- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Harold La Borde, el primer trinitense en navegar por el mundo, recordado por su sentido aventurero

Categorías: Caribe, Trinidad y Tobago, Historia, Medios ciudadanos, Viajes
"Lonesome sailboat"; photo by Rawle C. Jackman, used under a CC BY-NC-ND 2.0 license. [1]

«Velero solitario»; fotografía realizada por Rawle C. Jackman y utilizada bajo licencia CC BY-NC-ND 2.0.

Cuando Harold La Borde [2] murió el domingo 21 de junio de 2016 a la edad de 82 años, fue para Trinidad y Tobago como perder los brazos con los que intentó abrazar al resto del mundo.

La Borde, un ávido marinero y un apasionado de la exploración, fue el primer trinitense en circunnavegar el globo terrestre. Desde 1969 a 1973 navegó en su fiel queche, el Hummingbird II, por el Océano Atlántico desde un lado a otro del mundo. A él y a su mujer, Kwailan, quien navegó con él, le otorgaron por su hazaña el premio más importante de Trinidad y Tobago, la Cruz de Trinidad [3] (Oro).

Tanto en Twitter como en Facebook se escribieron comentarios en memoria del gran aventurero. La famosa emisora de radio de Trinidad 96.1 escribió un comentario en su homenaje [4] en la página de Facebook:

Harold La Borde, the legendary Trinidadian who built his own boat and sailed around the world, died on Sunday morning. He was on vacation in Grenada when one week before celebrating his birthday on Saturday, he passed away. On this occasion, we reproduce a TTRN feature from September 18th 2014, when we paid tribute to the then living legend. Harold La Borde and his wife Kwailan along with their 5 year old son, Pierre, took off from Trinidad on an adventure to sail around the world on a boat which Harold built with his own hands at Point Cumana. It was a 40 ft ketch, dubbed ‘Hummingbird II’. […]

The La Borde’s [sic] sailed the Caribbean Sea, across the Pacific Ocean and through the treacherous Torres Straits to the Indian Ocean. They had an especially rough time crossing the Cape of Good Hope, South Africa, known as the Mount Everest of the ocean, which Harold called the highlight of their journey.

Harold La Borde, el legendario trinitense que construyó su propio barco y navegó alrededor del mundo, murió el domingo por la mañana. Se encontraba de vacaciones en Granada cuando murió una semana antes de celebrar su cumpleaños. En esta ocasión reproducimos un artículo de TTRN del 18 de septiembre de 2014 donde, por aquel entonces, homenajeamos a la leyenda viva. Harold La Borde y su esposa Kwailan junto con su hijo de 5 años, Pierre, salieron de Trinidad para realizar la aventura de navegar alrededor del mundo en el barco que Harold construyó con sus propias manos en Point Cumana: medía 40 pies y lo apodó «Hummingbird II». […]

La familia La Borde [sic] navegó por el Mar Caribe, atravesó el Océano Pacífico y el peligroso estrecho de Torres hacia el Océano Índico. Pasaron por momentos complicados al atravesar el Cabo de la Buena Esperanza, en Sudáfrica, conocido como el Monte Everest del océano y al que Harold denominó la zona más memorable del viaje.

En Twitter, la especialista en comunicaciones Maria Mc Millan se refirió a La Borde como un «icono»:

Icono de Trinidad muere: circunnavegó el mundo

El grupo Grim Reaper escribió:

Harold La Borde, te echaremos de menos

Otros usuarios de Twitter publicaron actualizaciones relacionadas con la causa de la muerte de la Borde, ya que su muerte fue muy repentina e inesperada:

Se le ha realizado una autopsia al marinero Harold La Borde, que murió el domingo en Granada.

El hijo de La Borde, Pierre, confirmó [16] que su padre se encontraba de vacaciones en Granada; se dice que resbaló, cayó en el puerto deportivo y se golpeó la cabeza.

El ministro de Comunicaciones y Administración Pública de Trinidad y Tobago, Maxie Cuffie, ofreció sus condolencias [17] por la muerte de La Borde:

To many, Mr. La Borde was a legend; to others, he was a passionate, dedicated, disciplined patriot who taught himself how to be a sailor and about seamanship.

The story of the La Bordes and the passion, dedication and discipline which allowed them to pursue their dreams will always be memorable. In fact, Mr. Harold La Borde’s story should always be an example of what is required to fulfil one’s dreams. […]

On behalf of the Government of Trinidad and Tobago, I extend my sincerest sympathies to Mrs. Kwailan La Borde and the entire La Borde family. Our country is poorer for his passing but still enriched by his motivational story and legacy.

Para muchos, el Sr. La Borde fue una leyenda; para otros, un patriota apasionado, entregado y disciplinado que se mostró a sí mismo cómo ser un marinero y el arte de la navegación.

La historia de la familia La Borde y la pasión, dedicación y disciplina que le permitieron perseguir sus sueños será para siempre algo memorable. De hecho, la historia del Sr. Harold La Borde debe ser siempre ejemplo de lo que se necesita para cumplir los sueños de uno. […]

En nombre del Gobierno de Trinidad y Tobago, expreso mi más sincero pésame a la Sra. Kwailan La Borde y a la familia La Borde. Nuestro país es más pobre debido a su fallecimiento, pero está mas enriquecido gracias a su emotiva historia y legado.

Algunos piensan que aún mucha gente no conoce los logros de La Borde:

Pocas personas conocen a Harold La Borde.

Sin embargo, los que sí lo conocían fueron rápidos en reconocer la gran contribución de La Borde al país:

Gracias Harold La Borde por hacer visible a Trinidad y Tobago en el mundo. Descanse en paz…

De hecho, algunos medios sociales dicen que es una leyenda [21]. El historiador Angelo Bissessarsingh escribió [22] en un artículo público en Facebook:

There are heroes in name and then there are heroes in legend who will live on through the ages. The late Harold La Borde was the latter. For those who knew him and others who grew up in the shadow of his incredible adventures, his passing is a deeply sorrowful occurrence. Many of us pass the decaying hull of a small yacht, the legendary Hummingbird II on South Quay without appreciating the awe-inspiring voyage of circumnavigation it took at the hands of its builder and captain. My deepest condolences to his widow, Kwailan, a worthy partner for this man, and their children Pierre and Andre. We have lost one of our greatest icons, a man both humble and fearless whose triumphs over Neptune's lair will never be forgotten. R.I.P Harold La Borde.

Hay héroes de nombre y luego hay héroes de leyenda que vivirán a lo largo de los años. El último ha sido Harold La Borde. Para aquellos que lo conocían y para los que crecieron en la sobre de sus increíbles aventuras, su muerte es un acontecimiento sumamente triste. Mucho de nosotros pasamos por el casco desintegrado de un yate pequeño, el legendario Hummingbird II en el muelle sur sin apreciar el impresionante viaje de circunnavegación que realizó en manos de su constructor y capitán. Mis más profundas condolencias a su viuda, Kwailan, una compañera digna para este hombre y sus hijos, Pierre y Andre. Hemos perdido a uno de nuestros más maravillosos iconos, un hombre humilde y audaz cuyos triunfos en la guarida de Neptuno nunca olvidaremos.  D.E.P. Harold La Borde.

Las aventuras históricas de La Borde vivirán para siempre en los libros que ha autorizado: Un océano para nosotros (1962), Todos los océanos son azules (1977) y Océanos solitarios en el sur (1987). Antes de su fallecimiento, La Borde se encontraba trabajando en una autobiografía y un documental acerca de su vida.