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Tribunal de India condena a organismo regulador por censurar película sobre abuso de drogas

Categorías: Asia del Sur, India, Activismo digital, Censura, Cine, Derechos humanos, Economía y negocios, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios
Remix from Screenshots - via the official trailer of UDTA Punjab [1]

Remix de imágenes  – del tráiler oficial de UDTA Punjab

Actualización: 14 de junio de 2016: La Corte Suprema de Bombay finalmente aclaró [2] que la película de Bollywood Udta Punjab tendrá sólo un corte y una modificación, luego de un conflicto desatado por el análisis realizado por el Consejo de Certificación de Películas, CBFC, por sus siglas en inglés. El Juez C.S Dharmadikari aconsejó al Comité que «no actúe como una abuela» y le pidió que «se adecúe a los tiempos modernos». «El Comité no debe ser tan sensible en materia de arte», sentenció.

El estreno de la película estaba previsto para el 17 de junio y debía obtener el certificado del CBFC, tal como lo dispuso la Suprema Corte de Justicia.

Esta es la mayor victoria de la industria fílmica de India, que denuncia hace tiempo la censura que afecta la libertad de expresión.

Aquí el artículo original:

Producto de numerosos casos de censura y prohibiciones que atentan contra la ‘libertad de expresión’, los productores se alzaron en armas para lograr que la película de Bollywood ‘Udta Punjab [3]‘ sea estrenada el 17 de junio sin cortes.

La película protagonizada por Shahid Kapur, Kareena Kapoor Khan, Alia Bhatt, Diljit Dosanjh y dirigida por Abhishek Chaubey refleja la amenaza de las drogas en el estado indio de Punjab [4].

El conflicto con el CBFC surgió a raíz de los 89 cortes [5] que realizó a la película, muchos más de los 13 que había sugerido un análisis anterior.

La Declaración Universal de Derechos Humanos y la libertad de expresión consagra el derecho a opinar sin interferencias

Las productoras Phantom films y Balaji telefilms acordaron con el Tribunal cortar solo una escena, pero son inflexibles [8] ante la posibilidad de realizar otros.

El productor de la película, Anurag Kashyap, llevó al CBFC ante los Tribunales y arremetió en Twitter contra la censura indiscriminada:

No hay película más honesta que UDTA PUNJAB… Y cada persona o grupo que se oponga es CULPABLE de promover las drogas.

La Suprema Corte de Justicia de Bombay, encabezada por el juez Dharmadikari, dio una fuerte reprimenda [10] al titular del CBFC, Pahlaj Nihalani, al expresar que «La palabra censor no está en el texto de la ley. Su poder lo habilita a certificar películas para su exhibición al público».

El viernes, durante la audiencia , la periodista Shilpa Rathnam tuiteó en vivo [11]:

Juez: ¿Por qué no pone un ‘beep’ en las palabrotas?
Abogado de Udta Punjab: Este es una película realista. Así es como la gente habla en esas partes.

Juez: el punto es… ¿la película glorifica las drogas?
CBFC: Sí
Juez: ¿Entonces por qué no se prohibió toda la película?

Juez: El CBFC debería solo certificar no censurar. El público es el censor más importante. El CBFC no necesita censurar

Pahlaj Nihalani es conocido por su cercanía con el ala derecha de gobierno del Primer Ministro de India, Narendra Modi y por haber censurado varias películas por no estar en sintonía con la sensibilidad y la cultura de India.

Por ejemplo, en 2015 el CBFC prohibió el estreno [15] de una versión moderada de «Las 50 sombras de Grey».

También se etiquetó dos escenas de besos de James Bond como inapropiadas para la audiencia india, lo que generó una gran crítica en las redes sociales.

¡¡En realidad, Pahlaj Nihalani debió haber recibido un gran beso antes de decidir si la duración subvertía la cultura de India!!

Los magistrados analizaron en forma individual todos los cortes que realizó el CBFC y solo recomendaron uno, al que los productores accedieron.

Hasta ese momento, se pretendía censurar primeros planos de gente consumiendo drogas, el uso de jerga popular y el uso de palabras como militantes, parlamento, etc.

El Tribunal descartó toda posibilidad de censura respecto a las escenas mencionadas anteriormente y señaló que eran centrales para la temática de la película.

En tanto, en el estado de Punjab habrá elecciones en 2017 y muchos partidos políticos de India sintieron que la ‘disputa’ se fabricó [17] para beneficiar al sector de la derecha del partido gobernante, con el fin de acallar las voces que denuncian el problema de la droga: un flagelo para toda una generación de jóvenes.

Muchos directores, artistas y políticos condenaron al Comité por intentar frenar el estreno de la película y censurar ‘la libertad creativa de un artista’.

#UdtaPunjab [6] saca a relucir la situación lamentable que sufren las películas. Pero afortunadamente también es un ejemplo de como extraños pueden unirse en pos de la justicia. Orgullo

El lunes, se conocerá el veredicto final sobre este conflicto que desafía los cortes.

Gabrielle Parussini escribió [19] en The Wall Street Journal:

The debate about the movie has certainly sparked a large wave of publicity: the trailer on YouTube had been watched by more than 12 million people.

El debate sobre la película ciertamente fue el comienzo de una gran ola de publicidad: el tráiler en YouTube recibió más de doce millones de visitas.

Nitin Pai escribió en NDTV [20]:

Indeed, the very fact that you can exert political pressure to prevent the screening of something you find objectionable has opened the floodgates of competitive intolerance. Getting a film censored is almost always an attempt to demonstrate political power, and anything can be mustered to claim hurt sentiments. To rescue our creative industries from the clutches of competitive intolerance, the aesthetic decisions must be depoliticised and professionalised.

De hecho, el hecho mismo de que puedas ejercer presión política para evitar la proyección de algo que consideras objetable abrió las compuertas de la intolerancia competitiva. La censura de una película es casi siempre un intento de demostrar poder político y cualquier cosa sirve para reclamar que han herido tus sentimientos. Para rescatar nuestra industria creativa de las garras de la intolerancia competitiva, hay que despolitizar y profesionalizar las decisiones estéticas.