rusia, porque las mujeres locales «están ya marchitas a los 27 años, y parece que tuvieran 50 [en Moscú]». Astakhov admitió más tarde que su modo de expresarse no era la ideal, pero a pesar de todo, en Twitter siguió refiriéndose a las mujeres de 27 años como «la edad de marchitarse» de las mujeres.

6) El idiota de Twitter
Solo unos pocos meses después del controvertido matrimonio de Goylabiyeva, Astakhov hizo una encuesta [8] entre sus seguidores de Twitter para saber su opinión sobre si encadenar a los niños a sus pupitres era una herramienta pedagógica correcta. Astakhov más tarde dijo que no apoyaba la práctica, pero la encuesta de Twitter [9] se hizo viral en la red, y muchos la interpretaron como una aprobación masiva de un método de enseñanza nada ortodoxo.

7) El peor para romper el hielo de la historia
Previamente al verano, en 2016, Astakhov finalmente creó un escándalo que no pudo superar. En un encuentro con los supervivientes de un accidente marítimo terrible en Karelia que se llevó las vidas de 14 niños, Astakhov comenzó con la ahora infame pregunta para romper el hielo «¿y qué tal el chapuzón?» la desconsiderada afirmación desató la furia del público, alimentada por una petición en Change.org [10] pidiendo su dimisión, que atrajo a más de 155.000 firmas. Al final, Astakhov ha estado de acuerdo en dimitir. El día 1 de julio, confirmó los rumores de que había presentado su carta de dimisión al presidente Putin. El 4 de julio, el Kremlin confirmó [11] su dimisión.